Hemos decidido incluir al Cefer del Profeta Janok (también conocido como 1 Enoc) dentro de los confines del את CEFER. Mientras que algunos historiadores han rechazado a Janok (Enoc) como herético, Kefa Sheniy (2 Pedro) 2:4-5 indica que uno de los creyentes en Janok (Enoc) era el mismo Kefa, al afirmar ". . . Porque si Elohiym no perdonó a los ángeles que pecaron, mas los echó al She’ol y los entregó en cadenas a las tinieblas para que esperaran hasta el juicio de tormento. Y no perdonó al mundo antiguo, sino que salvó a Noaj, la octava persona, un predicador de rectitud, trayendo el diluvio al mundo de los malvados;..." La entrega de los ángeles a cadenas de oscuridad y el mantenerlos custodiados en tormento hasta el juicio, se discute primariamente en el Cefer Janok (Enoc).
Si bien la Biblia etíope, la más temprana colección completa de escrituras en el mundo, siempre ha contenido tanto a Janok (Enoc) como a Yovheliym (Jubileos), la decisión de incluir ambos libros se hizo más fácil cuando las versiones antiguas de Janok (Enoc) y (Jubileos) fueron encontrados en la Cueva 4 en Qumran en una colección ahora conocida como los Rollos del Mar Muerto. Algunos fragmentos son dispares, pero el texto etíope concuerda con estos fragmentos.
El nombre formal del libro dentro del את CEFER es: Cefer del Profeta Janok, el cual fue conocido por los primeros escritores cristianos, tal como lo indica la siguiente referencia a Janok 2:1:
Yahudah (Judas) 14-15
14 Y Janok, el séptimo desde A’dam, también profetizó acerca de esto, diciendo: "He aquí, Yahuah viene con decenas de miles de sus qodeshiym, 15 a ejecutar juicio sobre todos, y a condenar a todos los que son impíos de entre ellos, por sus obras impías, que impíamente han cometido; y por todas las duras palabras, que impíos pecadores han dicho contra Él."
La Epístola de Bernabé, el joven Origen, Clemente de Alejandría y Tertuliano, consideraron I Enoc como Escritura.
Tertuliano escribió en Sobre la autenticidad de la profecía de Janok: "Soy consciente de que la Escritura de Janok [Enoc], la cual ha asignado esta orden (de acción) a los ángeles, no es recibida por algunos, porque tampoco es admitida en el canon judío ...Pero en vista de que Janok, en la misma Escritura ha predicado igualmente acerca del Señor [Mashíaj], nada debe ser rechazado por nosotros, pues nos pertenece; y leemos que 'toda Escritura apta para la edificación está divinamente inspirada'... A estas consideraciones se agrega el hecho de que Janok posee un testimonio en el Apóstol Judas”.1
El llamado Nuevo Testamento (Brit Jadashah) hace referencia al Cefer Janok al menos 40 veces. Incluso varios de estas citas son directas, aunque no explícitamente atribuidas a Janok. En el Cefer Yahudah (Judas) 14-15, hay una cita directa, atribuida específicamente al propio Enoj. Muchos conceptos de Janok se encuentran en el Nuevo Testamento, como:
- Las fuentes de las aguas vivas, Yojanon (Juan) 4:13-14 / Enoj 49:1;
- El cielo nuevo y la tierra nueva, Jizayon (Apocalipsis) 21:1 / Enoj 93:16-17; y
- Varias de las bienaventuranzas. Mattithyahu (Mateo) 5, Luqas (Lucas) 6 / Janok 6:9, 96:8.
Además, hay importantes profecías mesiánicas establecidas en Janok:
Janok (Enoc) 39:5-6
5 En ese momento mis ojos contemplaron la morada de los elegidos, de verdad, de fe y de justicia. 6 Incontable será el número de los apartados y elegidos en presencia de Elohiym por los siglos de los siglos.
Janok (Enoc) 40:3-7
3 Entonces oí las voces de los que estaban sobre los cuatro costados magnificando a Yahuah de gloria. 4 La primera voz bendijo a Yahuah Tseva’oth por los siglos de los siglos. 5 Escuché a la segunda voz bendiciendo al Elegido y a los elegidos que sufren a causa de Yahuah Tseva’oth. 6 Y oí a la tercera voz pidiendo y orando por los que habitan sobre la tierra; y suplicaba el nombre de Yahuah Tseva’oth. 7 Y escuché a la cuarta voz que expulsaba a los ángeles impíos y les prohibía entrar en la presencia de Yahuah Tseva’oth, a hacer acusaciones contra los habitantes de la tierra.
Janok (Enoc) 45:3-4
3 En aquel día El Elegido se sentará en un trono de gloria y definirá sus condiciones y habitaciones sin número, mientras que sus ruajoth dentro de ellos se fortalecerán, cuando contemplen a mi Elegido para aquellos que han recurrido a mi Nombre Qadosh y Glorioso en busca de protección. 4 En aquel día haré que mi Elegido habite en medio de ellos; cambiará el cielo; lo bendecirá y lo iluminará para siempre.
Janok (Enoc) 49:1-4
La sabiduría brota como el agua y la gloria no decae delante de Él por los siglos de los siglos; porque es poderoso en todos los secretos de la justicia. 2 Pero la iniquidad desaparece como una sombra y no tiene refugio; porque El Elegido está delante de Yahuah Tseva’oth y su gloria es por los siglos de los siglos y su poder de generación en generación. 3 Con él habita el Ruaj Da’ath V’Jokmah, el Ruaj Ha’Toráh y Gevurah, y el ruaj de los que duermen en justicia; él juzgará las cosas secretas. 4 Y ninguno podrá pronunciar una sola palabra delante de él; porque El Elegido está en la presencia de Yahuah Tseva’oth, según su voluntad.
Janok (Enoc) 51:1-3
En aquellos días la tierra y el She’ol entregarán lo que recibieron y la destrucción restaurará lo que debe. 2 Escogerá de entre ellos a los justos y qodeshiym; porque el día de su yeshu’ah se ha acercado. 3 Y en aquellos días El Elegido se sentará en su trono, mientras que todo secreto de sabiduría y entendimiento procederá de su boca, porque Yahuah Tseva’oth lo ha dotado y lo ha glorificado.
Janok (Enoc) 55:5
¡Oh vosotros reyes! ¡oh poderosos! que habitáis en el mundo, contemplaréis a mi Elegido, sentado en el trono de mi gloria. Y él juzgará a Aza’zel, a todos sus asociados y a todas sus huestes, en el nombre de Yahuah Tseva’oth.
Janok (Enoc) 61:8-12
8 Entonces todos recibieron el mandamiento, arriba en los cielos; a quienes un poder combinado, voz, y esplendor como el fuego, les fueron dados. 9 Y primero, con voz lo bendijeron, lo exaltaron, lo glorificaron con sabiduría y le atribuyeron sabiduría con la palabra y con el aliento de vida. 10 Entonces Yahuah Tseva’oth sentó en el trono de su gloria al Elegido; 11 quien juzgará todas las obras de los qodeshiym en los cielos de arriba, y en una balanza ponderará sus acciones. Y cuando levante su rostro para juzgar sus caminos secretos, en la palabra del nombre de Yahuah Tseva’oth y su progreso en el camino del juicio justo de El Elyon, 12 levantarán su voz unida y bendecirán, glorificarán, exaltarán y alabarán, en el nombre de Yahuah Tseva’oth.
Janok (Enoc) 62:1
Yahuah ordenó a los reyes, a los príncipes, a los exaltados y a los que moran en la tierra, diciendo: “Abrid los ojos y alzad vuestros cuernos, si sois capaces de comprender al Elegido.
Ver también Cefer Janok (Libro de Enoj) 46:1-3; 48:2; 62:9-10; 63:15, 69:38-41; 70:1; 71:17; 48:11 y 52:4.
En Daniy'el 12:9-10, el texto se refiere a palabras que están selladas hasta el final de los tiempos:
Daniy'el (Daniel) 12:9-10
9 Y él dijo: “Sigue tu camino, Daniy’el, porque las palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin. 10 Muchos serán purificados, emblanquecidos y probados; mas los impíos obrarán impíamente, y ninguno de los impíos entenderá; mas los sabios comprenderán.
Janok (Enoc) 1:1
Palabra de la bendición de Janok, como bendijo a los elegidos y a los justos, que existirían en el tiempo de la angustia, rechazando a todos los injustos e inicuos. Janok, un hombre justo, quien con Elohiym, respondió y habló, mientras sus ojos eran abiertos, y contempló una visión qadosh en los cielos.
Además, Ezra Reviy`iy (2 Esdras, cuyo texto está contenido dentro del adjunto del CEFER) dice lo siguiente sobre el número de Ceferiym:
Ezra Reviy`iy (4 Ezra / 2 Esdras) 14:44-48
En cuarenta días escribieron noventa y cuatro ceferiym. 45 Y aconteció que cuando se cumplieron los cuarenta días, habló ‘El Elyon diciendo: “Lo primero que has escrito publica abiertamente, para que el digno e indigno puedan leerlo. 46 Pero reserva los últimos setenta, para que los entregues solo a aquellos que son sabios entre el pueblo; 47 porque en ellos está el manantial de la comprensión, la fuente de la sabiduría y la corriente del conocimiento.” Y así lo hice.
Poco a poco, el término "apócrifos", libros reservados solo para los sabios entre el pueblo, adquirió una connotación peyorativa, ya que a veces se cuestionaba la ortodoxia de estos libros ocultos. Orígenes (Com. En Matt. 10.18; p.13.881) hizo distinción entre libros que deberían leerse en adoración pública y libros apócrifos. Debido a que estos libros secretos a menudo se conservaron para su uso dentro de los círculos esotéricos de los creyentes de élite, muchos de los Padres de la iglesia "no iluminados" se encontraron fuera del ámbito de su comprensión y, por lo tanto, llegaron a aplicar el término "apócrifo" a lo que afirmaban ser obras heréticas, y por lo tanto prohibidas para ser leídas.
En el mundo protestante, la expresión: "los apócrifos", designó 15 obras; todas menos una, eran de origen hebreo y se encuentran principalmente en la Septuaginta (es decir, la traducción griega del ivriyt (hebreo) y en los textos arameos de "los setenta"). Hay una opinión respecto de que algunas partes de 2 Esdras son de origen cristiano o latino, y que el Cuarto libro de Macabeos fue fechado posteriormente. Aunque algunos de ellos fueron compuestos en el oriente en arameo o Ivriyt, no fueron aceptados en el canon judío (Tanakh) formado a fines del siglo II d.C. (Canonicity, 67: 31-35).
Los reformadores, influenciados por el canon judío del Antiguo Testamento, no consideraron estos libros en pie de igualdad con el resto de las Escrituras. Así surgió la costumbre de hacer de los apócrifos una sección separada en la Biblia protestante, o incluso de omitirlos por completo (Canonicity, 67:44-46). La visión católica expresada como una doctrina de fe en el Concilio de Trento, es que 12 de estas 15 obras (en una enumeración diferente, sin embargo) son Escrituras canónicas. Se llaman los libros deuterocanónicos (Canonicity, 67:21,42-43).
Muchos de los libros fueron excluidos debido a discrepancias con la formulación del calendario talmúdico, un calendario que estableció un nuevo año en el otoño, en lugar de en la primavera, como lo exige la Toráh. Además, el Concilio de Trento no tuvo el beneficio del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto.
Los libros de los apócrifos protestantes que no son aceptados por los católicos son 3-4 Ezra (1-2 Esdras), la Oración de Menashsheh y 3-4 Makkabiym (Macabeos).
Los apócrifos protestantes excluyen también a Janok, Yovheliym y Yashar. El tema del Cefer del profeta Janok, que trata sobre la naturaleza y los hechos de los ángeles caídos, enfureció tanto a los padres de la iglesia tardía, que Filastrius, en realidad lo condenó abiertamente como herético (Filastrius, Liber de Haeresibus, n. 108). Los rabinos tampoco se dignaron dar crédito a la enseñanza del libro sobre los ángeles. El rabino Shim`on ben Jocjai en el siglo II d.C. pronunció una maldición sobre quienes creyeran esto. (Delitzsch, p. 223). Entonces, el libro fue denunciado, prohibido, maldecido, quemado y destruido, y por último pero no menos importante, perdido (y convenientemente olvidado) durante mil años. Pero con una extraña persistencia, el Cefer del Profeta Janok encontró su camino de regreso a la circulación hace dos siglos.
En 1773, los rumores de una copia sobreviviente del libro llevaron al explorador escocés James Bruce a Etiopía. Fiel a los rumores, el Cefer del profeta Janok había sido preservado por la iglesia etíope, lo que lo colocó junto a los otros libros de la Biblia. Bruce aseguró no uno, sino tres copias etíopes del libro y las trajo de regreso a Europa y Gran Bretaña. Cuando en 1821 el Dr. Richard Laurence, profesor de ivriyt (hebreo) en Oxford, produjo la primera traducción al inglés de la obra, el mundo moderno tuvo su primera visión de los misterios prohibidos de Janok. Muchos estudiosos dicen que la forma actual de la historia en el Cefer del Profeta Janok fue escrita en algún momento durante el siglo II a. C. y fue popular durante al menos quinientos años. El primer texto etíope aparentemente estaba hecho de un manuscrito griego del Cefer del profeta Janok, que en sí era una copia de un texto anterior. Sin embargo, se cree que el original fue escrito en un idioma semítico (posiblemente paleo-ivriyt). El texto de Laurence es el texto subyacente dentro del CEFER, con interlineaciones comparativas de las ediciones de Charles y Knibb; creemos que la versión de Laurence es la más literal.
Aunque alguna vez se creyó que era post-cristiano (las similitudes con la terminología y las enseñanzas cristianas son sorprendentes), los descubrimientos recientes de fragmentos del libro entre los Rollos del Mar Muerto encontrados en Qumran demuestran que el libro existía antes de la época de Yahusha Ha 'Mashiaj. Pero la fecha de la escritura original en la que se basaron las copias de Qumran del siglo II a. C. está envuelta en la oscuridad. En una palabra, este es antiguo. Algunos historiadores afirman que el libro realmente no contiene las palabras auténticas del antiguo patriarca bíblico Janok, ya que (según las cronologías del Cefer Bere'shiyth (Libro del Génesis) habría vivido varios miles de años antes de la primera aparición conocida del libro atribuido a él. Dicha conclusión haría que el libro fuera seudo epígrafo, es decir, que fue atribuido a un autor que en realidad no lo escribió. Sin embargo, esta misma conclusión se puede aplicar a todas las obras de Mosheh.
A pesar de sus orígenes desconocidos, muchos seguidores de Yahusha, una vez aceptaron las palabras de este Cefer del Profeta Janok como Escritura auténtica, especialmente la parte sobre los ángeles caídos y su juicio profetizado. De hecho, muchos de los conceptos clave utilizados por el propio Yahusha parecen estar directamente relacionados con términos e ideas en el Cefer del profeta Janok. Por lo tanto, es difícil evitar la conclusión de que Yahusha no solo tenía conocimiento del Cefer del Profeta Janok, sino que también lo respetaba lo suficiente como para adoptar y elaborar sus descripciones específicas del Reino venidero y su tema del juicio inevitable que desciende sobre "los malvados"- el término usado a menudo en el Antiguo Testamento para describir a los Vigilantes.
Hay abundantes pruebas de que Yahusha aprobó el Cefer del profeta Janok. Más de cien frases en el Brit Chadashah (Nuevo Testamento) encuentran su origen en el Cefer del Profeta Janok. Otra evidencia notable de que los primeros seguidores de Yahusha aceptaban el Cefer del Profeta Janok se encuentra en una traducción precisa de Lucas 9:35, que describe la transfiguración del Mesías: Y salió una voz de la nube que decía: "Este es mi hijo amado: a él oid". Aparentemente, el traductor aquí deseaba hacer que este versículo estuviera de acuerdo con un versículo similar en Mateo y Marcos. Pero el verso de Lucas en el griego original usa la frase "ho eklelegmenos", que significa, literalmente, "el elegido": Por tanto, hemos traducido el verso como: Este es mi yajiyd, el elegido; a él oid.. El "Elegido" es un término más significativo (encontrado catorce veces) en el Cefer del Profeta Janok. Si el cefer era realmente conocido por los apóstoles de Ha'Mashiaj, con sus abundantes descripciones del Elegido que debería "sentarse en el trono de la gloria", y el Elegido que debería "habitar en medio de ellos", entonces se le otorga gran autenticidad a la escritura del Cefer del Profeta Janok cuando la "voz que sale de la nube" les dice a los apóstoles: "Este es mi yajiyd, el Elegido", el prometido en el Cefer del Profeta Janok.
El Cefer Yahudáh (Judas) menciona en el versículo 14 que Janok, el séptimo de Adán, profetizó. En el versículo 15, Yahudáh hace referencia al Cefer del profeta Janok 2:1, donde escribe: "...para juzgar a todos, para condenar a todos los que son malvados." La diferencia de tiempo entre Janok y Yahudáh es de aproximadamente 3400 años. Por tanto, la referencia de Yahudáh a las profecías janokianas da crédito a la idea de que estas profecías escritas estaban disponibles para él en ese momento.
El número de fragmentos de manuscritos de Janok que también se encontraron entre los Rollos del Mar Muerto fue de diez. Los famosos pergaminos en realidad comprenden solo una parte de los hallazgos totales en Qumran. Gran parte del resto era literatura janokiana, copias del Cefer del profeta Janok y otras obras apócrifas de la tradición janokiana, como el Cefer Yovheliym (Libro de los Jubileos).
El Cefer del profeta Janok también fue utilizado por escritores de otros textos apócrifos. La historia janokiana de los Vigilantes, también se menciona en los Testamentos de los Doce Patriarcas y en el Cefer Yovheliym (Jubileos). Una referencia indirecta aparece en el Cefer Baruk Sheniy (2 Baruj).
El Cefer del profeta Janok existió siglos antes del nacimiento de Ha'Mashiaj y, sin embargo, muchos lo consideran más mesiánico en su teología que judío. Fue considerado Escritura por muchos de los primeros seguidores del Mesías. La literatura más antigua de los "padres de la iglesia" está llena de referencias a este misterioso cefer. Los padres de la iglesia del siglo segundo y tercero como Justino Mártir, Ireneo, Orígenes y Clemente de Alejandría hicieron uso del Cefer del profreta Janok. Tertuliano (160-230 d.C.) llamó al Cefer del profeta Janok "Sagrada Escritura". La Iglesia etíope agregó el Cefer del profeta Janok a su canon oficial. Fue ampliamente conocido y leído en los primeros tres siglos después de Ha'Mashiaj.
1. Tertuliano, sobre la indumentaria de las mujeres, en The Ante-Nicene Fathers: Padres del siglo III: Tertuliano, parte cuarta; Minucio Félix; Comodo Origen, partes primera y segunda, ed. Alexander Roberts, James Donaldson y A. Cleveland Coxe, trad. S. Thelwall, vol. 4 (Buffalo, Nueva York: Christian Literature Company, 1885), 15.