16 Deciembre, 2023 | 4 Asiriy (Tevet)
PARASHÁ: Bere'shiyth (Génesis) 41:1 - 44:17
TIEMPO después, al final de dos años completos, Far`oh tuvo un sueño. Y he aquí, estaba de pie junto al río. 2 Y del río salieron siete vacas de hermoso aspecto y gordas que se alimentaban en una pradera. 3 Y he aquí, que tras ellas, subían del río otras siete vacas, maltratadas y flacas; y se paraban junto a las otras vacas al borde del río. 4 Y las vacas de mal aspecto y flacas se comían את las siete vacas de hermoso aspecto y gordas. Entonces Far`oh se despertó. 5 Se durmió de nuevo y soñó la segunda vez: He aquí, siete espigas llenas y buenas crecieron en un solo tallo. 6 Pero, he aquí, siete espigas menudas y quemadas por el viento solano brotaron tras ellas. 7 Y las siete espigas menudas devoraron a את las siete espigas llenas y buenas. Y despertó, Far`oh, y he aquí que era un sueño. 8 Y por la mañana su ruaj estaba turbado; entonces envió a llamar a את todos los magos de Mitsrayim, y את a todos sus sabios. Far`oh les contó את su sueño; pero ninguno pudo interpretárselo a Far`oh.
9 Entonces habló el jefe de los coperos a את Far`oh, diciendo: “Recuerdo את mis faltas hoy. 10 Cuando Far`oh se enojó con sus siervos, y me puso bajo custodia en la casa del jefe de la guardia, tanto a mí como את al jefe de los panaderos, 11 y ambos tuvimos un sueño en una noche, él y yo, cada uno con su propio significado. 12 Y allí estaba con nosotros un joven, un Ivriy, siervo del capitán de la guardia. Y le contamos, y él nos interpretó את nuestros sueños; a cada uno la interpretación según su sueño. 13 Y sucedió que, tal como él nos lo interpretó, así fue. A mi me restablecieron a mi puesto y a él lo ahorcaron.”
14 Entonces Far`oh envió y llamó a Yosef, y lo sacaron apresuradamente del calabozo. Y se afeitó, mudó sus vestidos y vino a Far`oh. 15 Far`oh dijo a ‘El-Yosef: “He tenido un sueño y no hay nadie que pueda interpretarlo; pero he oído decir de ti, que al escuchar un sueño puedes interpretarlo.” 16 Y Yosef respondió a את Far`oh, diciendo: “No está en mí. Elohiym le dará a Far`oh una respuesta את de paz.” 17 Y Far`oh dijo a ‘El-Yosef: “En mi sueño, he aquí yo estaba en pie a la orilla del río. 18 Y he aquí del medio del río subían siete vacas, de hermoso aspecto y gordas y se alimentaban en una pradera. 19 Pero, he aquí, otras siete vacas subían tras ellas, flacas y muy maltratadas, como nunca vi en toda la tierra de Mitsrayim. 20 Y las vacas flacas y de mal aspecto se comían a את las primeras siete vacas 21 Y cuando las habían devorado, no se notaba que se las habían comido; pues su aspecto era tan malo, como al principio. Entonces desperté.” 22 “He aquí, en mi sueño también vi que siete espigas brotaron en un tallo, llenas y buenas. 23 Y he aquí, siete espigas, marchitas, menudas, y quemadas por el viento solano, se levantaron tras ellas. 24 Y las espigas menudas devoraron a las siete espigas buenas. Lo he dicho a los magos; pero no hay ninguno que pueda interpretarlo.”
25 Y Yosef dijo a Far`oh: “El sueño de Far`oh את es uno. Elohiym le ha mostrado a Far`oh lo que está a punto de hacer. 26 Las siete vacas buenas son siete años; y las siete espigas, son siete años. El sueño es uno. 27 Y las siete vacas flacas y de mal aspecto que subieron tras ellas, son siete años. Las siete espigas vacías quemadas por el viento solano serán siete años de hambruna. 28 Esto es lo que he dicho a Far`oh: Lo que Elohiym está por hacer lo ha mostrado את a Far`oh. 29 He aquí, vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Mitsrayim. 30 Y después se levantarán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Mitsrayim. Y el hambre consumirá את la tierra. 31 La abundancia no será recordada en la tierra a causa de la hambruna que vendrá; pues será muy severa. 32 Y por eso el sueño se mostró a Far`oh dos veces. Es porque la cosa es firme de parte de Elohiym, y Elohiym pronto lo ejecutará. 33 Ahora pues, procure Far`oh un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Mitsrayim. 34 Haga esto Far`oh, y nombre oficiales sobre את la tierra que exijan la quinta parte de lo producido por la tierra de Mitsrayim en los siete años de abundancia. 35 Y recojan todo el alimento de los buenos años que vienen, y acumulen grano bajo la autoridad de Far`oh, y almacenen el alimento en las ciudades. 36 Y ese alimento será almacenado en la tierra para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Mitsrayim, para que la tierra no perezca a causa del hambre.”
37 Y el asunto pareció bien a los ojos de Far`oh y a los ojos de sus siervos. 38 Y Far`oh dijo a sus siervos: “¿Hallaremos a alguien como éste, un hombre en quien el Ruaj Elohiym esté?” 39 Y Far`oh dijo a ‘El-Yosef: “Siendo que Elohiym te ha mostrado את todo esto, no hay nadie tan prudente y sabio como tú. 40 Tú estarás sobre mi casa, y mi pueblo será gobernado de acuerdo a tu palabra. Solamente en el trono seré más grande que tú.” 41 Y Far`oh dijo a ‘El-Yosef: “Mira, te he puesto sobre toda la tierra de Mitsrayim.” 42 Y Far`oh se quitó el anillo de su mano, y lo puso sobre la mano de Yosef, lo vistió con vestiduras de lino fino y puso una cadena de oro alrededor de su cuello. 43 Lo hizo montar en su segunda carroza; y pregonaron delante de él: “¡Doblad la rodilla!” Y lo hizo gobernador de toda la tierra de Mitsrayim. 44 Far`oh dijo a ‘El-Yosef: “Yo soy Far`oh, y sin ti nadie levantará su mano ni su pie en toda la tierra de Mitsrayim.” 45 Y Far`oh llamó el nombre de Yosef, Tsofnath Pa`neaj; y le dio por mujer a את Acenath, hija de Potiy Fera, sacerdote de On. Y Yosef salió por toda la tierra de Mitsrayim.
46 Yosef era de treinta años cuando se presentó ante Far`oh, rey de Mitsrayim. Luego Yosef salió de la presencia de Far`oh y recorrió toda la tierra de Mitsrayim.47 Y en los siete años de abundancia la tierra produjo a montones. 48 Y él juntó todo el alimento de los siete años en la tierra de Mitsrayim. Y almacenó el alimento en las ciudades, depositando en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. 49 Yosef recogió grano como la arena del mar, mucho en extremo, hasta que dejó de contarlo, porque era innumerable. 50 Antes de que vinieran los años de hambre, a Yosef le nacieron dos hijos, que le dio a luz Acenath, hija de Potiy Fera, sacerdote de On. 51 Y Yosef llamó את el nombre del primogénito Menashsheh, pues dijo: “Elohiym me ha hecho olvidar את todo mi trabajo, y את toda la casa de mi padre.” 52 Y את el nombre del segundo llamó Efráyim: “Porque Elohiym me ha hecho fructificar en la tierra de mi aflicción.”
53 Y se acabaron los siete años de abundancia, que habían en la tierra de Mitsrayim. 54 Y comenzaron los siete años de hambre, como lo había dicho Yosef y había hambre en todas las tierras. Pero en toda la tierra de Mitsrayim había pan. 55 Cuando se sintió el hambre en la tierra de Mitsrayim, la gente clamó a Far`oh por pan y Far`oh dijo a los mitsriym: “Id a ‘El-Yosef y haced lo que él os diga.” 56 Y el hambre se extendió sobre toda la faz de la tierra. Y Yosef abrió את todos los graneros y vendía a los mitsriym; pues el hambre arreciaba en la tierra de Mitsrayim. 57 De toda la tierra llegaban a Mitsrayim a ‘El-Yosef para comprar grano, porque el hambre era severa en toda la tierra.
CAPÍTULO 42
CUANDO Ya`aqov supo que había grano en Mitsrayim, Ya`aqov dijo a sus hijos: “¿Por qué os miráis unos a otros?” 2 Y él dijo: “He aquí, he oído que hay grano en Mitsrayim. Descended allá, y comprad para nosotros para que podamos vivir y no muramos.”
3 Y los diez hermanos de Yosef descendieron a comprar grano en Mitsrayim. 4 Pero Ya`aqov no envío a את Binyamiyn, hermano de Yosef, את con sus hermanos; pues dijo: “No sea que le ocurra alguna desgracia.” 5 Y los hijos de Yashar'el fueron entre los que iban a comprar grano, pues había hambre en la tierra de Kena’an. 6 Y Yosef era el gobernador de la tierra, el que vendía a todo el pueblo de la tierra. Llegaron, pues, los hermanos de Yosef y se inclinaron ante él, rostro en tierra. 7 Yosef vio a את sus hermanos y los reconoció, pero fingió ser un extraño ante ellos. Y hablándoles duramente, les dijo: “¿De dónde habéis venido?” Y ellos dijeron: “De la tierra de Kena`an para comprar alimento.” 8 Y Yosef reconoció a sus hermanos, pero ellos no lo reconocieron. 9 Acordándose Yosef de los sueños que tuvo acerca de ellos, les dijo: “Vosotros sois espías; para ver את las partes indefensas de la tierra habéis venido.” 10 Y le dijeron: “No, mi adoniy, sino que tus siervos han venido a comprar alimento. 11 Todos somos hijos de un mismo varón. Somos hombres honrados, tus siervos no son espías.” 12 Y les dijo: “¡No! sino que para ver las partes indefensas de la tierra habéis venido.” 13 Y ellos dijeron: “Tus siervos son doce hermanos, hijos de un varón en la tierra de Kena’an y he aquí, el menor está este día con את nuestro padre, y el otro murió.” 14 Pero Yosef les dijo: “Es como les he dicho: “¡Vosotros sois espías!” 15 En esto seréis probados: “Vive Far`oh, que no saldréis, si vuestro hermano menor no viene aquí. 16 Enviad a uno de vosotros para traer a vuestro hermano. Mientras tanto, seréis detenidos en la cárcel, hasta que vuestras palabras sean comprobadas, si hay verdad en vosotros; o si no, ¡por la vida de Far`oh, ciertamente sois espías!” 17 Y los puso a todos juntos bajo custodia por tres días. 18 Y Yosef les dijo al tercer día: “Haced esto, y viviréis, pues temo a את Elohiym. 19 Si sois hombres honrados, que uno de vuestros hermanos quede encarcelado en vuestro lugar de prisión; y vosotros id, llevad grano para el hambre de vuestras casas. 20 Traedme a את vuestro hermano menor para que vuestras palabras sean verificadas, y no moriréis.” Y así lo hicieron.
21 Y se decían el uno al otro: “Ciertamente somos culpables con respecto a nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos suplicaba, y no quisimos oírlo; por eso nos ha sobrevenido esta angustia.” 22 Y Re’uven les respondió, diciendo: “¿No os hablé, diciendo: No pequéis contra el muchacho; y no quisisteis escuchar? Por tanto, he aquí, su sangre nos es demandada.” 23 Pero ellos ignoraban que Yosef los entendía, porque les hablaba por intérprete. 24 Y él apartándose de ellos, lloró. Luego regresó a ellos otra vez, les habló, tomó de ellos a את Shim`on y lo ató delante de sus ojos.
25 Entonces Yosef ordenó que llenaran sus sacos con grano, devolvieran el dinero de cada uno a su costal y les dieran provisión para el camino. Y así se hizo con ellos. 26 Ellos cargaron sus asnos con את el grano, y partieron de allí. 27 Y cuando uno de ellos abrió su saco para dar forraje a su asno en la posada, vio que su dinero estaba en la boca de su costal. 28 Y dijo a sus hermanos: “Mi dinero me ha sido devuelto. He aquí, está en la boca de mi costal. Entonces se les sobresaltó el corazón y temerosos decían el uno al otro: ¿Qué es esto que Elohiym nos ha hecho?”
29 Cuando llegaron a su padre ‘El-Ya`aqov, a la tierra de Kena’an, le contaron את todo lo que les había acontecido, diciendo:30 “El hombre, que es el adoniy de aquella tierra, nos habló duramente y nos trató como espías del את país. 31 Y le dijimos: Somos hombres honrados; no somos espías. 32 Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno murió, y el menor está con את nuestro padre en la tierra de Kena`an. 33 Y el hombre, adoniy de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres honrados: Dejad a uno de vuestros hermanos aquí conmigo, y tomad את comida para el hambre de vuestras casas, e id, 34 y traedme a vuestro hermano menor. Entonces sabré que no sois espías, sino que sois hombres honrados. De este modo os entregaré את a vuestro hermano, y podréis negociar את en la tierra.”
35 Y aconteció que al vaciar sus costales, he aquí, los atados de dinero de cada uno estaban en su saco; y cuando ellos y su padre vieron el dinero, tuvieron temor. 36 Y Ya`aqov su padre les dijo: “Me habéis privado de mis hijos, Yosef no está, Shim'on no está, y os llevaréis a את Binyamiyn. ¡Todo está en mi contra!” 37 Y Re’uven habló a su padre, diciendo: “Que mueran mis dos hijos si no os lo trajere. Entrégamelo en mi mano, y yo te lo traeré otra vez.” 38 Y él dijo: “Mi hijo no descenderá con vosotros; porque su hermano está muerto, y solo ha quedado él. Si aconteciere alguna desgracia en el camino por el que vais, entonces haréis descender mis canas con dolor al She’ol.”
CAPÍTULO 43
LA hambruna arreciaba en la tierra. 2 Y aconteció que cuando acabaron de comer el grano que habían llevado de Mitsrayim, su padre les dijo: “Id, y comprad para nosotros un poco de alimento.” 3 Y Yahudáh le habló, diciendo: “El hombre nos advirtió claramente, diciendo: ‘No veréis mi rostro, si no viene vuestro hermano con vosotros.’ 4 Si envías a את nuestro hermano con nosotros, descenderemos y compraremos alimento; 5 pero si no lo envías, no descenderemos, porque el hombre nos dijo: No veréis mi rostro, si no está vuestro hermano con vosotros.” 6 Y Yashar'el dijo: “¿Por qué me hiciste tanto mal, declarando al hombre que teníais un hermano?” 7 Y ellos dijeron: “El hombre nos preguntó específicamente sobre nosotros y nuestra familia, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? y le respondimos de acuerdo con estas preguntas; ¿acaso podíamos saber que él diría: ‘Traed a vuestro hermano?’”8 Y Yahudáh dijo a ‘El-Yashar’el su padre: “Envía al muchacho conmigo, nos levantaremos e iremos, para que vivamos y no perezcamos, tanto tú como nosotros y también nuestros pequeños. 9 Yo te respondo por él. De mi mano lo requerirás; si no te lo traigo, y lo pongo delante de ti, entonces llevaré la culpa por siempre. 10 Además, si no hubiésemos demorado tanto, ciertamente ya habríamos vuelto dos veces.” 11 Y su padre Yashar'el les dijo: “Si tiene que ser así, haced esto: Tomad en vuestras vasijas de los mejores frutos de la tierra, y llevad al hombre un presente; un poco de bálsamo, un poco de miel, especias, mirra, nueces y almendras. 12 Y tomad את doble dinero en vuestra mano; y el dinero que fue devuelto en la boca de vuestros costales, llevadlo de nuevo en vuestra mano, tal vez fue un error. 13 Tomad también את a vuestro hermano, levantaos, id otra vez a aquel varón. 14 Y que ‘El Shaddai os otorgue misericordia delante del varón, para que pueda enviar את a vuestro otro hermano, y a את Binyamiyn. Y si he de ser privado de mis hijos, ¡que así sea!”
15 Tomaron pues, los hombres el presente; tomaron en su mano doble cantidad de dinero y a Binyamiyn. Se levantaron, y descendieron a Mitsrayim y se presentaron delante de Yosef. 16 Cuando Yosef vio a את Binyamiyn con ellos, dijo al mayordomo de su casa: “Traed estos hombres a casa, matad un animal y preparadlo; pues את estos hombres comerán conmigo al mediodía.” 17 El hombre hizo lo que Yosef dijo; e hizo entrar a los hombres a la casa de Yosef. 18 Y los hombres tuvieron miedo, porque los llevaron a la casa de Yosef y dijeron: “Debido al dinero que fue devuelto en nuestros sacos la primera vez nos han traído aquí; para tendernos una trampa, atacarnos, tomarnos por esclavos a nosotros y a את nuestros asnos.” 19 Entonces se acercaron al mayordomo de la casa de Yosef, le hablaron a la puerta de la casa, 20 y dijeron: “Señor, ciertamente descendimos la primera vez para comprar alimento, 21 y sucedió que al llegar a la posada, abrimos nuestros costales, y he aquí, el dinero de cada uno estaba en la boca de su saco, nuestro dinero en su justo peso; y lo hemos traído de nuevo en nuestras manos. 22 Y hemos traído otro dinero en nuestras manos para comprar alimento. No sabemos quién puso el dinero en nuestros sacos.” 23 Y él dijo: “Paz a vosotros, no temáis. Vuestro Elohiym, y el Elohiym de vuestro padre, os ha dado tesoros en vuestros sacos. Yo recibí vuestro dinero.” Y les trajo a את Shim`on. 24 Y el hombre hizo entrar a aquellos varones a la casa de Yosef, les dio agua y ellos lavaron sus pies; y les dio forraje a sus asnos. 25 Y ellos prepararon את el presente para la llegada de Yosef al mediodía, pues habían oído que comerían pan allí.
26 Y cuando Yosef llegó a casa, le llevaron את el presente que tenían en su mano dentro de la casa, y se postraron ante él en tierra. 27 Y él les preguntó cómo se encontraban, y dijo: “¿Está bien vuestro padre, el anciano del cual hablasteis? ¿vive todavía?” 28 Y ellos respondieron: “Tu siervo nuestro padre está en buena salud. Él aún está vivo.” Y ellos inclinaron sus cabezas e hicieron reverencia. 29 Él alzó sus ojos, y vio a su hermano את Binyamiyn, hijo de su madre, y dijo: “¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis?” Y él dijo: “Elohiym te haga misericordia, hijo mío.” 30 Y Yosef se apresuró a salir; pues su corazón se conmovió a causa de su hermano, y buscó dónde llorar, y entrando en su recámara lloró allí. 31 Luego lavó su rostro, salió, y conteniéndose dijo: “Poned pan.” 32 Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para los mitsriym, que comían con él. Porque los mitsriym no pueden comer pan con את los Ivriym, pues es abominación para los mitsriym. 33 Y ellos se sentaron delante de él, el mayor según su primogenitura, y el menor según su edad; los varones estaban asombrados y se miraban el uno al otro. 34 Luego él tomó porciones de delante de sí para ellos; pero la porción de Binyamiyn era cinco veces más que cualquiera de la de ellos. Bebieron pues y se alegraron con él.
CAPÍTULO 44
DESPUÉS Yosef ordenó al את mayordomo de su casa, diciendo: “Llenad los sacos de los hombres con alimento, tanto como puedan llevar, y poned el dinero de cada hombre en la boca de su saco. 2 Y colocad mi copa, la copa de plata, en la boca del saco del menor, con el dinero de su grano.” Y él hizo de acuerdo con la palabra que Yosef había hablado. 3 Tan pronto como amaneció fueron despedidos los hombres con sus asnos. 4 Salieron de la ciudad, y no estaban lejos aún cuando Yosef dijo a su mayordomo: “Levántate, sigue a esos hombres y cuando los alcances, diles: ‘¿Por qué habéis pagado mal por bien? 5 ¿No es esta la copa en la que bebe mi adoniy, y que de hecho él usa para adivinar? ¡Habéis obrado mal en lo que hicisteis!’”
6 Él los alcanzó y les habló conforme a את estas palabras. 7 Y le dijeron: “¿Por qué dice mi adoniy estas palabras? ¡Lejos esté de tus siervos hacer semejante cosa! 8 He aquí, el dinero que encontramos en la boca de nuestros sacos, te lo volvimos a traer de la tierra de Kena’an, ¿cómo, pues, habríamos de robar plata u oro de la casa de tu adoniy? 9 Aquel de tus siervos que sea hallado con ella, que muera y nosotros también seremos siervos de mi adoniy.” 10 Y él dijo: “Que sea conforme a vuestras palabras: Aquel con quien se halle, será mi siervo y vosotros seréis inocentes.” 11 Entonces ellos se dieron prisa, y bajando cada uno את su costal al suelo, cada cual abrió su costal. 12 Y él buscó comenzando con el mayor y terminando con el menor, y la copa fue hallada en el costal de Binyamiyn. 13 Entonces rasgaron sus vestidos. Después cada uno cargó su asno y volvieron a la ciudad.
14 Y Yahudáh y sus hermanos llegaron a la casa de Yosef que aún estaba allí; y cayeron delante de él en el suelo. 15 Y Yosef les dijo: “¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo ciertamente puede adivinar?” 16 Y Yahudáh dijo: “¿Qué diremos a mi adoniy? ¿qué vamos a hablar? o ¿cómo nos justificaremos? Elohiym ha descubierto את la iniquidad de tus siervos. He aquí, somos esclavos de nuestro adoniy; nosotros y también aquel en quien se halló la copa.” 17 Y él dijo: “¡Lejos esté de mí hacer eso! Mas el hombre en cuya mano fue hallada la copa, él será mi esclavo; y vosotros, levantaos, e id en paz a vuestro padre.”
HAFTORÁH: Zakaryahu (Zacarías) 3:1 - 4:7
ENTONCES me mostró al sumo sacerdote את Yahusha, el cual estaba delante del ángel de Yahuah, y a su derecha estaba Satán para acusarlo. 2 Y Yahuah dijo a Satán: “¡Yahuah te reprenda, oh Satán. Yahuah que ha elegido a Yerushalayim te reprenda! ¿No es este un tizón arrebatado del fuego?”3 Ahora bien, Yahusha estaba vestido con ropas inmundas, en pie delante del ángel.4 Y habló a aquellos que estaban delante de él, diciendo: “Quitadle las vestiduras inmundas.” Y a él le dijo: “He aquí, Yo hago pasar de ti tu maldad y cambiaré tus vestiduras.” 5 Y dije: “Que le pongan turbante limpio sobre su cabeza.” Así que le pusieron un turbante limpio en la cabeza y lo vistieron con ropas, y el ángel de Yahuah seguía en pie. 6 Después, el ángel de Yahuah advirtió a Yahusha, diciendo: 7 “Así dice Yahuah Tseva’oth: Si andas por mis caminos, y si guardas את mis ordenanzas, entonces juzgarás את mi Casa, y también estarás a cargo de את mis atrios y te daré lugar entre éstos que están aquí. 8 Escucha ahora Yahusha sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti, pues son varones para señal, porque he aquí, Yo traeré a את mi siervo El Renuevo. 9 Porque he aquí, la piedra que he puesto delante de Yahusha; sobre esta única piedra hay siete ojos. He aquí, Yo esculpiré su inscripción,” dice Yahuah Tseva’oth, “y quitaré את la iniquidad de esa tierra en un día.10 En aquel día,” dice Yahuah Tseva’oth, “cada uno de vosotros llamará a su prójimo bajo la vid y bajo de la higuera.”
CAPÍTULO 4
Y EL ángel que hablaba conmigo volvió y me despertó como un hombre que es despertado de su sueño. 2 Y me dijo: “¿Qué ves?” Y respondí: “He aquí, he visto una menoráh toda de oro, con un tazón en la parte superior, y sus siete lámparas, y siete tubos para las siete lámparas que están encima de ella. 3 Y junto a ella dos olivos, uno a la derecha del tazón y el otro a su izquierda. 4 Respondí al ángel que hablaba conmigo, diciendo: “¿Qué es esto, mi adoniy?” 5 Entonces el ángel que hablaba conmigo respondió y me dijo: “¿No sabes qué es esto?” Y yo dije: “No, mi adoniy.” 6 Entonces él respondió diciendo: “Esta es la Palabra de Yahuah a Zerubbavel que dice: No con poder, ni con fuerza, sino con mi Ruaj, dice Yahuah Tseva’oth. 7 ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zerubbavel vendrás a ser una llanura; y Él sacará את la piedra principal con gritos de aclamación: ¡Gracia, gracia a ella!”
BESORÁH: Luqas (Lucas) 4:16-32
16 Y llegó a Natsareth, donde había sido criado; y como era su costumbre, fue a la sinagoga en el Shabbath, y se paró a leer. 17 Y le fue entregado el cefer del profeta Yesha`yahu. Y cuando abrió el libro, encontró el lugar donde estaba escrito:
18 El Ruaj Adonai Yahuah es sobre mí, porque me ha ungido para predicar el Besorah a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a predicar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos, para poner en libertad a los que están abatidos, 19 para predicar el año agradable de Yahuah.
20 Y cerró el cefer, y lo entregó de nuevo al ministro, y se sentó. Y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y empezó a decirles: “Este día se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.” 22 Y todos le daban testimonio, y se asombraban ante las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: “¿No es éste, el hijo de Yosef?” 23 Y les dijo: “Seguramente me dirán este refrán: Médico cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que haz hecho en Kafarnajum, así mismo haz aquí en tu región.” 24 Y dijo: “De cierto os digo, que ningún profeta es aceptado en su propia tierra. 25 Mas os digo una verdad, habían muchas viudas en Yashar’el, en los días de Eliyahu, cuando los cielos estuvieron cerrados por tres años y seis meses, y hubo gran hambruna por toda la tierra. 26 Pero a ninguna de ellas fue enviado Eliyahu, mas que a una mujer que era viuda en Tsarefath, en la ciudad de Tsiydon; 27 y habían muchos leprosos en Yashar’el, en el tiempo de Eliysha el profeta; pero ninguno de ellos fue limpio, mas que Na`aman, el arammiy.” 28 Y todos ellos en la sinagoga, cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, 29 y se levantaron y lo echaron de la ciudad, llevándolo hasta la cima de la colina donde la ciudad estaba edificada, para tirarlo de cabeza. 30 Pero, él pasando entre ellos, siguió su camino, 31 y descendió a Kafarnajum, una ciudad de Galiyl; y les enseñaba en los Shabbaths. 32 Y estaban asombrados con su doctrina, porque su palabra era poderosa.