2 Marzo, 2024 | 22 Asar Shenayim (Adar)
PARASHÁ: Shemoth (Éxodo) 30:11 - 33:11
Y Yahuah habló a Moshéh, diciendo: 12 “Cuando tomes el número de את los hijos de Yashar’el conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará un rescate por su alma a Yahuah, cuando los cuentes; para que no haya plaga entre ellos, cuando los hayas contado. 13 Esto dará todo el que sea censado: medio shekel según el shekel del santuario. (Un shekel es veinte gerahs). Medio shekel será la ofrenda de Yahuah. 14 Todo aquel que sea censado, de veinte años en adelante, dará una ofrenda a Yahuah. 15 Los ricos no darán más y los pobres no darán menos de la mitad de un shekel, cuando den את su ofrenda a Yahuah, para hacer expiación por sus almas. 16 Y tomarás את, el dinero de la expiación de los hijos de Yashar’el, y lo designarás para el servicio del Tabernáculo de la asamblea; como memorial para los hijos de Ya-shar’el delante de Yahuah, para hacer expiación por sus almas.”
17 Y Yahuah habló a Moshéh, diciendo: 18 “Harás también una fuente de bronce con su base de bronce, para lavarse, y la pondrás entre el Tabernáculo de la asamblea y el altar, y pondrás agua en ella. 19 Porque Aharón y sus hijos lavarán את sus manos y את sus pies en ella; 20 cuando entren en el Tabernáculo de la asamblea, se lavarán con agua para que no mueran, o cuando se acerquen al altar para ministrar, para quemar la ofrenda encendida a Yahuah. 21 Así lavarán sus manos y sus pies para que no mueran, y para ellos será un estatuto perpetuo, para él y para su descendencia por sus generaciones.”
22 Además, Yahuah habló a Moshéh, diciendo: 23 “Toma contigo especias selectas; de mirra pura, quinientos shekels; de canela aromática la mitad, esto es doscientos cincuenta shekels; de cálamo aromático doscientos cincuenta shekels; 24 de casia quinientos shekels, según el shekel del Santuario y de aceite de oliva, un hin. 25 Y harás un aceite qadosh para la unción, un óleo compuesto según el arte del perfumista. Será un aceite qadosh para la unción. 26 Ungirás את el Tabernáculo de la asamblea con él, את el Arca del Testimonio, 27 את la mesa y את todas sus vasijas, את la menoráh y את sus vasos, את el altar del incienso, 28 את el altar de la ofrenda de humo ascendente con את todos sus vasos, את la fuente y את su base. 29 Y los santificarás, para que sean qadosh. Todo lo que los toque será qadosh. 30 Y ungirás a את Aharón y a sus hijos y los consagrarás para que me sirvan en el sacerdocio. 31 Y hablarás a los hijos de Yashar’el, diciendo: Este será un aceite qadosh para la unción para mí por todas vuestras generaciones. 32 No se derramará sobre carne de persona, ni haréis otra composición semejante a él. Es qadosh y será qadosh para vosotros. 33 Cualquiera que componga un aceite semejante, o cualquiera que lo aplique sobre un extraño, será cortado de su pueblo.”
34 Y Yahuah dijo a Moshéh: “Lleva contigo especias aromáticas, benjuí, caña aromática y gálbano; estas especias aromáticas con incienso puro. Cada una será de igual peso. 35 Y harás un incienso aromático, una confección, obra del perfumista, bien mezclado, puro y qadosh. 36 Y molerás parte de él en polvo fino, y lo pondrás ante el Testimonio, en el Tabernáculo de la asamblea donde me reuniré contigo. Será para ti el más qadosh. 37 Y en cuanto al incienso que haréis, nada haréis para vosotros conforme la su composición. Os será qadosh para Yahuah. 38 Cualquiera que hiciere otro semejante a éste para olerlo, será cortado de su pueblo.”
CAPÍTULO 31
HABLÓ Yahuah a Moshéh, diciendo: 2 “Mira, he llamado por nombre a Betsal'el hijo de Uriy, hijo de Joriy, de la tribu de Yahudáh. 3 Y lo he llenado con el Ruaj Elohiym, en sabiduría, entendimiento, y conocimiento, en toda clase de arte, 4 para crear diseños obras ingeniosas, para trabajar en oro, en plata y en bronce, 5 y en el labrado de piedras para engaste y para tallar madera, para trabajar en todo tipo de labor. 6 Y he aquí, he puesto con él a את Aholiy'av, hijo de Ajiycamak, de la tribu de Dan. También he puesto sabiduría en los corazones de todos los sabios, para que hagan todo lo que Yo te he mandado: 7 את El Tabernáculo de la asamblea, el Arca del Testimonio, את la silla de la misericordia que está sobre él, את todo el mobiliario del Tabernáculo, 8 את la mesa y את su mobiliario, את la menoráh de oro puro con את todo su mobiliario, את el altar del incienso, 9 את el altar de la ofrenda de humo ascendente con את todo su mobiliario, את la fuente y את su base, 10 את las ropas del servicio, את la ropa qadosh para el sacerdote Aharón, y את la ropa de sus hijos, para servir en el sacerdocio; 11 את el aceite de la unción, את y el incienso aromático para el lugar qadosh, conforme a todo lo que te he mandado, así lo harán.”
12 Y Yahuah habló a Moshéh, diciendo: 13 “Habla también a los hijos de Ya-shar’el, diciendo: ‘Ciertamente guardaréis את mis Shabbats, porque son señal entre Yo y vosotros a través de vuestras generaciones; para que sepan que Yo soy Yahuah Meqo-ddishkem. 14 Por lo tanto, guardaréis את el Shabbath, porque es qadosh para vosotros. Todo el que lo profane, ciertamente morirá; porque cualquiera que haga obra alguna en él, esa persona será cortada de su pueblo. 15 Seis días el trabajo puede ser hecho; pero el séptimo día es Shabbath de reposo, qadosh para Yahuah; quien haga cualquier trabajo en Shabbath, ciertamente morirá. 16 Por tanto, los hijos de Yashar’el guardarán את el Shabbath y lo celebrarán en todas sus generaciones por pacto perpetuo. 17 Será una señal entre Yo y los hijos de Yashar’el para siempre. Porque en seis días Yahuah hizo את los cielos y את la tierra y en el séptimo día cesó y descansó.’”
18 Y cuando Él terminó de hablar en la Montaña Ciynai, le dio a Moshéh dos zafiros de testimonio, piedras de zafiro, escritas con el dedo de Elohiym.
CAPÍTULO 32
VIENDO el pueblo que Moshéh se demoraba en bajar de la Montaña, se reunieron alrededor de Aharón y le dijeron: “Levántate, haznos elohiym, que vayan delante de nosotros; porque a este Moshéh, el varón que nos sacó de la tierra de Mitsrayim, no sabemos qué le haya acontecido.” 2 Y Aharón les dijo: “Quitad los aretes de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traedlos a mí.” 3 Y todo el pueblo se desprendió de los aretes de oro que estaban en sus orejas, y los llevaron a El-Aharón. 4 Y él los tomó de la mano de ellos e hizo un becerro fundido y lo moldeó con un buril. Y ellos dijeron: “Estos son tus elohiym, ¡Oh Yashar'el! que te sacaron de la tierra de Mitsrayim.” 5 Al ver esto, Aharón construyó un altar delante del becerro. Y Aharón hizo proclamar, diciendo: “Mañana es Fiesta para Yahuah.” 6 Y al día siguiente se levantaron temprano y presentaron ofrendas de humo ascendente, y trajeron ofrendas de paz. Y el pueblo se sentó a comer y beber, y luego se levantó para divertirse.
7 Y Yahuah dijo a Moshéh: “Anda, desciende; porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Mitsrayim, se ha corrompido. 8 Se han apartado rápidamente del camino que les he mandado. Han hecho un becerro fundido y lo han adorado. Han sacrificado delante de él, y dijeron: ‘Estos son tus elohiym, ¡Oh Yashar'el! que te sacaron de la tierra de Mitsrayim.’” 9 Y Yahuah dijo a Moshéh: “He visto a את este pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz. 10 Ahora pues, déjame que se encienda mi ira contra ellos y los consuma, y haré de ti una gran nación.” 11 Y Moshéh rogó a את Yahuah Elohayu, y dijo: “Yahuah, ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo que sacaste de la tierra de Mitsrayim con gran poder y con mano poderosa? 12 ¿Por qué han de hablar los mitsriym y han de decir: ‘Por maldad los ha sacado, para matarlos en las montañas y raerlos de la faz de la tierra’? Aparta el furor de tu ira y arrepiéntete de este mal contra tu pueblo. 13 Recuerda a Avraham, Yitsjaq y Yashar'el, tus siervos, a quienes juraste por ti mismo y les dijiste: ‘Multiplicaré vuestros descendientes como las estrellas del cielo; y toda esta tierra de la que he hablado, la daré a את vuestra descendencia y la heredarán para siempre.’” 14 Y Yahuah desistió del mal que pensó hacer a su pueblo.
15 Moshéh se volvió y descendió de la Montaña, llevando en su mano los dos zafiros del Testimonio. Los zafiros fueron escritas por ambos lados; por un lado y por el otro estaban escritas. 16 Y los zafiros fueron obra de Elohiym y la escritura era la escritura de Elohiym, grabada sobre los zafiros. 17 Y cuando Yahusha oyó את el ruido del pueblo mientras gritaban, dijo a Moshéh: “Hay ruido de guerra en el campamento.” 18 Y él dijo: “No es grito de vencedores, ni alaridos de derrotados, sino el ruido de los que cantan, oigo yo.”
19 Y aconteció que apenas se acercó al campamento y vio את el becerro y el baile, la ira de Moshéh se encendió y arrojó de su mano את los zafiros. Los quebró al pie de la Montaña. 20 Y tomó את el becerro que habían hecho y lo quemó en el fuego, lo molió hasta hacerlo polvo, lo esparció en el agua e hizo que את los hijos de Yashar’el lo bebieran. 21 Y Moshéh dijo a ‘El-Aharón: “¿Qué te hizo este pueblo, que has traído un pecado tan grande sobre ellos?” 22 Y Aharón dijo: “No se encienda la ira de mi adoniy. Tú conoces את al pueblo que es inclinado al mal. 23 Porque me dijeron: ‘Haznos elohiym, que vayan delante de nosotros, porque este Moshéh, el varón que nos sacó de la tierra de Mitsrayim, no sabemos qué le haya acontecido.’ 24 Y les respondí: ‘¿Quién tiene oro? Que lo aparten. Así que me lo entregaron; luego lo eché al fuego, y salió este becerro.’”
25 Y cuando Moshéh vio את que el pueblo estaba desenfrenado; (porque Aharón había hecho que se desenfrenaran, para vergüenza de ellos entre sus enemigos), 26 entonces Moshéh se puso en la puerta del campamento y dijo: “¡Quien esté por Yahuah que venga a mí!” Y todos los hijos de Leviy se juntaron a él. 27 Y él les dijo: “Así dice Yahuah Elohai de Yashar'el: ‘Cíñase cada hombre su espada al costado; pase y recorra de puerta en puerta todo el campamento y mate cada uno a su hermano, a את su compañero y a את su vecino.’” 28 Y los hijos de Leviy hicieron conforme a la palabra de Moshéh; y aquel día cayeron del pueblo unos tres mil hombres, 29 pues Moshéh les había dicho: “Consagraos hoy a Yahuah; cada uno conságrese en su hijo y en su hermano, para que os conceda una bendición en este día.”
30 Aconteció al día siguiente, que Moshéh dijo al pueblo: “Vosotros habéis cometido un gran pecado, pero ahora subiré a ‘El-Yahuah; quizá pueda hacer expiación por vuestro pecado.” 31 Entonces Moshéh volvió a ‘El-Yahuah y dijo: “¡Oh, este pueblo ha cometido gran pecado! Porque hicieron un elohai de oro. 32 Pero ahora te ruego, perdona su pecado; si no, bórrame de tu cefer, el cual has escrito.” 33 Y Yahuah dijo a Moshéh: “Cualquiera que haya pecado contra mí, a él lo borraré”; 34 vé pues ahora, guía a את este pueblo al lugar del cual te he hablado. He aquí, mi Ángel irá delante de vosotros. Sin embargo, el día que los visite, visitaré sus pecados sobre ellos.” 35 Y Yahuah hirió את al pueblo, por lo que hicieron con את el becerro, que formó Aharón.
CAPÍTULO 33
DIJO Yahuah a Moshéh: “Anda, sube de aquí tú y el pueblo que has sacado de la tierra de Mitsrayim, a la tierra que juré a Avraham, a Yitsjaq y a Ya`aqov diciendo: “A tu descendencia la daré. 2 Y enviaré delante de ti un ángel a una tierra que fluye leche y miel; y expulsaré alאת Kena`aniy, al Emoriy, al Jittiy, al Perizziy, al Jivviy y al Yevuciy. 3 Pero no subiré en medio de vosotros; pues sois un pueblo de dura cerviz, no sea que os consuma en el camino.”
4 Y cuando el pueblo oyó esta את mala noticia, se lamentaron, y nadie vistió sus atavíos. 5 Porque Yahuah había dicho a Moshéh: “Di a los hijos de Yashar'el: ‘Vosotros sois un pueblo de dura cerviz; subiré en medio de vosotros en un momento, y os consumiré. Por lo tanto, ahora despojaos de vuestros adornos, para que Yo sepa qué he de hacer con vosotros.” 6 Entonces los hijos de Yashar'el se despojaron de sus atavíos desde la Montaña Jorev. 7 Y Moshéh tomó את el Tabernáculo, y lo erigió fuera del campamento, y lo llamó el Tabernáculo de la asamblea. Y aconteció que todos los que buscaban a Yahuah salían al Tabernáculo de la asamblea, que estaba fuera del campamento. 8 Y sucedía que cuando Moshéh salía al Tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie junto a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moshéh, hasta que entraba en el Tabernáculo. 9 Y acontecía que cuando Moshéh entraba en el Tabernáculo, la columna de nube descendía, y permanecía a la puerta del Tabernáculo, y Yahuah hablaba con Moshéh. 10 Y todo el pueblo veía את la columna de nube a la puerta del Tabernáculo. Y cada uno se levantaba y adoraba, desde la puerta de su tienda. 11 Y Yahuah hablaba con Moshéh cara a cara, como un hombre habla con su amigo. Luego él volvía nuevamente al campamento, pero su siervo, el joven Yahusha, hijo de Nun, no se apartaba del Tabernáculo.
HAFTORÁH: Yejezq'el (Ezequiel) 36:16-38
Además, la Palabra de Yahuah vino a mí, diciendo: 17 “Hijo de A'dam, cuando la casa de Yashar'el habitaba en su propia tierra, la contaminaron a su propia manera y por sus obras; su camino estaba ante mí como la inmundicia de una mujer menstruosa. 18 Por eso derramé mi furor sobre ellos; por la sangre que habían derramado sobre la tierra y por sus ídolos con que la habían contaminado. 19 Y los esparcí entre los paganos y fueron dispersados por los países conforme a su camino, y según sus obras los juzgué. 20 Y cuando entraron donde los paganos adonde fueron, profanaron את mi Nombre Qadosh cuando les dijeron: ‘Este es el pueblo de Yahuah’, y fueron sacados de su tierra.
21 Pero tuve compasión por mi nombre qadosh, que la casa de Yashar’el había profanado entre los paganos, adonde fueron. 22 Por tanto, di a la casa de Yashar’el: Así dice Adonai Yahuah: “No hago esto por vosotros, oh casa de Yashar’el, sino por mi nombre qadosh, que habéis profanado entre los paganos, adonde fuiste. 23 Y santificaré את mi gran nombre, que fue profanado entre los paganos, que habéis profanado en medio de ellos, y sabrán los paganos que Yo soy Yahuah, dice Adonai Yahuah, cuando sea santificado en ti delante de sus ojos. 24 Porque os sacaré de entre los paganos y os recogeré de todos los países y os llevaré a vuestra propia tierra.”
25 “Entonces rociaré agua limpia sobre vosotros; seréis limpios de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 También os daré un corazón nuevo, y pondré dentro de vosotros un nuevo ruaj; y quitaré de vuestra carne את el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. 27 Y pondré את mi Ruaj dentro de vosotros y haré את que andéis en mis estatutos, y guardaréis mis juicios y los haréis. 28 Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y vosotros seréis mi pueblo, y Yo seré vuestro Elohiym. 29 También os salvaré de todas vuestras inmundicias y llamaré el grano, y lo aumentaré; y no traeré el hambre sobre vosotros. 30 Y multiplicaré את el fruto del árbol y la producción del campo, para que no recibáis más el oprobio del hambre entre los paganos. 31 Entonces recordaréis את vuestros malos caminos y vuestras obras que no fueron buenas, y os aborreceréis a vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras abominaciones. 32 No por vuestro bien hago esto, dice Adonai Yahuah; que sea sabido por vosotros; avergonzaos y confundíos por vuestros propios caminos, oh casa de Yashar’el.” 33 Así dice Adonai Yahuah: “El día que te limpie de todas tus iniquidades, también te haré habitar את en las ciudades y las ruinas serán construidas. 34 Y la tierra desolada será cultivada; la que era desolada a la vista de todo el que pasaba. 35 Y dirán: ‘Esta tierra desolada ha llegado a ser como el Jardín del Edén; y las ciudades desiertas, desoladas y arruinadas están fortificadas y habitadas’, 36 entonces los paganos que quedan a tu alrededor sabrán que Yo Yahuah, construyo los lugares en ruinas y planto lo que estaba desolado. Yo Yahuah lo he dicho y lo haré.” 37 Así dice Adonai Yahuah: “Aún así, la casa de Yashar’el me consultará para que lo haga por ellos. Multiplicaré sus hombres como un rebaño. 38 Como el rebaño qadosh, como el rebaño de Yerushalayim en sus Fiestas Solemnes. Así, las ciudades desoladas se llenarán con rebaños de hombres y sabrán que Yo soy Yahuah.”
BESORÁH: Mattithyahu (Mateo) 9:35 - 11:1
Y Yahusha visitó todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas y predicando el Besorah del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia entre la gente.
36 Mas cuando vio las multitudes, sintió compasión de todos porque estaban confundidos y dispersos, como ovejas sin pastor. 37 Luego le dijo a sus talmidiym: “La cosecha es verdaderamente abundante, pero los trabajadores son pocos; 38 orad entonces a Yahuah de la cosecha, para que envíe trabajadores a su cosecha.”
CAPÍTULO 10
Y LLAMANDO a sus doce talmidiym, les dio potestad contra los ruajoth inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda clase de enfermedad y toda clase de dolencia. 2 Y los nombres de los doce apóstoles son: el primero, Shim`on, llamado Kefa, y su hermano Andrai; Ya`aqov el hijo de Zavdiy, y su hermano Yojanon; 3 Felipe, y Bar Talmai; Ta’om, y Mattithyahu, el publicano; Ya`aqov el hijo de Jelef y Leva’oth de sobre nombre Thaddai; 4 Shim`on el kena`aniy, y Yahudáh Iyshqiryot, quien lo traicionó. 5 A estos doce envió Yahusha y les ordenó diciendo: “No vayáis hacia las otras naciones, y en ciudades de shomeroniym no entréis; 6 mas id a las ovejas perdidas de la casa de Yashar’el.
7 Y yendo, predicad, diciendo: “El Reino de los Cielos está cerca. 8 Sanad a את los enfermos, limpiad a את los leprosos, resucitad a את los muertos, y echad fuera a los demonios; gratuitamente recibisteis, gratuitamente dad. 9 No procuréis oro, ni plata, ni bronce en vuestras bolsas, 10 ni alforja para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bordón; porque el trabajador es digno de su alimento. 11 Y en cualquier ciudad o aldea donde entrareis, preguntad quién es allí digno, y entonces permaneced allí, hasta que partáis. 12 Y cuando entréis a una casa, saludadla; 13 y si la casa es digna, dejad que repose sobre ella vuestra paz; mas si la casa no es digna, tomad de regreso vuestra paz. 14 Y cualquiera que no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, entonces cuando salgáis de aquella casa o ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15 De cierto os digo, que el castigo será más tolerable para la tierra de Cedom y Amorah en el día del juicio, que para esa ciudad.
16 Mirad, que os envío como ovejas en medio de lobos, sed pues sabios como serpientes, y dóciles como palomas. 17 Mas guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y os azotarán en sus sinagogas; 18 y por mi causa, seréis llevados ante gobernadores y reyes, como testimonio contra ellos y las otras naciones. 19 Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué hablaréis; pues en esa misma hora os será dado את lo que habéis de hablar. 20 Porque no sois vosotros los que habláis, mas es el Ruaj de vuestro Padre, que habla en vosotros. 21 El hermano entregará al hermano a muerte y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres y los harán ejecutar. 22 Y todos os aborrecerán, a causa de mi nombre; pero el que resista hasta el final, será salvo. 23 Y cuando os persigan en esta ciudad, huid a otra, porque de cierto os digo, que no habréis visitado todas las ciudades de Yashar’el, antes que venga el hijo de A’dam. 24 El talmiyd no es más que su Rabbi, ni el siervo más que su Adonai; 25 bástele al talmiyd ser como su Rabbi, y al siervo como su Adonai. Si al Rabbi de la casa han llamado Ba`al Zebub, entonces ¿cómo más llamarán a los de su casa? 26 Así que no los temáis, porque no hay nada encubierto, que no haya de ser revelado; ni oculto, que no haya de saberse. 27 את Lo que os digo en tinieblas, decidlo a la luz; y lo que escuchéis en el oído, predicadlo desde los tejados. 28 Y no temáis a los que matan al cuerpo, pero no pueden matar el alma; mas temed a aquel את que puede destruir alma y cuerpo en Gey Hinnom. 29 ¿No se venden dos gorriones por un cuarto de centavo? Y ni uno de ellos caerá a tierra sin vuestro Padre. 30 E incluso los cabellos de vuestras cabezas están todos contados. 31 Por tanto, no temáis; valéis más que muchos gorriones. 32 Cualquiera pues, que me confiese delante de los hombres, le confesaré también delante de mi Padre, que está en el cielo; 33 pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, le negaré también delante de mi Padre, que está en el cielo. 34 No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada. 35 Porque he venido a poner en desacuerdo al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36 y los enemigos de un hombre serán los de su propia casa. 37 El que ama a padre o a madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a hijo o a hija más que a mí, no es digno de mí. 38 Y el que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. 39 El que halle su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la hallará.
40 El que os recibe, a mí me recibe; y el que me recibe, recibe al את que me envió. 41 El que recibe un profeta en nombre de otro profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe al recto en nombre de otro recto, recompensa de recto recibirá. 42 Y cualquiera que dé a beber una copa de agua fresca a uno de estos pequeños, solo en nombre de un talmiyd, amein os digo, que de ninguna manera perderá su recompensa.”
CAPÍTULO 11
CUANDO Yahusha terminó de instruir a sus doce talmidiym, partió de allí a enseñar y predicar en sus ciudades.