27 Enero, 2024 | 17 Asar Ashtay (Shevat)
PARASHÁ: Shemoth (Éxodo) 13:17 - 17:16
Y aconteció que cuando Far`oh dejó ir את al pueblo, Elohiym no los condujo por el camino de la tierra de los Pelishtiym, aunque estaba cerca, porque Elohiym dijo: “No sea que el pueblo se arrepienta cuando vea la guerra y se regrese a Mitsrayim.” 18 Mas Elohiym desvió את al pueblo por el camino del desierto del Mar Rojo, y los hijos de Yashar'el subieron armados de la tierra de Mitsrayim. 19 Y Moshéh llevó consigo את los huesos de Yosef; porque éste había hecho jurar solemnemente a את los hijos de Yashar’el, diciendo: “Elohiym ciertamente os visitará y llevaréis את mis huesos con vosotros.”
20 Y emprendieron su viaje desde Cukkoth, y acamparon en Etham, al borde del desierto. 21 Y Yahuah iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego, para alumbrarlos, a fin de que caminaran de día y de noche. 22 Nunca quitó la columna de nube de día, ni la columna de fuego de noche, de delante del pueblo.
CAPÍTULO 14
HABLÓ Yahuah a Moshéh, diciendo: 2 “Dí a los hijos de Yashar’el, que se vuelvan y acampen delante de Piy Ha-Jiyroth, entre Migdol y el mar, frente a Baal Tsefon, delante de él acamparéis junto al mar. 3 Porque Far`oh dirá de los hijos de Yashar’el: ‘Están enredados en la tierra, el desierto los ha encerrado.’ 4 Y endureceré el corazón de את Far`oh, que os perseguirá; y seré glorificado por medio de Far`oh y de todo su ejército; para que los mitsriym sepan que Yo soy Yahuah.” Y así lo hicieron.
5 Y se le dijo al rey de Mitsrayim que el pueblo había huido, y el corazón de Far`oh y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y dijeron: “¿Por qué hemos hecho esto? Hemos dejado ir a את Yashar’el para que no nos sirva.” 6 Y él unció את su carro y llevó a את su pueblo con él. 7 Tomó seiscientos carros escogidos, todos los carros de Mitsrayim con capitanes sobre todos ellos. 8 Y Yahuah endureció את el corazón de Far`oh, rey de Mitsrayim, y él persiguió a los hijos de Ya-shar’el. Y los hijos de Yashar’el habían salido con mano poderosa, 9 pero los mitsriym los persiguieron, todos los caballos y carros de Far`oh, sus jinetes y su ejército. Los alcanzaron mientras acampaban junto al mar, al lado de Piy Ha-Jiyroth, frente a Ba`al Tsefon.
10 Y cuando Far`oh se acercó, los hijos de Yashar’el alzaron את sus ojos y, he aquí, los mitsriym marchaban tras ellos; entonces los hijos de Yashar'el estaban muy atemorizados y clamaron a Yahuah. 11 Y dijeron a Moshéh: “Porque no había sepulcros en Mitsrayim, ¿nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, sacándonos de Mitsrayim? 12 ¿No te dijimos en Mitsrayim estas palabras: “Déjanos servir a את los mitsriym”? Porque era mejor para nosotros servir a את los mitsriym, que morir en el desierto.
13 Y Moshéh dijo al pueblo: ¡No temáis! Quedaos quietos y mirad את la yeshu`ah de Yahuah, la cual os mostrará hoy; pues את los mitsriym que habéis visto hoy, no los veréis nunca más. 14 Yahuah luchará por vosotros, y vosotros mantendréis vuestra paz.”
15 Yahuah dijo a Moshéh: “¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Yashar'el que avancen. 16 Levanta את tu vara y extiende את tu mano sobre el mar y divídelo; y los hijos de Yashar'el irán en tierra seca por en medio del mar. 17 He aquí, yo endureceré את los corazones de los mitsriym y los perseguirán; y me glorificaré en Far`oh y en todo su ejército, en sus carros y en sus jinetes. 18 Y los mitsriym sabrán que Yo soy Yahuah, cuando sea glorificado en Far`oh, en sus carros y en sus jinetes.”
19 Y el ángel de Elohiym, el cual marchaba delante del campamento de Ya-shar’el, se retiró y fue detrás de ellos; y la columna de nube salió de delante de ellos y se colocó detrás de ellos. 20 Y se interpuso entre el campamento de los mitsriym y el campamento de Yashar’el; y era una nube y tinieblas para aquellos, pero alumbraba de noche את a estos. Y en toda aquella noche no se acercaron el uno al otro. 21 Y Moshéh extendió su mano sobre el mar; y Yahuah hizo que את el mar se retirara con un fuerte viento oriental toda la noche, e hizo את del mar tierra seca, y las aguas se dividieron. 22 Los hijos de Ya-shar’el entraron en medio del mar sobre la tierra seca, y las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda.
23 Y los mitsriym los persiguieron, y entraron tras ellos hasta la mitad del mar, incluso todos los caballos de Far`oh, sus carros y sus jinetes. 24 Y aconteció que en la vigilia de la mañana, Yahuah miró el ejército de los mitsriym a través de la columna de fuego y de nube, y perturbó את el ejército de los mitsriym; 25 quitó las ruedas de sus carros, e hizo que condujeran con dificultad, de modo que los mitsriym dijeron: “Huyamos de la faz de Yashar'el; porque Yahuah lucha por ellos contra los mitsriym.”
26 Y Yahuah dijo a Moshéh: Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas vuelvan sobre los mitsriym, sobre sus carros y sobre sus jinetes. 27 Y extendió Moshéh su mano sobre el mar, y al amanecer, el mar recobró toda su fuerza; y los mitsriym al huir chocaban contra el mar; y Yahuah derribó a את los mitsriym en medio del mar. 28 Y volvieron las aguas, y cubrieron את los carros y את los jinetes, y todo el ejército de Far`oh que entró tras ellos en el mar. No quedó ni uno de ellos. 29 Pero los hijos de Yashar’el caminaron sobre tierra seca en medio del mar; y las aguas eran un muro para ellos a su derecha y a su izquierda. 30 Así Yahuah salvo ese día a את Yashar’el de la mano de los mitsriym, y Yashar’el vio את los mitsriym muertos a la orilla del mar. 31 Y Yashar'el vio את la gran obra que Yahuah ejecutó sobre los mitsriym y el pueblo temió a את Yahuah, y creyeron en Yahuah y en su siervo Moshéh.
CAPÍTULO 15
ENTONCES Moshéh y los hijos de Yashar’el cantaron את este cántico a Yahuah, y dijeron: “Cantaré a Yahuah, porque ha triunfado gloriosamente. Al caballo y a su jinete ha arrojado al mar. 2 Yah es mi fuerza y mi canción, Él ha sido mi yeshu`ah. Él es mi ‘El y le prepararé habitación. Él es el Elohai de mi padre y lo exaltaré. 3 Yahuah es varón de guerra; Yahuah es su nombre. 4 Él arrojó los carros de Far`oh y su ejército al mar. Sus capitanes elegidos también se ahogaron en el Mar Rojo. 5 Las profundidades del abismo los cubrieron, se hundieron en el fondo como una roca. 6 Tu diestra, ¡Oh Yahuah! ha sido magnificada en poder, tu diestra, ¡Oh Yahuah! ha despedazado al enemigo. 7 Con la grandeza de tu excelencia derribaste a los que se levantaron contra ti; enviaste tu ira que los consumió como hojarasca. 8 Al soplo de tus narices se amontonaron las aguas, se juntaron las corrientes como un montón, y las profundidades se cuajaron en el corazón del mar. 9 El enemigo dijo: “Perseguiré, apresaré, repartiré despojos. Mi deseo contra ellos se cumplirá. Desenvainaré mi espada, mi mano los destruirá.” 10 Pero soplaste con tu Ruaj y el mar los cubrió. Se hundieron como plomo en las aguas poderosas. 11 ¿Quién es semejante a ti, entre los elohiym? ¡Oh Yahuah! ¿Quién como tú, glorioso en santidad, terrible en alabanzas, hacedor de prodigios? 12 Extendiste tu diestra, la tierra los tragó. 13 En tu misericordia condujiste al pueblo que has redimido. Lo has guiado con tu fortaleza a tu sagrada morada. 14 El pueblo oirá y temblará. Pavor se apoderó de los habitantes de Pelehsheth. 15 Entonces los príncipes de Edom se asombrarán. De los poderosos de Mo'av, temblor se apoderará. Todos los habitantes de Kena`an se derretirán. 16 Caerá sobre ellos terror y espanto. A la grandeza de tu brazo quedarán inmóviles como una roca; hasta que tu pueblo haya pasado, ¡Oh Yahuah! hasta que haya pasado este pueblo, que has adquirido. 17 Tú los introducirás y los plantarás en la Montaña de tu heredad, en el lugar de tu morada, ¡Oh Yahuah! la cual has preparado en el Santuario, ¡Oh Yahuah!, que tus manos han afirmado. 18 Yahuah reinará eternamente y para siempre. 19 Porque Far`oh entró cabalgando con sus carros y sus jinetes en el mar, y Yahuah hizo volver את las aguas del mar sobre ellos; pero los hijos de Yashar’el pasaron en tierra seca en medio del mar.”
20 Y Miryam la profetisa, hermana de Aharón, tomó את el pandero en su mano; y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas. 21 Y Miryam les respondía: “Cantad a Yahuah, porque ha triunfado gloriosamente; al caballo y a su jinete ha arrojado al mar.” 22 Entonces Moshéh hizo que את Yashar’el partiera del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur. Y anduvieron tres días por el desierto, y no encontraron agua.
23 Y cuando llegaron a Marah, no pudieron beber las aguas de Marah, porque eran amargas; por eso se llamó su nombre Marah. 24 Y murmuró el pueblo contra Moshéh, diciendo: “¿Qué beberemos?” 25 Y él clamó a ‘El-Yahuah y Yahuah le mostró un árbol, el cual arrojó en las aguas y las aguas se endulzaron. Allí les hizo un estatuto y una ordenanza. Allí los probó, 26 y dijo: “Si oyereis atentamente la voz de Yahuah Elohaykem, e hiciereis lo recto delante de sus ojos, y diereis oído a sus mandamientos, y guardareis todos sus estatutos, ninguna de las enfermedades que envié sobre los mitsriym pondré sobre vosotros. Porque Yo soy Yahuah Rofe'ka.
27 Llegaron pues, a Eylim, donde había doce pozos de agua y setenta palmeras. Y ellos acamparon allí junto a las aguas.
CAPÍTULO 16
A LOS quince días del segundo mes después de su partida de la tierra de Mitsrayim, toda la asamblea de los hijos de Yashar’el partió de Eylim y llegó al desierto de Ciyn, que está entre Eylim y Ciynai. 2 Y toda la asamblea de los hijos de Yashar'el murmuró contra Moshéh y Aharón en el desierto. 3 Y los hijos de Yashar'el les dijeron: “Quisiéramos haber muerto por la mano de Yahuah en la tierra de Mitsrayim, cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne y cuando comíamos pan hasta saciarnos, porque vosotros nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre a את toda esta asamblea.”
4 Entonces Yahuah dijo a Moshéh: “He aquí, Yo haré llover pan de los cielos para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá la porción diaria, para que Yo los pruebe si han de caminar en mi Toráh o no. 5 Pero en el sexto día, juntarán את lo que han de traer, y será dos veces la cantidad de lo que recogen diariamente.” 6 Y Moshéh y Aharón dijeron a todos los hijos de Yashar'el: “Al anochecer, sabréis que Yahuah os ha sacado de la tierra de Mitsrayim; 7 y por la mañana, veréis את la gloria de Yahuah, porque Él oye את vuestras murmuraciones contra Yahuah. Porque ¿qué somos para que murmuréis contra nosotros?” 8 Y Moshéh dijo: “Esto lo veréis cuando Yahuah os dé carne para comer en la tarde y pan hasta saciaros por la mañana. Porque Yahuah escucha vuestras murmuraciones con las que habéis murmurado contra Él; pues ¿qué somos nosotros? את Vuestras murmuraciones no son contra nosotros sino contra Yahuah.”
9 Y Moshéh habló a ‘El-Aharón: “Di a toda la asamblea de los hijos de Yashar’el: Acercaos a la presencia de Yahuah, porque Él ha oído את vuestras murmuraciones.” 10 Y sucedió que cuando Aharón habló a toda la asamblea de los hijos de Yashar’el, ellos miraron hacia el desierto y, he aquí, la gloria de Yahuah apareció en la nube.
11 Y Yahuah habló a Moshéh, diciendo: 12 “He oído את las murmuraciones de los hijos de Yashar’el. Háblales, diciendo: ‘Al atardecer comeréis carne, y por la mañana seréis saciados de pan; y sabréis que Yo soy Yahuah Elohaykem.’” 13 Y aconteció que al anochecer subieron las codornices y cubrieron את el campamento, y por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14 Y cuando se evaporó la capa de rocío, he aquí, sobre la faz del desierto había una cosa redonda y menuda, tan pequeña como la escarcha en el suelo. 15 Y cuando lo vieron los hijos de Yashar’el, se decían unos a otros: “Esto es manná.” Porque no sabían qué era. Y Moshéh les dijo: “Este es el pan que Yahuah les ha dado para que coman.”
16 Esto es lo que Yahuah ha ordenado: “Recoged de él cada uno según lo que ha de comer, según el número de vuestras personas. Tomaréis cada uno para los de su tienda, un omer para cada uno.” 17 Y los hijos de Yashar’el así lo hicieron; algunos recogieron más, algunos menos. 18 Al medirlo con un omer, no sobraba al que recogía mucho, ni le faltaba al que recogía poco. Cada uno recogía según lo que había de comer. 19 Y Moshéh dijo: “Que nadie deje nada de él para la mañana.” 20 No obstante, no escucharon a Moshéh; y algunos guardaron parte de él hasta la mañana, pero crio gusanos y hedió. Y Moshéh se enojó con ellos. 21 Y lo recogían todas las mañanas, cada uno según lo que había de comer. Pero al calentar el sol, se derretía.
22 Y aconteció que al sexto día recogieron el doble de pan, dos omeres para cada uno; y todos los principales de la asamblea vinieron y se lo contaron a Moshéh. 23 Entonces él les dijo: “Esto es lo que Yahuah ha dicho: ‘Mañana es el descanso del Shabbath Qadosh para Yahuah. את Lo que habéis de hornear, horneadlo hoy; y את lo que habéis de cocinar, cocinadlo y את lo que sobre, guardadlo hasta la mañana. 24 Y lo guardaron hasta la mañana, como Moshéh había ordenado y no hedió, ni crio gusanos. 25 Y Moshéh dijo: “Comed esto hoy, porque hoy es Shabbath para Yahuah. Hoy no lo encontraréis en el campo. 26 Seis días lo recogeréis; pero en el séptimo día, que es el Shabbath, no hallaréis nada en el campo.”
27 Aconteció que al séptimo día salieron algunas personas para recoger y no hallaron nada. 28 Y Yahuah dijo a Moshéh: “¿Hasta cuándo rehusaréis guardar mis mandamientos y mi Toráh? 29 Mirad, Yahuah les ha dado el Shabbath, por lo tanto, en el sexto día Él os da pan para dos días. Permaneced todos en vuestro lugar. Nadie salga de su lugar en el séptimo día.” 30 Y el pueblo descansó en el séptimo día. 31 Y la casa de Yashar’el, llamó את su nombre manná. Y era como una semilla de cilantro, blanca; y su sabor era como hojuelas hechas con miel.
32 Y Moshéh dijo: “Esto es lo que Yahuah ha mandado: ‘Llenad un omer de él para ser preservado por vuestras generaciones; y que ellos vean את el pan que les di a comer en el desierto cuando os saqué de la tierra de Mitsrayim.” 33 Moshéh dijo a ‘El-Aharón: “Toma una vasija y pon en ella un omer de manná y colócalo delante de Yahuah, a fin de preservarlo por vuestras generaciones. 34 Aharón lo puso delante del Testimonio, para guardarlo; como Yahuah le había mandado a Moshéh. 35 Y los hijos de Yashar’el comieron את manná cuarenta años, hasta que entraron en la tierra habitada; comieron את manná, hasta que llegaron a los límites de la tierra de Kena`an. 36 Ahora bien, un omer es la décima parte de un efa.
CAPÍTULO 17
TODA la asamblea de los hijos de Yashar’el partió del desierto de Ciyn, por jornadas, de acuerdo con el mandamiento de Yahuah, y acamparon en Refiydiym. Y no había agua para que bebiera el pueblo. 2 Por lo cual el pueblo contendió con Moshéh y dijo: “Danos agua para que bebamos. Y Moshéh les dijo: ‘¿Por qué disputáis conmigo? ¿Por qué tentáis a את Yahuah?’” 3 Allí el pueblo tuvo sed de agua; y la gente murmuró contra Moshéh y dijo: “¿Por qué nos has hecho subir de Mitsrayim para matarnos de sed, a את nuestros hijos y את nuestro ganado?” 4 Y Moshéh clamó a ‘El-Yahuah, diciendo: “¿Qué haré con este pueblo? Están casi listos para apedrearme.” 5 Y Yahuah dijo a Moshéh: “Ve delante del pueblo, y toma contigo de entre los ancianos de Yashar’el. Toma tu vara, con la que golpeaste את el río, tómala en tu mano y anda. 6 He aquí, Yo estaré delante de ti allí sobre la roca en Jorev; y golpearás la roca y de ella saldrá agua para que el pueblo beba. Y Moshéh lo hizo a la vista de los ancianos de Yashar’el. 7 Y llamó el nombre del lugar Maccah y Meriyvah, porque los hijos de Yashar’el habían contendido y porque tentaron a את Yahuah, diciendo: “¿Está Yahuah entre nosotros, o no?”
8 Entonces vino Amaleq a pelear contra Yashar’el en Refiydiym. 9 Y Moshéh dijo a ‘El-Yahusha: “Escógenos varones y sal a luchar con Amaleq. Mañana estaré en la cima de la colina con la vara de Elohiym en mi mano. 10 Entonces Yahusha hizo lo que Moshéh le había dicho, y peleó con Amaleq. Y Moshéh, Aharón y Jur subieron a la cima de la colina. 11 Y sucedió que cuando Moshéh levantaba sus manos, Yashar’el prevalecía; y cuando él bajaba sus manos, Amaleq vencía. 12 Pero como las manos de Moshéh se le cansaban; ellos tomaron una piedra, la pusieron debajo de él y él se sentó sobre ella. Aharón y Jur le sostenían sus manos, el uno por un lado, y el otro por el otro. Y sus manos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol. 13 Y Yahusha deshizo a את Amaleq y a את su pueblo a filo de espada. 14 Y Yahuah dijo a Moshéh: “Escribe esto como memorial en un cefer, y repítelo a los oídos de Yahusha, porque borraré por completo את la memoria de Amaleq de debajo de los cielos.” 15 Y Moshéh construyó un altar y llamó su nombre Yahuah Nicciy, 16 Porque dijo: “Por cuanto Yah ha jurado que Yahuah tendrá guerra con Amaleq de generación en generación.”
HAFTORÁH: Shofetiym (Jueces) 4:4 - 5:31
Y en aquel tiempo, Deborah, la profetisa, mujer de Lappiydoth, juzgaba a את Yashar’el. 5 Ella acostumbraba sentarse bajo la palmera de Deborah entre Ramah y Beyt-El, en el monte Efráyim. Y los hijos de Ya-shar’el se acercaban a ella para ser juzgados.6 Entonces ella envió a llamar a Baraq, hijo de Aviyno`am, de Qedesh Naftaliy, y le dijo: “¿No ha mandado Yahuah Elohai de Ya-shar'el, diciendo: ‘Ve y dirígete hacia el monte Tavor y lleva contigo diez mil hombres de los hijos de Naftaliy y de los hijos de Zevulún? 7 Y Yo atraeré hacia ti, al arroyo Qiyshon, a את Ciycera, capitán del ejército de Yaviyn, con את sus carros y את su multitud; y lo entregaré en tus manos’” 8 Y Baraq le dijo: “Si vienes conmigo, entonces yo iré; pero si no vienes conmigo, entonces no iré.” 9 Y ella dijo: “Ciertamente iré contigo; no obstante el viaje que emprendas, no será para tu honor; porque Yahuah entregará a את Ciycera en manos de una mujer.” Y Deborah se levantó y se fue con Baraq a Qedesh.
10 Y Baraq llamó a את Zevulún y a את Naftaliy a Qedesh; y subió con diez mil hombres de a pie, y Débora subió con él. 11 Ahora bien, Jever, el qeyniy, el cual era de los hijos de Jovav, suegro de Moshéh, se había separado de los qeyniyiym y había plantado su tienda en la llanura de los tsa`ananniym, que está junto a את Qedesh. 12 Y le fue dado aviso a Ciycera que Baraq, hijo de Aviyno`am, había subido al monte Tavor. 13 Y juntó Ciycera, את todos sus carros, novecientos carros herrados, y a את todo el pueblo que estaba con él, desde Jarosheth de las otras naciones, hasta el arroyo de Qiyshon. 14 Entonces Débora dijo a Baraq: “¡Sube! Porque este es el día en que Yahuah ha entregado a את Ciycera en tus manos. ¿No ha salido Yahuah delante de ti?” Entonces Baraq bajó del monte Tavor y diez mil hombres lo siguieron. 15 Y Yahuah perturbó a את Ciycera, a את todos sus carros y a את todo su ejército, a filo de espada delante de Baraq; de modo que Ciycera se bajó de su carro y huyó a pie. 16 Pero Baraq persiguió los carros y al ejército hasta Jarosheth de las otras naciones. Y todo el ejército de Ciycera cayó a filo de espada hasta no quedar ninguno; 17 pero Ciycera huyó a la tienda de Ya’el, mujer de Jever el qeyniy, pues había paz entre Yaviyn, rey de Jatsor y la casa de Jever, el qeyniy.
18 Salió pues, Ya'el para encontrarse con Ciycera, y le dijo: “Entra mi adoniy, ven a mí; no temas.” Y cuando él vino hacia ella en la tienda, ella lo cubrió con una manta. 19 Y él le dijo: “Te ruego que me des a beber un poco de agua, pues tengo sed.” Y ella abrió את un odre de leche, se la dio a beber y lo cubrió. 20 Otra vez él le dijo: “Quédate en pie a la entrada de la tienda, y sucederá que si alguien viniere y te preguntare, diciendo: ‘¿Hay alguien aquí?’ Tú le responderás: No.” 21 Entonces Ya`el mujer de Jever, tomó את una estaca de la tienda, asió את un martillo en su mano, y fue calladamente hacia él y le metió את la estaca por las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba cansado y cargado de sueño; así murió. 22 Y he aquí, que mientras Baraq perseguía a את Ciycera, Ya’el salió a recibirlo y le dijo: “Ven, y te mostraré את al hombre que buscas.” Y cuando él entró en su tienda, he aquí que Ciycera yacía muerto con la estaca en sus sienes. 23 Así que ese día Elohiym sometió a את Yaviyn, rey de Kena`an ante los hijos de Ya-shar’el. 24 Y la mano de los hijos de Yashar'el prosperó y prevaleció contra Yaviyn, rey de Kena`an, hasta que destruyeron a את Yaviyn, rey de Kena`an.
CAPÍTULO 5
ENTONCES Deborah y Baraq, hijo de Aviyno`am cantaron ese día, diciendo: 2 “Alabado sea Yahuah por la venganza de Yashar’el, cuando el pueblo se ofreció voluntariamente. 3 Oíd, oh reyes; escuchad, oh cereniym. ¡Yo, a Yahuah cantaré; cantaré alabanzas a Yahuah Elohai de Yashar’el! 4 Yahuah, cuando saliste de Se'iyr, cuando saliste del campo de Edom, la tierra tembló y los cielos destilaron, las nubes también destilaron agua.”
5 “Las montañas se derritieron delante de Yahuah, aquel mismo Ciynai delante de Yahuah Elohai de Yashar’el. 6 En los días de Shamgar, hijo de Anath; en los días de Ya'el, los caminos quedaron desiertos, y los viajeros andaban por caminos apartados. 7 Los aldeanos cesaron, cesaron en Yashar’el, hasta que yo, Deborah, me levante como una madre en Yashar’el. 8 Escogieron nuevos elohiym; la guerra estaba a las puertas. ¿Se veía escudo o lanza entre cuarenta mil en Yashar’el? 9 Mi corazón está con los jefes de Yashar’el que se ofrecieron voluntariamente entre el pueblo. ¡Alabad a Yahuah! 10 Vosotros, los que cabalgáis sobre asnas blancas, que presidís en el juicio y andáis por el camino, hablad 11 del ruido de los arqueros en los abrevaderos; allí contarán las obras justas de Yahuah, las obras justas de sus aldeas en Yashar'el. Entonces el pueblo de Yahuah descenderá a las puertas.”
12 “¡Despierta, despierta, Deborah! ¡Despierta, despierta, entona un cántico! ¡Levántate, Baraq, y lleva cautivo a tu cautiverio, hijo de Aviyno`am! 13 Él hizo que los que quedaron del pueblo se enseñorearan sobre los nobles. Yahuah me hizo señorear sobre los poderosos. 14 De Efráyim brotaron sus retoños contra Amaleq. En pos de ti, Binyamiyn, entre tu pueblo. De Makiyr bajaron capitanes y de Zevulún los que escriben con pluma de escriba.”
15 “Y los príncipes de Yisshakar estaban con Deborah; también Yisshakar y Baraq. Él fue enviado a pie al valle. Entre las divisiones de Re’uven hubo grandes pensamientos del corazón. 16 ¿Por qué te quedaste entre los rediles, para oír los balidos de los rebaños? En las familias de Re’uven hubo grandes resoluciones del corazón. 17 Gil`ad moró más allá del Yardán, ¿y por qué Dan permaneció en barcos? Asher continuó a la orilla del mar, y moró en sus puertos. 18 Zevulún y Naftaliy fueron pueblos que despreciaron sus vidas hasta la muerte, en las alturas del campo. 19 Los reyes vinieron y pelearon, luego pelearon contra los reyes de Kena`an en Ta`anak por las aguas de Megiddo; mas no tomaron ganancia alguna de dinero. 20 Lucharon desde el cielo, las estrellas en sus órbitas lucharon contra Ciycera. 21 Los barrió el torrente de Qiyshon, ese antiguo torrente, el torrente de Qiyshon. ¡Oh alma mía, has marchado con poder! 22 Entonces se rompieron los cascos de los caballos por el estruendo, el estruendo de sus poderosos.”
23 “Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Yahuah. Maldecid severamente a sus habitantes, porque no acudieron a la ayuda de Yahuah, a la ayuda de Yahuah contra los poderosos. 24 Bienaventurada por encima de las mujeres, sea la mujer de Jever, el qeyniy. Sea bendita, sea ella por encima de las mujeres en la tienda. 25 Él pidió agua, y ella le dio leche. Ella le acercó mantequilla en un plato de nobles. 26 Puso su mano en la estaca, y su mano derecha en el martillo de los trabajadores; y con el martillo ella golpeó a Ciycera. Ella le golpeó la cabeza, cuando hubo perforado y atravesado sus sienes. 27 A sus pies se inclinó, cayó y quedó tendido. A sus pies él se inclinó, cayó; donde se inclinó, allí cayó muerto.”
28 “La madre de Ciycera miró por la ventana y lloró a través de la celosía. ¿Por qué tarda tanto en llegar su carro? ¿Por qué se detienen las ruedas de sus carros? 29 Sus damas sabias le replicaron: ¡Así es! pero ella se contestó a sí misma; 30 ¿No se han apurado? ¿No han dividido el botín? A cada uno, una doncella o dos. A Ciycera, ¿una prenda de diversos colores, una prenda recamada de diversos colores, de diversos colores recamada por ambos lados, encuentran para los cuellos de los que toman el botín? 31 Que perezcan todos tus enemigos, Oh Yahuah; pero los que te aman, sean como el sol cuando sale en su esplendor.” Y la tierra reposó cuarenta años.
BESORÁH: Mattithyahu (Mateo) 5:1-48
Y VIENDO las multitudes, se fue a lo alto de una montaña, y cuando se hubo sentado sus talmidiym vinieron a él, 2 y abrió su boca y les enseñó, diciendo:
3 “Bienaventurados son los pobres en ruaj, porque de ellos es el Reino de los Cielos.”
4 “Bienaventurados son los afligidos, porque serán consolados.”
5 “Bienaventurados son los humildes, porque recibirán la tierra por heredad.”
6 “Bienaventurados son los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.”
7 “Bienaventurados son los misericordiosos, porque recibirán misericordia.”
8 “Bienaventurados son los de corazón limpio, porque verán a Elohiym.”
9 “Bienaventurados son los hacedores de paz, porque serán llamados hijos de Elohiym.”
10 “Bienaventurados son los que padecen persecución por causa de la rectitud, porque de ellos es el Reino de los Cielos.”
11 “Bienaventurados sois cuando por mi causa los hombres os condenen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. 12 Gozaos y alegraos, porque grande es vuestra recompensa en los cielos, porque así ellos persiguieron a los que fueron profetas antes que vosotros.”
13 “Vosotros sois la sal de la tierra, pero si la sal pierde todo su sabor, ¿con qué será salada? Entonces no es buena para nada, sino que será echada fuera y pisoteada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre una colina, no se puede esconder. 15 Ni se enciende una vela y se pone debajo de un recipiente, sino en una menoráh; y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así alumbre vuestra luz sobre todos los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
17 “No penséis que he venido a anular את la Toráh o los profetas; no he venido para anular, sino para cumplir. 18 Porque de cierto os digo, que hasta que pasen cielo y tierra, ni una yod ni una tilde de la Toráh pasarán, hasta que todo se haya cumplido. 19 De manera, que el que quebrante el más pequeño de los mandamientos, y así enseñe a los hombres, será llamado muy pequeño en el Reino de los Cielos; mas el que los cumpla y los enseñe, será llamado grande en el Reino de los Cielos. 20 Porque os digo, que a menos que vuestra rectitud exceda la rectitud de los escribas y parashiym, no entraréis al Reino de los Cielos.”
21 “Oísteis que fue dicho por los antepasados:
‘No asesinarás’
Y cualquiera que asesine, estará expuesto a juicio; 22 Mas yo os digo, que cualquiera que se encolerice con su hermano sin ninguna causa, estará expuesto a juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, estará expuesto al concilio; pero cualquiera que le dijere: Necio, estará expuesto al fuego de Gey Hinnom. 23 Así que si trajeres tu ofrenda al altar, y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, 24 deja allí tu ofrenda frente al altar y ve por tu camino, reconcíliate primero con tu hermano y luego regresa y presenta tu ofrenda. 25 Reconcíliate pronto con tu adversario, mientras vas con él por el camino, no sea que tu adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión. 26 De cierto te digo, que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.”
27 “Oísteis que fue dicho por los antepasados:
‘No romperás el matrimonio.
28 Mas yo os digo, que el que mira a una mujer para codiciarla, ya ha quebrantado los votos matrimoniales con ella en su corazón. 29 Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácalo y tíralo; porque es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al Gey Hinnom. 30 Y si tu mano derecha te da oportunidad de pecar, córtala y tírala; porque es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al Gey Hinnom. 31 También fue dicho: “Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio.” 32 Mas yo os digo, que el que repudie a su mujer, salvo por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se case con la repudiada, adultera.”
33 “Además oísteis que fue dicho por los antepasados:
‘No jurarás en falso, sino cumplirás a Yah tus juramentos’
34 Mas yo os digo, no juréis falsamente ni por el cielo porque es el trono de Elohiym, 35 ni por la tierra porque es el estrado de sus pies, ni por Yerushalayim porque es la ciudad del gran Rey; 36 tampoco jurarás por tu cabeza porque no puedes hacer un cabello blanco o negro. 37 Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más que esto, procede del mal.”
38 “Oísteis que fue dicho:
‘Ojo por ojo, y diente por diente’
39 Mas yo os digo, no resistas al mal; antes, al que te hiera en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. 40 Y al que quisiera demandarte en juicio y tomar tu túnica, dale también tu capa. 41 Y al que te obligue a caminar una milla, ve con él dos, 42 y al que te pida, dale; y al que quisiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.”
43 “Oísteis que fue dicho:
‘Amarás a tu prójimo,
y odiarás a tu enemigo’.44 Mas yo os digo, amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿no hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis más que los otros? ¿no hacen también así los publicanos? 48 Sed pues vosotros perfectos, como vuestro Padre, que está en los cielos es perfecto.”