Ezra Reviy'iy (4 Ezra/2 Esdras) 2

Así dice Yahuah: “Saqué a este pueblo de la esclavitud y les di mis mandamientos por medio de los siervos los profetas, a los que no oyeron, sino que despreciaron mis consejos. 2 La madre que los concibió les dice: ‘Hijos, tomad vuestro camino, porque soy viuda y abandonada; 3 os di a luz con alegría; pero con dolor y tristeza os he perdido, porque habéis pecado ante Yahuah Elohay­kem, y habéis hecho lo que es malo delante de Él. 4 Pero, ¿qué os haré ahora? Soy viuda y abandonada: tomad vuestro camino, ¡oh hijos míos! y pedidle misericordia a Yahuah’”. 5 En cuanto a mí, ¡Oh Padre! Te invoco como testigo de la madre de estos hijos, los cuales no guardarán mi pacto, 6 para que los lleves a confusión, y arruines a su madre, para que no haya descendencia de ellos. 7 Que sean esparcidos entre los paganos, que sus nombres sean borrados de la tierra, porque han despreciado mi pacto. 8 “¡Ay de ti, Ashshur, tú que escondes a los injustos en ti! Oh, pueblo malvado, recuerda lo que hice con Cedom y Amorah; 9 cuya tierra descansa en terrones de brea y montones de cenizas; así también les haré a los que no me oigan,” dice El Shaddai Yahuah. 10 Así dice Yahuah a Ezra: “Dile a mi pueblo que le daré el reino de Yerushaláyim, el cual había dado a Yashar’el. 11 Su gloria también tomaré, y les daré estos tabernáculos eternos, que yo había preparado para ellos. 12 Tendrán el árbol de la vida para ungüento de dulce sabor; no trabajarán, ni se cansarán. 13 Ve, y recibirás: ora para que los días sean acortados; el reino ya está preparado para ti; vigila. 14 Toma al cielo y la tierra como testigos, porque he quebrantado el mal en pedazos y he creado el bien; porque Yo vivo”, dice Yahuah.

15 “Madre, abraza a tus hijos y críalos con alegría, levántense tan rápido como una columna: porque os he elegido a vosotros”, dice Yahuah. 16 “Y a los que están muertos, los levantaré de sus lugares y los sacaré de las tumbas, porque he reconocido mi nombre en Yashar’el. 17 No temas, madre de los hijos, porque yo te elegí, dice Yahuah. 18 Para ayudarte enviaré a mis siervos Esaú y Yirmeyahu, después de cuyo consejo, he santificado y preparado para vosotros doce árboles cargados de diversos frutos, 19 y tantas fuentes que fluyen con leche y miel, y siete poderosas montañas, donde crecen rosas y lirios, con los cuales llenaré de alegría a tus hijos. 20 Haz bien a la viuda, juzga por los que no tienen padre, da a los pobres, defiende a los huérfanos, viste a los desnudos, 21 cura a los quebrantados y débiles, no te burles de un hombre cojo para despreciarlo, defiende a los mutilados y deja que el ciego venga a la vista de mi claridad. 22 Mantén a los viejos y jóvenes dentro de tus muros. 23 Dondequiera que encuentres a los muertos, tómalos y sepúltalos y te daré el primer lugar en mi resurrección. 24 Quédate quieto, ¡Oh pueblo mío! y toma tu descanso, porque tu paz está por venir. 25 Alimenta a tus hijos, ¡Oh buena nodriza! afirma sus pies.

26 En cuanto a los siervos que te he dado, ninguno de ellos perecerá; pues los incluiré con los tuyos. 27 No os canséis, porque cuando venga el día de la angustia y la aflicción, otros llorarán y estarán tristes, pero vosotros os alegraréis y tendréis abundancia. 28 Los paganos os envidiarán, pero no podrán hacer nada contra vosotros”, dice Yahuah. 29 “Mis manos os cubrirán, de modo que vuestros hijos no verán el She’ol. 30 ¡Alégrate oh madre con tus hijos! porque yo te libraré”, dice Yahuah. 31 “Acuérdate de tus hijos que duermen, porque los sacaré de los lados de la tierra y les mostraré misericordia, porque soy misericordioso, dice Yahuah Tseva’oth. 32 Abraza a tus hijos hasta que yo venga y muéstrales misericordia; porque mis pozos se desbordan y mi gracia no fallará”. 33 Yo, Ezra recibí un mandato de Yahuah en el monte Orev, para que fuera a Yashar’el; pero cuando llegué a ellos, me ignoraron, y despreciaron el mandamiento de Yahuah. 34 Y por eso os digo, oh vosotras naciones que ois y entendéis, buscad a vuestro Pastor, Él os dará descanso eterno; porque está cerca y vendrá al fin del mundo.

35 Preparaos para la recompensa del Reino, porque la luz eterna brillará sobre vosotros para siempre. 36 Huid de la sombra de este mundo, recibid la alegría de vuestra gloria. Yo testifico abiertamente de mi Salvador. 37 Recibid el regalo que se os ha dado, y alegraos, dando gracias al que los ha guiado al reino celestial. 38 Levantaos er­guíos, mirad el número de los que serán sellados en la Fiesta de Yahuah, 39 quienes se han apar­tado de la sombra del mundo y han recibido vestimentas gloriosas de Yahuah. 40 toma tu número, oh Tsiyón, y asegura a los tuyos que están vestidos de blanco, que han cumplido la Toráh de Yahuah. 41 El número de tus hijos, a quienes anhelabas, se ha completado; implora el poder de Yahuah, para que tu pueblo, que ha sido llamado desde el principio, sea apartado.

42 Yo, Ezra vi en el Monte Tsiyón un gran pueblo, a quien no pude contar, y todos alababan a Yahuah con cánticos. 43 Y en medio de ellos había un hombre joven de gran estatura, más alto que el resto, que ponía coronas sobre la cabeza de cada uno, y fue más exaltado, ante lo cual me maravillé en gran medida. 44 Entonces preguntándole al ángel le dije: “Señor, ¿quiénes son estos?” 45 Respondió él y me dijo: “Estos son los que se han quitado la ropa mortal y se han puesto la inmortal, y han confesado el nombre de Elohiym; ahora son coronados y reciben palmas”. 46 Entonces dije al ángel: “¿Qué joven es el que los corona y les da las palmas en las manos? 47 Y respondiendo él, me dijo: “Es el Hijo de Elohiym, a quien confesaron en el mundo”. Entonces comencé a elogiar enormemente a los que se levantaron con firmeza por el nombre de Yahuah. 48 Y el ángel me dijo: “Sigue tu camino y cuéntale a mi gente qué tipo de cosas y qué maravillas de Yahuah Elohayka has visto”.