1 Junio, 2024 | 24 Sheliyshiy (Ciyvan)
PARASHÁ: Vayiqra (Levítico) 26:3 - 27:34
Si anduviereis en mis estatutos, y guardaréis את mis mandamientos y los pusiereis por obra, 4 entonces os daré lluvia a su debido tiempo, y la tierra producirá sus cosechas y los árboles del campo darán sus frutos. 5 Y vuestra trilla durará את hasta la vendimia, y la vendimia durará את hasta la siembra. Y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y habitaréis en vuestra tierra con seguridad. 6 Daré paz en la tierra y os acostaréis y nada os atemorizará, os daré una vida de Shabbath. Aunque el mal sea parte de la tierra, no habrá espada que pase por vuestra tierra. 7 Perseguiréis a את vuestros enemigos, y ellos caerán a espada delante de vosotros. 8 Cinco de vosotros perseguiréis a cien, y cien de vosotros haréis huir a diez mil. Vuestros enemigos caerán a espada delante de vosotros. 9 Porque os tendré en estima y os haré fructificar. Os multiplicaré y estableceré את mi pacto con vosotros. 10 Comeréis de lo muy añejo, y tendréis que sacar lo añejo para guardar lo nuevo. 11 Pondré mi Tabernáculo entre vosotros y mi alma no os abominará. 12 Caminaré entre vosotros y seré vuestro Elohiym, y vosotros seréis mi pueblo. 13 Yo soy Yahuah Elohaykem, que os sacó de la tierra de Mitsrayim para que no seáis esclavo de ellos. Yo he roto las ataduras de vuestro yugo, y os he hecho andar erguidos.
14 Mas si no me prestaréis atención, y no pusiereis por obra את todos estos mandamientos, 15 y si menospreciaréis mis estatutos, o si vuestra alma aborreciere את mis decretos, para no cumplirlos את con todos mis mandamientos, quebrantando así mi pacto, 16 Yo también haré esto con vosotros: pondré sobre vosotros terror, את extenuación y את calentura que consumirá vuestros ojos y traerá dolor al corazón. Sembraréis vuestra semilla en vano, porque vuestros enemigos la comerán. 17 Pondré mi rostro contra vosotros, y moriréis delante de vuestros enemigos. Los que os aborrecen se enseñorearán de vosotros; y huiréis aunque nadie os persiga. 18 Y si aún así no quisiereis escucharme, Yo os castigaré siete veces más por vuestros pecados. 19 Quebrantaré את la soberbia de vuestro poder; y tornaré את vuestro cielo como hierro y את vuestra tierra como bronce. 20 Vuestra fuerza se consumirá en vano, porque vuestra tierra no dará את su producto, ni los árboles de la tierra darán sus frutos.
21 Si no me escuchareis sino que anduviereis en oposición contra mí, Yo os añadiré siete veces más plagas de acuerdo con vuestros pecados. 22 También enviaré את bestias salvajes entre vosotros, que arrebatarán vuestros hijos, destruirán את vuestros ganados, os reducirán en número y vuestros caminos serán desolados. 23 Y si aún con estas cosas no os corrigiereis, sino que anduviereis en oposición contra mí, 24 también Yo procederé oponiéndome a vosotros y os azotaré siete veces por vuestros pecados. 25 Traeré sobre vosotros una espada vengadora a causa de mi pacto, cuando estuviereis reunidos dentro de vuestras ciudades, enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo. 26 Cuando Yo haya quebrado el sustento de vuestro pan, diez mujeres hornearán vuestro pan en un horno, y volverán a entregaros vuestro pan racionado, y comeréis, pero no os saciaréis. 27 Si aun con todo esto no me escuchareis sino que anduviereis en oposición contra mí, 28 también procederé con ira contra vosotros, y Yo mismo os castigaré siete veces por vuestros pecados. 29 Comeréis la carne de vuestros hijos y la carne de vuestras hijas también comeréis. 30 Destruiré את vuestros lugares altos y derribaré את vuestras imágenes, y arrojaré את vuestros cadáveres sobre los cadáveres de vuestros ídolos, pues mi alma os aborrecerá. 31 Convertiré את vuestras ciudades en ruinas y asolaré את vuestros santuarios. No oleré la fragancia de vuestro suave perfume. 32 Haré que את la tierra quede desierta, de modo que vuestros enemigos que moran en ella se asombrarán de esto. 33 Os esparciré entre las naciones y desenvainaré una espada tras vosotros. Vuestra tierra será asolada y vuestras ciudades serán destruidas. 34 Entonces la tierra gozará de את sus Sha-bbaths, mientras estuviere asolada, y vosotros estaréis en la tierra de vuestros enemigos. Entonces la tierra descansará y disfrutará את sus Shabbaths. 35 Todo el tiempo que estuviere asolada, descansará por lo que no reposó en את los Shabbaths cuando habitabais en ella. 36 Y a los que de vosotros quedaren vivos, infundiré tanto temor a sus corazones en las tierras de sus enemigos, que el sonido de una hoja sacudida los perseguirá. Huirán como se huye de la espada y caerán sin que nadie los persiga. 37 Tropezarán uno contra el otro, como huyendo ante la espada, cuando nadie los persiga. No tendréis fuerza para hacer frente a vuestros enemigos. 38 Pereceréis entre las naciones y la tierra de vuestros enemigos os devorará. 39 Y los que quedaren de vosotros serán consumidos en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y también por las iniquidades de sus padres serán consumidos con ellos. 40 Si confesaren את su iniquidad, y את la iniquidad de sus padres con la que ellos transgredieron contra mí, y también confesaren que ellos anduvieron en oposición contra mí, 41 y también que Yo he procedido en oposición contra ellos, llevándolos a la tierra de sus enemigos, si entonces sus corazones incircuncisos se humillaren, y luego aceptaren el castigo por את su iniquidad, 42 entonces recordaré את mi pacto con Ya`aqov, y también את mi pacto con Yitsjaq, y también con Avraham recordaré את mi pacto y me acordaré de la tierra. 43 También la tierra será abandonada por ellos, y disfrutará את sus Shabbaths, mientras esté sola sin ellos. Entonces ellos aceptarán el castigo de את su iniquidad, porque despreciaron mis decretos y porque su alma aborreció את mis estatutos. 44 Y aun con todo esto, cuando estuvieren en la tierra de sus enemigos, no los desecharé, ni los aborreceré para destruirlos por completo; ni romperé mi pacto con ellos, porque Yo soy Yahuah Elohayhem. 45 Pero por causa de ellos recordaré el pacto de sus antepasados, a quienes saqué de la tierra de Mitsrayim a los ojos de las naciones para ser su Elohiym. Yo soy Yahuah.” 46 Estos son los mandamientos, los decretos y la Toráh, que Yahuah estableció entre Él y los hijos de Yashar’el en el Monte Ciynai de la mano de Moshéh.
CAPÍTULO 27
1 HABLÓ Yahuah a Moshéh, diciendo: 2 “Habla a los hijos de Yashar’el y diles: Cuando alguno hiciere un voto especial a Yahuah, según la valoración de las personas que se hayan de redimir, lo estimarás. 3 Del varón desde los veinte hasta los sesenta años, tu valoración será cincuenta shekels de plata, según el shekel del Santuario. 4 Si fuere una mujer, entonces tu valoración será de treinta shekels. 5 Si fuere desde los cinco hasta los veinte años, tu valoración para el varón será de veinte shekels y para la hembra de diez shekels. 6 Si fuere desde un mes hasta los cinco años, tu valoración para el varón será de cinco shekels de plata, y para la hembra tu valoración será de tres shekels de plata. 7 Si es de sesenta años en adelante, si fuere varón, entonces tu valoración será de quince shekels, y para la mujer de diez shekels. 8 Pero si él es más pobre que su valoración, entonces se presentará ante el sacerdote, y el sacerdote lo valorará; conforme a la posibilidad del que hizo el voto, el sacerdote lo valorará. 9 Y si se tratare de un animal, del cual los hombres presentan ofrenda a Yahuah, todo lo que un hombre diere a Yahuah será qadosh. 10 Él no lo alterará, ni lo cambiará, ni bueno por malo, ni malo por bueno. Y si en algún momento cambiare animal por animal, entonces él y el cambiado, serán qodeshiym. 11 Si se tratare de un animal impuro, del cual no ofrecen sacrificio a Yahuah, él presentará את el animal ante el sacerdote, 12 Y el sacerdote lo valorará, ya sea bueno o malo, conforme la valoración del sacerdote, así será. 13 Pero si él lo redimiere por completo, entonces agregará una quinta parte del mismo a su valoración.
14 Cuando alguno apartare את su casa para consagrarla a Yahuah, entonces el sacerdote la valorará, ya sea buena o mala; como la valorare el sacerdote, así será. 15 Pero si el que la apartó deseare redimir את su casa, entonces agregará la quinta parte del precio de la valoración, y será de él. 16 Si alguno apartare para Yahuah parte de un campo de su posesión, entonces su valoración será de acuerdo con su siembra. Un omer de la siembra de cebada se valorará en cincuenta shekels de plata. 17 Si él apartare su campo desde el año del jubileo, según tu valoración, así se mantendrá. 18 Pero si él apartare su campo después del jubileo, entonces el sacerdote le calculará את el precio según los años que quedaren hasta el año del jubileo, y se rebajará de tu valoración. 19 Si el que apartó את el campo, de alguna manera quisiere redimirlo, entonces él agregará la quinta parte del precio de tu valoración, y así será de él. 20 Pero si él no redimiere את el campo, o si ha vendido את el campo a otro hombre, ya no será redimido. 21 Pero cuando el campo, quedare libre en el jubileo, será qadosh para Yahuah, como un campo dedicado. Será propiedad del sacerdote. 22 Si un hombre apartare para Yahuah את un campo que ha comprado, que no fuere de los campos de su herencia; 23 entonces el sacerdote calculará con él את el importe de su valoración hasta el año del jubileo. Aquel día él dará את el precio estimado. Es cosa consagrada a Yahuah. 24 En el año del jubileo, el campo retornará a aquel de quien fue comprado, a aquel a quien pertenecía la propiedad de la tierra. 25 Todas tus valoraciones serán según el shekel del Santuario. Veinte gerahs serán un shekel.
26 El primogénito de los animales que por la primogenitura es de Yahuah, nadie lo consagrará. Sea novillo u oveja, es de Yahuah. 27 Pero si fuere de los animales inmundos, entonces lo redimirá de acuerdo con tu valoración, y añadirá una quinta parte de él. Y si no fuere redimido, entonces se venderá de acuerdo con tu valoración. 28 Pero no se venderá ni se rescatará ninguna cosa sagrada, que alguno hubiere dedicado a Yahuah, de su propiedad, sea hombre como animal, o campo de su posesión. Todo lo consagrado es cosa santísima para Yahuah. 29 Ninguna persona dedicada al anatema, será redimida; ciertamente se le dará muerte. 30 Todo el diezmo de la tierra, fuere de la semilla de la tierra o del fruto del árbol, es de Yahuah. Es qadosh para Yahuah. 31 Si alguno quisiere rescatar algo de su diezmo, añadirá a él la quinta parte. 32 En cuanto aldiezmo de la manada o del rebaño, de todo lo que pasare bajo la vara, el diezmo será qadosh para Yahuah. 33 No mirará si es bueno o malo, ni lo cambiará; pero si de algún modo lo cambiare, entonces tanto él como su cambio serán qadosh. No será redimido. 34 Estos son los mandamientos que Yahuah ordenó a את Moshéh para los hijos de Yashar’el en el Monte Ciynai.
HAFTORÁH: Yirmeyahu (Jeremias) 16:19 - 17:14
¡Oh Yahuah!, mi fuerza, mi fortaleza y mi refugio en el día de la aflicción; las otras naciones vendrán ante ti desde los confines de la tierra y dirán: ‘Ciertamente nuestros padres han heredado mentiras, vanidad y cosas en las cuales no hay provecho; 20 ¿hará el hombre elohiym para sí mismo, no siendo ellos elohiym? 21 Por lo tanto, he aquí les haré saber esta vez; haré que conozcan את mi mano y את mi poder y sabrán que mi nombre es Yahuah.”
CAPÍTULO 17
1 “EL pecado de Yahudáh está escrito con una pluma de hierro y con la punta de un diamante está grabado sobre la tabla de su corazón y sobre los cuernos de sus altares, 2 mientras sus hijos hacen memoria de sus altares y sus pilares de Asherah por los árboles frondosos en las altas colinas. 3 Oh montaña mía en el campo, tus riquezas y todos tus tesoros entregaré al saqueo, por el pecado de tus lugares altos a lo largo de todo tu territorio. 4 Y tú, tú misma, serás privada de tu herencia que te di; y haré que sirvas a את tus enemigos en tierra que no conoces; porque encendiste en mi ira un fuego que arderá para siempre.”
5 Así dice Yahuah: “Maldito el hombre que confía en el hombre, y hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aleja de Yahuah; 6 porque será como el enebro en el desierto, y no verá cuando venga el bien; sino que habitará en lugares secos en el desierto, en una tierra salada y no habitada. 7 Dichoso el hombre que confía en Yahuah y cuya esperanza es Yahuah. 8 Porque será como un árbol plantado por las aguas, que extiende sus raíces junto al río, y no verá cuando llegue el calor, sino que su hoja será verde; y no tendrán cuidado en el año de sequía, ni cesará de dar fruto.
9 El corazón es engañoso sobre todas las cosas, y desesperadamente perverso; ¿quién puede conocerlo? 10 Yo Yahuah escudriño el corazón; pruebo la mente para dar a cada hombre según sus caminos, y conforme al fruto de sus obras. 11 Como la perdiz que se sienta sobre los huevos y no los incuba, así el que acumula riquezas sin tener derecho, las abandonará a la mitad de sus días y al final de su vida será necio.
12 Un glorioso trono alto desde el principio es el lugar de nuestro santuario. 13 ¡Oh Yahuah esperanza de Yashar’el! Todos los que te abandonan serán avergonzados y los que se aparten de mí serán escritos en la tierra, porque han abandonado a את Yahuah, fuente de aguas vivas. 14 ¡Sáname Oh Yahuah y seré sano! ¡Sálvame y seré salvo! Porque tú eres mi alabanza.
BESORÁH: Luqas (Lucas) 14:1 - 15:32
Y SUCEDIÓ, que mientras entraba en la casa de uno de los jefes de los parashiym, para partir el pan en el Shabbath, lo observaban. 2 Y he aquí, había un hombre delante de él que tenía hidropesía. 3 Y Yahusha respondiendo, habló a los doctos de la Toráh, y a los parashiym, diciendo: “¿Es lícito sanar en el Shabbath?” 4 Y callaron. Entonces, él lo tomó, lo sanó y lo dejó ir; 5 y les respondió, diciendo: “¿Quién de vosotros, si su buey, o su asno cayere en un pozo en Shabbath, no lo sacaría de inmediato?” 6 Y de nuevo, no pudieron responderle a estas palabras.
7 Y les presentó una parábola a los que estaban invitados, cuando vio como escogían los mejores puestos, diciéndoles: 8 “Cuando alguien te invite a unas bodas, no te sientes en el mejor puesto; no sea que un hombre más honorable que tú haya sido invitado; 9 y el que los invitó a ti y al otro, venga y te diga: ‘Da a este hombre el puesto’; y tú con vergüenza, debas tomar el puesto más inferior. 10 Mas cuando seas invitado, ve y siéntate en el puesto más inferior, de manera que cuando el que te invitó llegue, te diga: ¡Amigo, sube! Entonces, serás alabado en presencia de los que se sienten a comer contigo. 11 Porque el que se exalta a sí mismo, será humillado; y el que se humilla a sí mismo, את será exaltado.”
12 Luego, dijo al que lo invitó: “Cuando hagas una cena, o una comida, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a ti, y te sea hecha compensación. 13 Mas cuando hagas un banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos; 14 y serás bendecido, porque ellos no pueden compensarte; y serás recompensado en la resurrección de los justos.”
15 Y cuando uno de los que se sentó a la mesa con él, escuchó estas palabras, le dijo: “Bendito es el que comerá pan en el Reino de Elohiym.” 16 Y le dijo: “Un hombre hizo una gran cena, e invitó a muchos; 17 y envió a sus siervos a la hora de la cena, para que dijeran a los invitados: ¡Venid, ya todas las cosas están listas! 18 Y todos comenzaron a dar pretextos de la misma manera. El primero le dijo: ‘he comprado un terreno, y debo ir a verlo; te ruego que me excuses’. 19 El otro dijo: ‘he comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses’. 20 Y otro dijo: ‘me he casado, y por lo tanto, no puedo ir’. 21 El siervo volvió y le dijo estas cosas a su adoniy. Entonces, el adoniy de la casa enojado, le dijo a su siervo: ‘Ve presto, por las plazas y calles de la ciudad y trae aquí a los pobres, a los mancos, a los tullidos, y a los ciegos’. 22 Luego, el siervo dijo: ‘Adoniy, está hecho como me has encomendado y aún hay espacio’. 23 Y el adoniy le dijo al siervo: ‘Ve por los caminos y los vallados y oblígalos a venir, para que mi casa se llene; 24 porque os digo, que ninguno de esos hombres que fueron invitados, probará mi cena’.”
25 Y habían grandes multitudes con él, y se volteó y les dijo: 26 “Si algún hombre viene a mí, mas no aborrece a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aún también a su propia vida, no puede ser mi talmiyd. 27 Y cualquiera que no tome su cruz, y venga en pos de mí, no puede ser mi talmiyd; 28 porque ¿quién de vosotros, intentando edificar una torre, no se sienta primero y planea el costo, para saber si tiene suficiente para terminarla? 29 No suceda, que después de haber tendido la base y no pueda terminarla, todos los que la vean, empiecen a burlarse de él, 30 diciendo: ‘Este hombre empezó a edificar, y no fue capaz de terminar’. 31 O, ¿Cuál rey, yendo a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y consulta, si él con diez mil, puede enfrentar al que viene con veinte mil? 32 O de lo contrario, cuando el otro está aún lejos, le manda un representante, deseando condiciones de paz. 33 Así pues, cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que tiene, no puede ser mi talmiyd.
34 La sal es buena, pero si la sal ha perdido su sabor, ¿con qué será sazonada? 35 No sirve ni para la tierra, ni para el muladar, mas la arrojan fuera. El que tiene oídos para oír, que oiga.”
CAPÍTULO 15
1 LUEGO se le acercaron todos los publicanos y los pecadores, a escucharlo. 2 Y los parashiym y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe pecadores y come con ellos.”
3 Y les contó esta parábola, diciendo: 4 “¿Quién de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las otras noventa y nueve en el desierto, y va tras la que está perdida, hasta encontrarla? 5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros, alegrándose. 6 Y cuando llega a casa, llama a sus amigos y vecinos, diciéndoles: ‘Alegraos conmigo, porque he encontrado mi oveja, que estaba perdida’. 7 Os digo, que más gozo habrá en los cielos por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento.
8 O ¿Qué mujer, que teniendo diez piezas de plata, si pierde una, no enciende una vela, y barre la casa, y busca diligentemente, hasta encontrarla? 9 Y cuando la ha encontrado, llama a sus amigos, y a sus vecinos, diciendo: ‘Alegraos conmigo, porque he encontrado את la pieza que había perdido’. 10 Así mismo, os digo que hay gozo en la presencia de los ángeles de Elohiym por un pecador que se arrepiente.”
11 Y dijo: “Un hombre tenía dos hijos. 12 Y el menor de ellos, dijo a su padre: ‘Padre, dame la porción de los bienes que me corresponde’. Y dividió entre ellos, sus bienes. 13 Y no muchos días después, el menor reunió todas las cosas y partió hacia una provincia lejana, y allí desperdició sus fondos, viviendo desordenadamente. 14 Y cuando había gastado todo, se levantó una tremenda hambruna en la provincia, y le empezó a faltar. 15 Y fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquella provincia; y él lo envió a sus terrenos, a alimentar a los cerdos. 16 Y deseaba llenar su vientre con las sobras que los cerdos comían; mas nadie se las dio. 17 Y volviendo en sí, dijo: ‘¿Cuántos jornaleros de mi padre tienen suficiente pan para comer y convidar, y yo perezco de hambre? 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ‘Padre he pecado contra el cielo y contra ti, 19 y ya no soy digno de ser llamado tu hijo, hazme como uno de tus jornaleros’. 20 Y se levantó, y volvió donde su padre. Pero estando aún a una gran distancia, su padre lo vio y tuvo compasión, corrió, y se echó en su cuello, y lo besó. 21 Y el hijo le dijo: ‘Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti, y ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo’. 22 Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Traed la mejor ropa y ponédsela, y poned un anillo en su mano y zapatos en sus pies. 23 Y traed el becerro gordo, y matadlo; comamos y hagamos fiesta, 24 porque este, mi hijo, estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y ha sido hallado’. Y empezaron a celebrar. 25 Mientras tanto, su hijo mayor estaba en el campo, pero llegando, se acercó a la casa y escuchó música y baile. 26 Y llamó a uno de los siervos y preguntó que significaban estas cosas. 27 Y él le dijo: ‘Tu hermano ha vuelto, y tu padre ha matado el becerro gordo, porque lo ha recibido sano y salvo’. 28 Y se enojó y no entró; por tanto el padre salió y le preguntó. 29 Y respondiendo, le dijo a su padre: ‘Todos estos años te he servido, no he transgredido en ningún momento ninguno de tus mandamientos, y aún así nunca me has dado un cabrito para celebrar con mis amigos. 30 Pero tan pronto regresó tu hijo, después de haber desperdiciado todo tu dinero con prostitutas, has matado para él, el becerro gordo’. 31 Y le dijo: ‘Hijo, tu estás siempre conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. 32 Era menester celebrar y regocijarnos, porque este, tu hermano, estaba muerto y ha revivido; estaba perdido y ha sido hallado’.”