Tenemos una discusión interesante que tiene lugar en el Cefer Bere'shiyth (el Libro del Génesis) sobre el robo de ídolos por Rajel.
Bere'shiyth (Génesis) 31:17-19
Entonces Ya’akov se levantó, y montó את a sus hijos y a את sus mujeres sobre los camellos. 18 Y se llevó את todo su ganado, את todos los bienes que había obtenido, el ganado que había acumulado en Paddan Aram, para ir a ‘El-Yitsjak su padre en la tierra de Kena’an. 19 Y Laván fue a esquilar את sus ovejas; y Rajel hurtó את los terafiym que eran de su padre.
¿Por qué razón Rajel robaría los Terafiym (ídolos) que eran de su padre? ¿Era ella también una adoradora de ídolos? Veamos qué sucede aquí cuando Laván los alcanza en el camino.
Bere'shiyth (Génesis) 31:27-30
¿Por qué huiste en secreto, y te escabulliste de mi sin avisarme, pues podría haberte enviado con alegría y con canciones, con tamboril y con arpa? 28 ¿Y no me has permitido besar a mis hijos y a mis hijas? Has actuado tontamente al hacerlo. 29 Está en mi mano el hacerte daño. Pero el Elohiym de tu padre me habló anoche, diciendo: Ten cuidado de no hablar bien o mal a Ya’akov. 30 Y ahora, aunque necesitabas irte, pues anhelabas la casa de tu padre, ¿por qué has robado את mis elohiym?”
La respuesta de Ya'akov fue bastante arriesgada, no sabemos como hubiese respondido si hubiese sabido que era Rajel (Raquel) quien los había tomado.
Bere'shiyth (Génesis) 31:31-32
Y Ya’akov respondió y dijo a Laván: “Porque tenía miedo; pues dije: Tal vez me quite por la fuerza sus hijas. 32 Quienquiera que sea, con el cual encuentres את tus elohiym, ¡que no viva! ¡Delante de nuestros hermanos reconoce lo que es tuyo de lo que tengo conmigo, y ¡llévatelo!” Porque Ya’akov no sabía que Rajel se los había robado.
Rajel, por supuesto, ya había descubierto una forma de ocultar los terafiym de su padre, y logró hacerlo.
Bere'shiyth (Génesis) 31:34-35
Más Rajel había tomado את los terafiym, los había puesto en la silla de montar del camello, y se había sentado sobre ellos. Y Laván buscó en toda la tienda, pero no los halló. 35 Y ella dijo a su padre: “No se moleste mi adoniy que no pueda levantarme ante ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no encontró את los terafiym.
Si bien esto nos cuenta la historia, podemos leer una discusión más completa en el libro de Yashar:
Yashar (Jasher) 31:40-44
Rajel robó las imágenes de su padre, las tomó y las ocultó en el camello sobre el cual ella se sentó y siguió su camino. 41 Y esta es la manera en que se hacen las imágenes: Se toma un varón que sea primogénito y se le da muerte; se le rasura el pelo de la cabeza, se toma sal y salando la cabeza y ungiéndola con aceite, luego se toma una pequeña tableta de cobre o de oro y se escribe su nombre en ella; la tableta se coloca bajo su lengua y tomando la cabeza con la tableta bajo la lengua, se mete en la casa, se encienden luces delante de ella y se inclinan ante ella. 42 Y en el momento en que se postran ante ella, les responde todos los asuntos que le preguntan, mediante el poder del nombre que está escrito en ella. 43 Algunos hacen las imágenes de oro o plata con forma humana y acuden a ellas en tiempos conocidos por ellos; las figuras reciben la influencia de las estrellas y les dicen cosas futuras; de esta clase eran las imágenes que Rajel robó a su padre. 44 Rajel pues, robó estas imágenes que eran de su padre, para que Laván no pudiera saber por medio de ellas, adónde había ido Ya’akov.
Ahora, esta descripción también concuerda con el Targum Jonathan en Génesis, Capítulo 31, donde está escrito:
Y Labán había ido a esquilar su rebaño; y Rajel robó las imágenes. Porque habían matado a un hombre, un primogénito, y le habían cortado la cabeza; lo salaban con sal y bálsamos, y escribían encantamientos en una placa de oro, y lo ponían debajo de su lengua, y lo colocaban en la pared, y hablaba con ellos; y a ellos se inclinó su padre.
Pero, ¿era Rajel una adoradora de ídolos comprometida con la nigromancia de Laván? No. Ella quitó los ídolos para que Laván no supiera a través de ellos adónde había ido Ya'akov.
Con el testimonio de estos dos textos como testigos. . . el asunto queda definido.