Tefillah de Azaryahu (Oración de Azarías)

Y caminaron en medio del fuego, alabando a Elohiym y bendiciendo a Yahuah. 2 Entonces Azaryahu se levantó y oró de esta manera y abriendo su boca en medio del fuego dijo: 3 “Bendito eres, ¡Oh Yahuah Elohiym! de nuestros padres; tu nombre es digno de ser alabado y glorificado para siempre; 4 porque eres justo en todas las cosas que nos has hecho. Sí; verdaderas son todas tus obras, tus caminos son correctos y todos tus juicios son verdad. 5 En todo lo que has traído sobre nosotros, y sobre la ciudad kadosh de nuestros padres, Yerushaláyim, has ejecutado el verdadero juicio. Porque de acuerdo con la verdad y el juicio, trajiste todas estas cosas sobre nosotros a causa de nuestros pecados. 6 Porque hemos pecado y cometido iniquidad, apartándonos de ti. 7 En todo hemos pecado, y no hemos obedecido tus mandamientos, ni los hemos guardado, ni hemos hecho como nos has mandado para que nos pudiera ir bien. 8 Por tanto, todo lo que has traído sobre nosotros y todo lo que nos has hecho, lo has hecho con un juicio verdadero. 9 Y nos entregaste en manos de los enemigos sin Toráh; renegados que detestan a Elohiym y a un rey injusto, el más perverso en todo el mundo. 10 Y ahora no podemos abrir nuestras bocas, hemos llegado a ser una vergüenza y oprobio para tus siervos y para los que te adoran. 11 Por amor de tu nombre, no nos entregues por completo, ni anules tu pacto. 12 Y no dejes que tu misericordia se aparte de nosotros, por amor de Avraham, por tu siervo Yitsjaq y por el bien de tu santo Yashar'el, 13 a quien has declarado y prometido, que multiplicarás su descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar. 14 Porque nosotros, ¡Oh Yahuah! Hemos llegado a ser menos que cualquier nación, y en este día nos mantenemos humillados en todo el mundo a causa de nuestros pecados. 15 Tampoco hay en este momento príncipe, ni profeta, ni líder, ni ofrenda de humo ascendente, ni sacrificio, ni oblación, ni incienso, ni lugar para sacrificar ante ti, ni para hallar misericordia. 16 Sin embargo, con un corazón contrito y con un ruaj humilde, permite que seamos aceptos. 17 Como la ofrenda de humo ascendente de carneros y toros, y como de diez millares de corderos engordados, sea así en este día nuestro sacrificio delante tus ojos, y concédenos que podamos ir enteramente en pos de ti, porque no serán confundidos quienes ponen su confianza en ti. 18 Y ahora te seguimos con todo nuestro corazón; te tememos y buscamos tu rostro. 19 No nos avergüences, sino trata con nosotros según tu amorosa bondad y según la multitud de tus misericordias. 20 Líbranos también según tus maravillas, y glorifica tu nombre, ¡Oh Yahuah! y haz que sean avergonzados todos los que hacen daño a tus siervos; 21 y permite que sean confundidos en todo su poder y su fuerza, y deja que su fortaleza sea quebrantada; 22 hazles saber que eres Elohiym, el único Elohiym, y glorioso sobre todo el mundo”.

                  23 Y los siervos del rey que los encerraron, no cesaban de calentar el horno con resina, brea, estopa y leña, 24 de manera que la llama se extendió sobre el horno cuarenta y nueve codos, 25 y pasó y quemó aquellos Kasdiym que se encontraban cerca del horno. 26 Pero el ángel de Yahuah descendió al horno junto con Azaryahu y sus compañeros, y golpeó la llama de fuego del horno; 27 e hizo en medio del horno como un viento húmedo y silbante, de modo que el fuego no los tocó para nada, ni los lastimó, ni los turbó. 28 Entonces los tres, a una voz, alabaron, glori­ficaron y bendijeron a Elohiym en el horno, diciendo:

                  29 “Bendito eres, ¡Oh Yahuah! Elohiym de nuestros padres, y seas alabado y exaltado sobre todos los siglos. 30 Y bendito es tu nombre glorioso y kadosh, y seas alabado y exaltado sobre todo para siempre.

                  31 Bendito Tú en el Templo de tu gloria kadosh, y alabado y glorificado seas sobre todo para siempre.

                  32 Bendito eres Tú que contemplas las profundidades, y te sientas sobre los Keruviym; y seas alabado y exaltado sobre todo para siempre.

                  33 Bendito Tú, en el trono glorioso de tu Reino; y seas alabado y glorificado sobre todo para siempre.

                  34 Bendito Tú en la expansión del cielo, y sobre todo seas alabado y glorificado para siempre.

                  35 ¡Oh vosotras todas las obras de Yahuah, bendecid a Yahuah! alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  36 ¡Oh vosotros cielos! Bendecid a Yahuah; alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  37 ¡Oh, vosotros ángeles de Yahuah! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  38 ¡Oh todas vosotras, las aguas que estáis sobre los cielos! Bendecid a Yahuah; alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  39 ¡Oh vosotros todos, los poderes de Yahuah! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  40 ¡Oh vosotros, sol y luna! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  41 ¡Oh vosotras estrellas del cielo! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  42 ¡Oh, cada lluvia y rocío! Bendecid vosotras a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  43 ¡Oh vosotros todos los vientos! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  44 ¡Oh vosotros, fuego y calor! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  45 ¡Oh vosotros, invierno y verano! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  46 ¡Oh vosotros, rocío y tormentas de nieve! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  47 ¡Oh vosotros, noches y días! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  48 ¡Oh vosotros, luz y tinieblas! bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  49 ¡Oh vosotros, hielo y frío! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  50 ¡Oh vosotras, helada y nieve! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  51 ¡Oh vosotros relámpagos y nubes! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  52 ¡Oh, que la tierra bendiga a Yahuah! Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  53 ¡Oh vosotras montañas y colinas! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  54 ¡Oh, todas vosotras, las cosas que crecen en la tierra! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  55 ¡Oh vosotras montañas! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  56 ¡Oh, vosotros mares y ríos! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  57 ¡Oh vosotros, monstruos marinos, y todo lo que se mueve en las aguas! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  58 ¡Oh, todas vosotras, aves de los cielos! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  59 ¡Oh todas vosotras, bestias y ganado! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  60 ¡Oh vosotros, hijos de hombres! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  61 ¡Oh Yashar'el! Bendice a Yahuah. Alábalo y exáltalo sobre todo para siempre.

                  62 ¡Oh vosotros, sacerdotes de Yahuah! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  63 ¡Oh vosotros siervos de Yahuah! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  64 ¡Oh ruajot y almas de los justos! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.
                  65 ¡Oh hombres santos y humildes de corazón! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre.

                  66 ¡Oh Jananyahu, Azaryahu y Miysha'el! Bendecid a Yahuah. Alabadlo y exaltadlo sobre todo para siempre. Porque Él nos ha librado del She’ol, y nos salvó de las manos de la muerte, y en medio del horno, nos libró de la llama ardiente; incluso de en medio del fuego nos ha librado.

                  67 ¡Oh dad gracias a Yahuah! Porque Él es bondadoso; porque para siempre es su misericordia.

                  68 ¡Oh, todos vosotros los que adoráis a Yahuah, bendecid al Elohiym de elohiym, alabadlo y dadle gracias, porque su misericordia permanece para siempre!”