27 Abril, 2024 | 19 Ziv (Iyyar)
PARASHÁ: Vayiqra (Levítico) 14:1 - 15:33
HABLÓ Yahuah a Moshéh, diciendo: 2 “Esta será la Toráh del leproso el día de su purificación. Será llevado al sacerdote. 3 El sacerdote saldrá del campamento; lo examinará y he aquí, si la afección de la lepra en el leproso se hubiere curado, 4 entonces el sacerdote ordenará tomar, para el que va a ser purificado, dos aves vivas, limpias, y madera de cedro, escarlata, e hisopo. 5 El sacerdote ordenará que una de את las aves sea degollada en una vasija de barro sobre aguas corrientes. 6 En cuanto al את ave viva, la tomará con את la madera de cedro, את la púrpura y את el hisopo, y los mojará junto con את el ave viva en la sangre del ave muerta sobre aguas corrientes. 7 Rociará siete veces sobre el que se está purificando de la lepra, lo declarará limpio, y soltará את el ave viva en el campo. 8 El que se está purificando lavará את sus vestidos, rasurará את todo su cabello, se lavará con agua y será limpio. Después de eso entrará en el campamento y permanecerá fuera de su tienda siete días; 9 pero al séptimo día rasurará את todo el cabello de את su cabeza, את su barba, את sus cejas את y todo su pelo. Lavará את sus ropas y lavará את su cuerpo con agua y será limpio. 10 Al octavo día tomará dos corderos sin defecto, una cordera de un año sin tacha y tres décimas de harina selecta mezclada con aceite para minjáh y un cuarto de aceite. 11 Y el sacerdote que lo purifica, presentará al את hombre que ha de ser purificado delante de Yahuah junto con esas cosas, a la puerta del Tabernáculo de la asamblea. 12 El sacerdote tomará את uno de los corderos y lo ofrecerá como ofrenda por la culpa, con את el cuarto de aceite, y lo presentará como ofrenda mecida delante de Yahuah. 13 Degollará את el cordero en el lugar donde se degüella את la ofrenda por el pecado y את la ofrenda de humo ascendente en el lugar qadosh; porque como la ofrenda por el pecado, así también la ofrenda por la culpa, pertenecen al sacerdote. Es cosa santísima. 14 El sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y untará el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo del pie derecho. 15 Asimismo el sacerdote tomará parte del cuarto de aceite y lo verterá en la palma de su mano izquierda, 16 mojará את su dedo derecho en el aceite que está en su mano izquierda, y rociará del aceite con su dedo siete veces delante de Yahuah. 17 El resto del aceite que tiene el sacerdote en su mano, lo pondrá sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha, sobre el dedo gordo de su pie derecho y sobre la sangre de la ofrenda por la culpa. 18 El sobrante del aceite que está en la mano del sacerdote, lo derramará sobre la cabeza del que se purifica, y el sacerdote hará expiación por él delante de Yahuah. 19 El sacerdote presentará את la ofrenda por el pecado y hará expiación por el que se purifica de su impureza. Después degollará את la ofrenda de humo ascendente. 20 Y el sacerdote ofrecerá את la ofrenda de humo ascendente y את la minjáh sobre el altar. El sacerdote hará expiación por él y será limpio. 21 Mas si fuere pobre y no tuviere para tanto, tomará un cordero para ser mecido como ofrenda por la culpa, para hacer expiación por él, y una décima parte de harina selecta mezclada con aceite para la minjáh y un cuarto de aceite; 22 también dos tórtolas, o dos palominos, según él pudiere. Uno será ofrenda por el pecado, y el otro, ofrenda de humo ascendente. 23 Al octavo día los llevará al sacerdote para ofrecerlos por su purificación, a la entrada del Tabernáculo de la asamblea, delante de Yahuah. 24 Y el sacerdote tomará את el cordero de la ofrenda por la culpa, y את el cuarto de aceite, y los mecerá como ofrenda mecida delante de Yahuah. 25 Entonces degollará את el cordero de la ofrenda por la culpa, tomará de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá en el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, en el pulgar de su mano derecha y en el dedo gordo de su pie derecho. 26 El sacerdote derramará aceite sobre la palma de su mano izquierda, 27 y rociará con su dedo derecho parte del aceite que tiene en su mano izquierda, siete veces delante de Yahuah. 28 Luego el sacerdote pondrá el aceite que tiene en su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha del que se purifica, sobre el pulgar de su mano derecha, sobre el dedo gordo del pie derecho y sobre la sangre de la ofrenda por la culpa. 29 Y el sobrante del aceite que está en la mano del sacerdote, lo pondrá sobre la cabeza del que se purifica, para hacer expiación por él delante de Yahuah. 30 Asimismo dependiendo de sus recursos, ofrecerá una de את las tórtolas o de los palominos; 31 את según él pudiere את uno para ofrenda por el pecado y את el otro como ofrenda de humo ascendente, con la minjáh. El sacerdote hará expiación por el que se purifica, delante de Yahuah. 32 Esta es la Toráh para aquel en quien estuviere la infección de lepra, cuya mano no pudiere obtener lo pertinente para su purificación”.
33 Habló Yahuah a ‘El-Moshéh y a ‘El-Aharón, diciendo: 34 “Cuando entraréis a la tierra de Kena`an, la cual os doy por posesión; y Yo pusiere la plaga de la lepra en una casa en la tierra de vuestra posesión, 35 el dueño de la casa irá y dará aviso al sacerdote, diciendo: ‘Me parece que hay lepra en la casa.’ 36 Entonces el sacerdote ordenará desocupar את la casa, antes que entre en ella para ver את la plaga, para que todo lo que haya en la casa no se torne impuro. Luego el sacerdote entrará para ver את la casa. 37 Y examinará את la mancha, y he aquí, si la lepra está en las paredes de la casa con manchas verdosas o rojizas, que parecen más hundidas que la pared, 38 el sacerdote saldrá a la puerta de la casa y la hará clausurar את por siete días. 39 El sacerdote volverá nuevamente al séptimo día, y la examinará; y si la mancha se ha extendido en las paredes de la casa, 40 el sacerdote ordenará remover את las piedras en las que está la plaga y las echarán en un lugar impuro fuera de la ciudad; 41 y את hará raspar la casa por dentro a su alrededor y את el polvo que recogieren, lo echarán fuera de la ciudad en un lugar impuro. 42 Luego tomarán otras piedras y las colocarán en el lugar de las piedras removidas; y tomarán mortero para revocar את la casa. 43 Pero si después de haber removido את las piedras, de haber raspado את la casa, y de haberla revocado, la lepra vuelve e irrumpe de nuevo en la casa, 44 entonces el sacerdote irá y la examinará. Si la lepra se ha extendido en la casa, es lepra maligna; está impura. 45 Por tanto, derribarán את la casa y את las piedras de ella, את la madera y את todo el mortero de la casa, los llevarán fuera de la ciudad, a un lugar impuro. 46 Además, el que entre en la casa todo el tiempo que esté clausurada, será inmundo hasta el atardecer. 47 Y aquel que se acueste en la casa, lavará את sus vestidos; y el que coma en la casa lavará את sus vestidos. 48 Si el sacerdote viene y la observa, y la lepra no se ha extendido en la casa, después que את la casa fue revocada, entonces el sacerdote la declarará את limpia, porque se ha curado de la lepra. 49 Para purificar את la casa, tomará dos pájaros, madera de cedro, escarlata e hisopo. 50 Degollará una de את las avecillas en una vasija de barro sobre aguas corrientes. 51 Tomará את la madera de cedro, את el hisopo, את la escarlata y את la avecilla viva, los mojará en la sangre de la avecilla muerta en las aguas corrientes y rociará la casa siete veces. 52 Purificará את la casa con la sangre de la avecilla, con las aguas corrientes, con la avecilla viva, con la madera de cedro, con el hisopo y con la escarlata. 53 Pero él soltará את la avecilla viva fuera de la ciudad en campo abierto. Hará expiación por la casa y será purificada. 54 Esta es la Toráh para toda clase de plagas de lepra y de afección eruptiva, 55 para la infección de una prenda de vestir y de una casa, 56 para una hinchazón, para una costra, y para una mancha blanquecina. 57 Para instruir cuando es impuro y cuando es limpio, esta es la Toráh sobre la lepra”.
CAPÍTULO 15
HABLÓ Yahuah a ‘El-Moshéh y a ‘El-Aharón, diciendo: 2 “Habla a los hijos de Yashar’el, y diles: Cualquier varón que tuviere flujo de su cuerpo, debido a su flujo será impuro. 3 Y esta será la impureza את en su flujo; ya sea que su cuerpo emita el flujo, o que su cuerpo se haya obstruido a causa del flujo, él será impuro. 4 Todo lecho, en el cual se acostare el que tuviere el flujo, será impuro. Todo en lo que se sentare, será impuro. 5 Cualquiera que tocare su lecho, lavará sus ropas y se bañará con agua, y quedará impuro hasta el atardecer. 6 El que se sentare sobre cualquier objeto donde se haya sentado el que tuviere el flujo, lavará su ropa, se bañará con agua y quedará inmundo hasta el atardecer. 7 Asimismo el que tocare el cuerpo del que tiene el flujo, lavará sus ropas, se bañará con agua y será inmundo hasta el atardecer. 8 Si el que tiene el flujo, escupiere sobre un varón limpio, entonces este lavará sus ropas, se bañará con agua y quedará inmundo hasta el atardecer. 9 Y la silla de cabalgar sobre la que cabalgare el que tuviere el flujo, será inmunda. 10 Quien tocare cualquier objeto que haya estado debajo de él, será inmundo hasta el atardecer; y el que llevare alguno de esos objetos, lavará sus ropas, se bañará con agua y será inmundo hasta el atardecer. 11 A quien toque el que tiene el flujo sin haberse lavado las manos con agua, lavará sus vestidos, se bañará con agua y quedará inmundo hasta el atardecer. 12 Y la vasija de barro que tocare el que tiene el flujo, será quebrada; y toda vasija de madera será lavada con agua. 13 Cuando se hubiere limpiado el que tiene el flujo; entonces contará para sí mismo siete días para su purificación, lavará sus ropas y lavará su cuerpo en aguas corrientes y quedará limpio. 14 Al octavo día, él llevará dos tórtolas o dos palominos, y se presentará ante Yahuah a la puerta del Tabernáculo de la asamblea, y se las entregará al sacerdote. 15 El sacerdote ofrecerá uno como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda de humo ascendente. Y el sacerdote hará expiación por él ante Yahuah, a causa de su flujo. 16 El hombre que tuviere emisión de semen, lavará את con agua todo su cuerpo, y quedará impuro hasta el atardecer. 17 Toda prenda de vestir, toda piel sobre la cual cayere la emisión de semen, será lavada con agua y será impura hasta el atardecer. 18 Cuando una mujer se acostare con un hombre y hubiere emisión de semen; ambos se bañarán con agua y serán inmundos hasta el atardecer.
19 Cuando una mujer tuviere flujo, y el flujo en su cuerpo fuere de sangre, será apartada por siete días; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta el atardecer; 20 todo aquello sobre lo que ella se acostare durante su aislamiento, será impuro. Todo aquello en lo que ella se sentare, será impuro. 21 Cualquiera que tocare su lecho, lavará su ropa, se bañará con agua y será impuro hasta el atardecer. 22 Cualquiera que tocare algo sobre lo que ella se hubiere sentado, lavará su ropa, se bañará con agua y será impuro hasta el atardecer, 23 y si estuviere sobre su lecho, o en cualquier lugar donde ella se siente, cuando él la tocare, será impuro hasta el atardecer. 24 Si alguno se acostare con ella y su menstruación cayere sobre él, será inmundo siete días; y todo lecho sobre el cual se acostare será impuro. 25 Si una mujer tuviere flujo de su sangre muchos días después del momento de su aislamiento, o si se prolonga más allá del tiempo de su separación, todos los días del asunto de su impureza serán como los días de su separación. Será impura. 26 Todo lecho sobre el cual se acostare todos los días de su flujo, será para ella como el lecho de su aislamiento. Y todo aquello sobre lo cual se sentare, será impuro, tal como la impureza de su separación. 27 Cualquiera que tocare esas cosas, será impuro y lavará sus vestidos, se bañará con agua y será impuro hasta el atardecer. 28 Pero si ella se hubiere limpiado de su flujo, entonces contará para sí misma siete días, y después de eso estará limpia. 29 Al octavo día, ella llevará dos tórtolas, o dos palominos al sacerdote, a la puerta del Tabernáculo de la asamblea. 30 Y el sacerdote ofrecerá, את uno como ofrenda por el pecado y את el otro como ofrenda de humo ascendente. El sacerdote hará expiación por ella ante Yahuah por el asunto de su impureza. 31 Así apartaréis a את los hijos de Yashar’el de sus impurezas; para que no mueran en su impureza, cuando profanaren את mi Tabernáculo que está entre ellos. 32 Esta es la Toráh de quien tuviere flujo, y de aquel que tuviere emisión de semen, y estuviere contaminado a causa de ello; 33 de la que estuviere enferma de su menstruación y del que tuviere את flujo, sea hombre o mujer, y del varón que se acostare con mujer impura.
HATORÁH: Melekiym Sheniy (2 Reyes) 7:3-20
Y había cuatro hombres leprosos a la entrada de la puerta, los cuales dijeron uno al otro: “¿Por qué estamos aquí sentados hasta que muramos? 4 Si decimos: Entraremos en la ciudad, entonces la hambruna está en la ciudad, y moriremos allí. Y si nos quedamos quietos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y caigamos sobre el campamento de los arammiym, si nos perdonaren la vida, viviremos; y si nos dieren muerte, moriremos”. 5 Se levantaron pues, en el ocaso para ir al campamento de los arammiym; y cuando llegaron a las afueras del campamento de Aram, he aquí, no había nadie allí 6 porque Yahuah había hecho que את el ejército de los arammiym, oyera estruendo de carros, ruido de caballos, y estruendo de un gran ejército; y se dijeron unos a otros: “¡He aquí, el rey de Yashar'el ha tomado a sueldo contra nosotros a את los reyes de los jittiym y a את los reyes de los mitsriym, para que vengan sobre nosotros!” 7 Por tanto, se levantaron en el ocaso y huyeron dejando את sus tiendas, את sus caballos, את sus asnos y el campamento como estaba, y huyeron por sus vidas. 8 Y cuando estos leprosos llegaron a las afueras del campamento, entonces entraron en una tienda y comieron y bebieron, y tomando de allí plata, oro y vestidos, fueron y los escondieron. Luego volvieron y entrando en otra tienda tomaron también de allí, y fueron y lo escondieron. 9 Entonces se dijeron el uno al otro: “No está bien lo que hacemos. Hoy es día de buenas noticias y nosotros callamos. Si esperamos hasta la luz del día, un mal vendrá sobre nosotros. Ahora pues, entremos y demos la noticia en la casa del rey”. 10 Entonces entraron y llamaron al portero de la ciudad, y les dieron aviso, diciendo: “Fuimos al campamento de los arammiym, y he aquí, no había allí hombre, ni voz de hombre, sino solo caballos atados y asnos atados, y las tiendas tal como estaban”. 11 Y hablaron a los porteros; y ellos lo anunciaron en la casa del rey.
12 Y levantándose el rey de noche dijo a sus siervos: “Ahora os mostraré את lo que los arammiym nos han hecho. Ellos saben que estamos hambrientos; por eso han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: ‘Cuando salgan de la ciudad, los atraparemos vivos y entraremos en la ciudad’”. 13 Y uno de sus sirvientes respondió y dijo: “Te ruego, permite que algunos tomen cinco de los caballos que quedan en la ciudad, (He aquí, ellos son como toda la multitud de Yashar'el que queda en ella; digo, como toda la multitud de Yashar'el que ha perecido) enviémoslos y veamos. 14 Tomaron pues, dos carros con caballos y el rey los envió tras el ejército de los arammiym, diciendo: “Andad y ved”. 15 Y ellos los siguieron hasta el Yardán; y he aquí, todo el camino estaba lleno de vestiduras y vasijas que los arammiym habían arrojado a toda prisa. Y los mensajeros volvieron y dieron aviso al rey. 16 Entonces el pueblo salió y tomó los despojos de את las tiendas de los arammiy, y se vendió una medida de harina fina por un shekel, y dos medidas de cebada por un shekel, conforme a la Palabra de Yahuah.
17 Y el rey puso את al príncipe en cuya mano se apoyaba, a cargo de la puerta; y el pueblo lo pisoteó en la puerta, y murió, conforme había dicho el varón de Elohiym, quien había hablado cuando el rey bajó a él. 18 Aconteció pues, conforme lo que el varón de Elohiym había hablado con el rey, diciendo: “Mañana, como a esta hora, habrá dos medidas de cebada por un shekel, y una medida de harina fina por un shekel, en la puerta de Shomerón”. 19 Y ese príncipe había respondido את al varón de Elohiym, diciendo: “He aquí, aun si Yahuah hiciera ventanas en el cielo, ¿Sucedería tal cosa?” Y él dijo: He aquí, tú lo verás con tus ojos, pero no comerás de ello”. 20 Y le ocurrió así, pues el pueblo lo pisoteó en la puerta y murió.
BESORÁH: Luqas (Lucas) 9:51 - 10:42
Y ocurrió que cuando llegó el tiempo en el que debía subir, afirmó su rostro incondicionalmente para ir a Yerushaláyim, 52 y envió mensajeros delante de él; y ellos fueron y entraron a una aldea de los shomeroniym, para hacer arreglos para él. 53 Pero no lo recibieron, porque su rostro era como de quien va a Yerushaláyim. 54 Y cuando sus talmidiym Ya`aqov y Yojanon vieron esto, dijeron: “Adonai, ¿Quieres que ordenemos que caiga fuego del cielo y los consuma, como hizo Eliyahu?” 55 Pero se volteó y los reprendió, y dijo: “No sabéis de que clase de ruaj sois, 56 porque el Hijo de A’dam no ha venido a destruir las vidas de los hombres, sino a salvarlas”. Y fueron a otra aldea.
57 Y sucedió que mientras iban por el camino, un hombre le dijo: “Adonai, te seguiré donde quiera que vayas”. 58 Y Yahusha le dijo: “Los zorros tienen cuevas, y las aves del cielo tienen nidos, mas el Hijo de A’dam no tiene donde descansar su cabeza”. 59 Y le dijo a otro: “Sígueme”. Pero él dijo: “Adonai, déjame primero ir a enterrar a mi padre”. 60 Yahusha le dijo: “Deja a los muertos, enterrar a sus muertos, mas ve y predica את el Reino de Elohiym”. 61 Y otro, también dijo: “Adonai, te seguiré, pero déjame primero ir a despedirme de los que están en mi casa”. 62 Y Yahusha le dijo: “Ninguno, que habiendo echado mano al arado, mira para atrás, es digno del Reino de Elohiym”.
CAPÍTULO 10
DESPUÉS de estas cosas, Adonai escogió otros setenta de nuevo, y los mandó de dos en dos, delante de él, a cada ciudad y lugar donde él iría. 2 Y por tanto, les dijo: “La cosecha es realmente grandiosa, mas los trabajadores son pocos; orad entonces vosotros, que ‘El-Yahuah de la cosecha, envíe trabajadores a su cosecha. 3 Tomad vuestros caminos; he aquí, os envío como corderos en medio de lobos. 4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y no saludéis a nadie por el camino. 5 Y en cualquier casa que entréis, decid primero: ‘Paz sea en esta casa’. 6 Y si hubiere un hijo de paz allí, vuestra paz se quedará, pero si no, retornará a vosotros. 7 Y posad en esa casa, comiendo y bebiendo lo que os dieren, porque el trabajador es digno de su paga. No os paséis de casa en casa. 8 Y en cualquier ciudad donde entréis, y os recibieren, comed lo que os pusieren delante, 9 y sanad a los enfermos que en ella hubiere, y decidles: ‘El Reino de Elohiym ha llegado a vosotros’. 10 Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os recibieren, salid por sus calles, y decid: 11 ‘Aún el mismo polvo de vuestra ciudad, que se nos ha pegado, sacudimos contra vosotros; sin embargo, podéis estar seguros de esto: el Reino de Elohiym ha llegado a vosotros’. 12 Mas os digo, que más será perdonado en ese día a Cedom, que a esa ciudad. 13 ¡Ay de ti, Koraziyn! ¡Ay de ti, Beyt Tsayad! porque si las obras poderosas hechas en vosotras hubieran sido hechas en Tsor y Tsiydon, se hubieran arrepentido hace mucho tiempo, sentados en cilicio y cenizas. 14 Pero el juicio será más tolerable a Tsor y Tsiydon, que a vosotras. 15 Y tú, Kafarnajum, que has sido exaltada a los cielos, serás arrojada al She’ol. 16 El que os oye, me oye, y el que os desprecia, me desprecia; y el que me desprecia, desprecia al que me envió”.
17 Y los setenta regresaron con alegría, diciendo: “Adonai, aún los demonios se sujetan a nosotros, en tu nombre”. 18 Y les dijo: “Vi a Satanás caer del cielo como relámpago. 19 He aquí, os he dado poder para hollar serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os dañará. 20 Sin embargo, no os regocijéis de que los ruajoth[1] están sujetos a vosotros; mas regocijaos en que vuestros nombres están escritos en el cielo”.
21 En esa hora Yahusha se regocijó en el ruaj,[2] y dijo: “Te agradezco, Oh, Padre, Yah del cielo y la tierra, que has ocultado את estas cosas a los sabios y prudentes, y las has revelado a infantes; así Padre, por lo tanto pareció bueno a tu vista. 22 Todas las cosas me son dadas por mi Padre; y nadie conoce quien es el Hijo, sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quiera revelar”.
23 Y se volteó hacia sus talmidiym y dijo privadamente: “Benditos son los ojos que ven las cosas que את vosotros veis, 24 porque os digo que muchos profetas y reyes han deseado ver esas cosas que את vosotros veis, mas no las han visto; y oír esas cosas que את vosotros oís, y no las han oído”.
25 Y he aquí, un sabio de la Toráh se levantó y lo tentó diciendo: “Rabbi,[3] ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?” 26 Le dijo: “¿Qué está escrito en la Toráh?, ¿qué lees?” 27 Y respondiendo, le dijo:
“Amarás a את Yahuah Elohayka con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente;[4]
y
a tu prójimo como a ti mismo”.[5]
28 Y le dijo: “Has respondido correctamente, has esto y vivirás”. 29 Pero él tratando de justificarse, le dijo a Yahusha: “¿Y quién es mi prójimo? 30 Y Yahusha respondiendo, dijo: “Un hombre descendía de Yerushalayim a Yeriyjo, y cayó en manos de ladrones, que lo despojaron de sus vestiduras y lo hirieron; y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Y por coincidencia, descendía un sacerdote por ese camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado. 32 Y así mismo, un leviyiy, cuando estaba en el lugar, llegó y lo miró, y pasó por el otro lado. 33 Pero un shomeroniy que transitaba, llegó donde él estaba y cuando lo vio, tuvo compasión de él; 34 se le acercó, y vendó sus heridas, aplicándole aceite y vino; y lo puso en su propia bestia y lo llevo a un mesón, y cuidó de él. 35 Y en la mañana cuando partía, sacó dos denarios y se los dio al mesonero y le dijo: ‘Cuida de él; y lo que gastes de más, cuando regrese te lo pagaré’. 36 ¿Quién pues, de estos tres, crees que fue el prójimo del hombre que cayó victima de los ladrones?” 37 Y dijo: “El que tuvo misericordia de él”. Entonces Yahusha le dijo: “Ve y haz lo mismo”.
38 Ahora bien, aconteció que mientras iban, entró en una aldea y una mujer llamada Martha lo recibió en su casa. 39 Y ella tenía una hermana llamada Miryam, que también se sentaba a los pies de Yahusha, y oía su palabra. 40 Pero Martha estaba sobrecargada de muchos quehaceres, y vino a él y le dijo: “Adonai, ¿No te importa que mi hermana me ha dejado sirviendo sola? Dile pues que me ayude”. 41 Y Yahusha respondió y le dijo: “¡Martha, Martha! Estás afanada y preocupada את por muchas cosas, 42 mas solo una cosa es necesaria y Miryam ha escogido esa parte buena, que no le será quitada”.
[1] Espíritus.
[2] Espíritu.
[3] Maestro.
[4] Devariym (Deuteronomio) 6:5.
[5] Vayiqra (Levítico) 19:18.