13 Mayo, 2023 | 24 Ziv (Iyyar)
Behar
PARASHÁ: Vayiqra (Levítico) 25:1 - 26:2
CAPÍTULO 25
1 HABLÓ Yahuah a Moshéh en el monte Ciynai, diciendo: 2 “Habla a los hijos de Yashar’el y diles: Cuando entréis a la tierra que Yo os doy, la tierra guardará un Shabbath a Yahuah. 3 Seis años sembraréis vuestro campo, y seis años podaréis vuestra viña, y recogeréis את vuestros frutos; 4 pero el séptimo año será Shabbath de reposo de la tierra, Shabbath para Yahuah. No sembraréis vuestro campo, ni podaréis vuestra viña. 5 No cosecharéis את lo que de vuestro campo creciere espontáneamente, ni recogeréis את las uvas de los sarmientos de vuestra vid. Es año de reposo para la tierra. 6 El Shabbath de la tierra os será para alimento. Para vosotros, para vuestro siervo, para vuestra sierva, para vuestro siervo a sueldo y para el forastero que morare con vosotros, 7 para vuestro ganado, y para el animal que estuviere en vuestra tierra. Todo su fruto será para alimento.
8 Y contaréis siete Shabbaths de años, siete veces siete años. El tiempo de los siete años de Shabbaths os será cuarenta y nueve años. 9 El décimo día del séptimo mes, haréis sonar el shofar del jubileo. En Yom Kippuriym harás sonar el shofar por toda vuestra tierra. 10 Santificaréis את el año cincuenta, y proclamaréis en toda vuestra tierra, libertad a todos sus moradores. Será para vosotros un jubileo, y cada uno volverá a su propiedad, y cada cual volverá a su familia. 11 El quincuagésimo año os será jubileo. No sembraréis, ni cosecharéis את lo que brotare espontáneamente, ni recogeréis en él uvas de את vuestra vid, 12 porque es jubileo. Será qadosh para vosotros. Comeréis את el fruto del campo. 13 En este año de jubileo cada uno volverá a su propiedad. 14 Y si vendiereis algo a vuestro prójimo, o compraréis de la mano de vuestro prójimo; no os oprimiréis את el uno al otro. 15 Conforme al número de años posteriores al jubileo, compraréis de vuestro prójimo y él os venderá según el número de años de los frutos. 16 Conforme aumenten los años multiplicaréis su precio, y según disminuyeren los años, disminuiréis el precio de la misma. Porque según el número de las cosechas, él os venderá. 17 Por tanto, no os oprimiréis את uno al otro; sino temeréis a vuestro Elohiym, porque Yo soy Yahuah Elohaykem.
18 Cumpliréis את mis estatutos, y guardaréis את mis decretos, y los pondréis por obra para que habitéis en la tierra con seguridad. 19 La tierra dará su fruto, comeréis hasta saciaros y habitaréis en ella con seguridad. 20 Si dijereis: ‘¿Qué comeremos el séptimo año? He aquí, no sembraremos, ni recogeremos את nuestras cosechas.’ 21 Entonces, os enviaré את mi bendición en el sexto año, y ésta dará fruto para את tres años. 22 Sembraréis את el octavo año, y comeréis fruto añejo hasta el noveno año; hasta que viniere vuestra cosecha, comeréis del fruto añejo.
23 La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra es mía. Porque vosotros sois forasteros y peregrinos para mí. 24 En toda la tierra de vuestra posesión otorgaréis derecho de rescate de la tierra.
25 Si tu hermano fuere tan pobre, que tuviere que vender parte de su posesión, si alguno de sus parientes viniere a redimirlo, entonces él rescatará את lo vendido por su hermano. 26 Si el hombre no tuviere quien lo redimiere, l mismo podrá redimirlo; 27 entonces, contará את los años desde su venta, devolverá lo que faltare את al comprador y volverá a su posesión. 28 Pero si no pudiere restituirlo, entonces lo que fue vendido quedará en la mano del que lo compró hasta el año del jubileo; y en el jubileo ésta quedará libre, y él volverá a su posesión. 29 Si uno vendiere una vivienda en una ciudad amurallada, podrá redimirla al término de un año entero después de su venta. Podrá redimirla al año completo. 30 Y si no fuere redimida en el espacio de un año completo, entonces la casa en la ciudad amurallada quedará a perpetuidad al comprador y a sus descendientes. No quedará libre en el jubileo. 31 Pero las casas de las aldeas que no tuvieren murallas alrededor se contarán como los campos de la tierra. Podrán ser redimidas y quedarán libres en el jubileo. 32 Pero en cuanto a las ciudades de los Leviyiym y las casas de las ciudades de su propiedad, los Leviyiym podrán redimirlas en cualquier momento. 33 Si alguno comprare de los Leviyiym, entonces la casa que fue vendida y la ciudad de su posesión, quedarán libres en el año del jubileo. Porque las casas de las ciudades de los Leviyiym son su posesión entre los hijos de Yashar'el. 34 Mas el campo en los alrededores de sus ciudades no podrá ser vendido; porque es su posesión perpetua.
35 Y si tu hermano empobreciere y cayere en miseria en medio de ti, entonces lo sostendrás como a un extranjero o forastero, para que él pueda vivir contigo. 36 No le cobrarás interés ni usura; antes bien temerás a tu Elohiym; y tu hermano vivirá contigo. 37 No le darás את tu dinero a usura, ni con ganancia le darás tu alimento. 38 Yo Soy Yahuah Elohaykem, que os sacó de la tierra de Mitsrayim, para daros את la tierra de Kena`an y para ser vuestro Elohiym.
39 Y si tu hermano que vive cerca de ti empobreciere, y se vendiere a ti; no lo obligarás a servir como esclavo; 40 sino como siervo a sueldo. Estará contigo como peregrino, y te servirá hasta el año del jubileo. 41 Luego saldrá libre de ti, él y sus hijos con él, y volverá a su propia familia y a la posesión de sus padres, 42 porque ellos son mis siervos, los cuales saqué de la tierra de Mitsrayim; no serán vendidos como esclavos. 43 No te enseñorearás de él con dureza; sino temerás a tu Elohiym. 44 Los siervos y siervas, que tuviereis, serán de las naciones que te rodean. De ellos compraréis siervos y siervas. 45 Además podréis comprarlos de los hijos de los forasteros que moren entre vosotros. Compraréis de las familias de ellos nacidos en vuestra tierra. Y ellos serán vuestra posesión. 46 Y los dejaréis como herencia para vuestros hijos después de vosotros como posesión hereditaria. Ellos serán vuestros siervos perpetuamente. Pero en cuanto a vuestros hermanos, los hijos de Yashar’el, no os enseñorearéis unos sobre otros con dureza.
47 Y si el extranjero o forastero se enriqueciere en medio de ti, y tu hermano que vive junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que mora contigo, o a la familia del forastero, 48 después de que se haya vendido, podrá ser redimido. Uno de sus hermanos podrá redimirlo, 49 o su tío, o el hijo de su tío, podrá redimirlo, o cualquiera que sea pariente cercano a él de su familia podrá redimirlo; o si pudiere, él mismo podrá redimirse. 50 Hará la cuenta con aquel que lo compró, desde el año en que fue vendido hasta el año de jubileo; y su precio de venta será de acuerdo al número de años, conforme los días de un jornalero. 51 Si aún quedaren muchos años, conforme a ellos devolverá para su rescate el dinero por el cual se vendió. 52 Y si quedaren pocos años hasta el año del jubileo, contará con él, y según sus años le devolverá el precio de את su rescate. 53 Estará con él como siervo que trabaja a jornal año por año. El otro no se enseñoreará duramente sobre él delante de tus ojos. 54 Si no fuere redimido en estos años, saldrá libre en el año de jubileo, tanto él como sus hijos con él. 55 Porque para mí los hijos de Yashar’el son siervos. Ellos son mis siervos los cuales saqué de la tierra de Mitsrayim. Yo soy Yahuah Elohaykem.
CAPÍTULO 26
1 NO os haréis ídolos ni imágenes talladas, ni erigiréis estatuas, ni haréis ninguna imagen de piedra en vuestra tierra para inclinaros ante ella, porque Yo soy Yahuah Elohaykem.
2 Guardaréis את mis Shabbaths, y tendréis reverencia en mi Santuario. Yo soy Yahuah.
HAFTORÁH: Yirmeyahu (Jeremías) 32:6-27
6 Entonces Yirmeyahu dijo: “La Palabra de Yahuah vino a mí diciendo: 7 He aquí, Janam'el, el hijo de Salum, tu tío vendrá a ti, diciendo: Cómprame את mi heredad que está en Anathoth porque el derecho de redención es tuyo para comprarlo. 8 Entonces, el hijo de Janam'el mi tío vino a mí en el patio de la guardia de acuerdo con la Palabra de Yahuah, y me dijo: Te ruego que compres את mi campo que está en Anathoth, que se halla en la tierra de Binyamiyn, porque el derecho de heredad es tuyo, para comprarlo; cómpralo para ti. Entonces supe que esta era la Palabra de Yahuah. 9 Y compré el את campo de Janam’el hijo de mi tío, que estaba en Anathoth, y le pesé את el dinero: diecisiete shekels de plata. 10 Y suscribí la evidencia, la sellé y tomé testigos y le pesé el dinero en la balanza. 11 Así que tomé את la evidencia de la compra, tanto את la que estaba sellada conforme a la ordenanza y la costumbre, como la את que estaba abierta; 12 y le entregué את la evidencia de la compra a Baruk, hijo de Neriyahu, hijo de Ma`aseyahu, a la vista de Janam'el, el hijo de mi tío y en presencia de los testigos que suscribieron el documento de la compra, ante todos los yahudiym que se encontraban en el patio de la prisión.
13 Y encargué a את Baruk ante ellos, diciendo: 14 “Así dice Yahuah Tseva’oth, el Elohai de Yashar’el: “Toma את estas evidencias את de la compra, tanto la את que está sellada, como la את que está abierta; y ponlas en una vasija de barro, para que permanezcan muchos días.” 15 Pues así dice Yahuah Tseva’oth, el Elohai de Yashar’el: “Casas, campos y viñedos serán comprados de nuevo en esta tierra.”
16 Ahora bien, cuando entregué את la evidencia de la compra a Baruk, hijo de Neriyahu, oré a ‘El-Yahuah, diciendo: 17 “¡Ah, Adonai Yahuah! He aquí, has hecho את los cielos y את la tierra con tu gran poder y brazo extendido, y no hay nada demasiado difícil para ti; 18 muestras misericordia a miles, y retribuyes la iniquidad de los padres en el seno de sus hijos después de ellos: Ha'Gadol, Ha’el Gibbor, Yahuah Tseva’oth, es su nombre. 19 Gran consejero y poderoso en obras, porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para darles a todos según sean sus caminos y según el fruto de sus obras; 20 que realizaste señales y prodigios en la tierra de Mitsrayim, hasta este día, y en Yashar'el, y entre otros hombres; y te has hecho un nombre, como en este día; 21 y has sacado a את tu pueblo את Yashar’el de la tierra de Mitsrayim con señales, con maravillas, con mano fuerte y con brazo extendido y con gran terror, 22 y les has entregado את esta tierra, la cual juraste a sus padres que les darías, tierra que fluye leche y miel; 23 y entraron y la poseyeron; pero no obedecieron tu voz, ni caminaron en tu Toráh; no han hecho nada de את todo lo que les ordenaste que hicieran; por lo tanto, has hecho que את les venga todo este mal. 24 He aquí los terraplenes de asedio; han venido a la ciudad para tomarla y la ciudad es entregada en mano de los kasdiym, que luchan contra ella, con la espada, la hambruna y la pestilencia; y lo que has hablado ha sucedido y he aquí, tú lo ves. 25 Y me has dicho, oh Adonai Yahuah: Compra el campo por dinero y toma testigos, en tanto que la ciudad es entregada en manos de los kasdiym.”
26 Luego vino la Palabra de Yahuah a ‘El-Yirmeyahu, diciendo: 27 “He aquí, Yo soy Yahuah, el Elohai de toda carne; ¿hay algo demasiado difícil para mí?”
BESORÁH: Luqas (Lucas) 13:1-33; Yojanon (Juan) 10:22-42
CAPÍTULO 13
1 ALLÍ estaban presentes, en ese mismo tiempo, unos que le contaban acerca de los galiyliym, cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios. 2 Y Yahusha, respondiendo, les dijo: “¿Suponéis que estos galiyliym eran más pecadores que todos los galiyliym, porque sufrieron estas cosas? 3 Os digo: No; pero a menos de que os arrepintáis, todos pereceréis de la misma manera. 4 O aquellos dieciocho, sobre los cuales cayó la torre de Shiloaj, y los mató ¿pensáis que eran más pecadores que todos los hombres que habitan en Yerushaláyim? 5 Os digo: No; pero a menos de que os arrepintáis, todos pereceréis de la misma manera.”
6 Y también dijo esta parábola: “Un hombre tenía una higuera plantada en su viña; y llegó y buscó fruto en ella, y no encontró nada. 7 Luego le dijo al viñador: ‘He aquí, hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no encuentro ninguno, ¡córtala! ¿Por qué sobrecargar את el suelo?’ 8 Y respondiendo, le dijo: ‘Mi adoniy, déjala también este año, hasta que cave alrededor y la abone; 9 y si da fruto, bien; y si no da, después la cortarás’.” 10 Y estaba enseñando en una de las sinagogas en el Shabbath.
11 Y he aquí, había una mujer que tenía un ruaj de enfermedad por dieciocho años, y estaba encorvada; y no podía levantarse. 12 Y cuando Yahusha la vio, la llamó y le dijo: “Mujer, estás libre de tu enfermedad.” 13 Y puso sus manos sobre ella, y de inmediato se enderezó, y glorificó a Elohiym. 14 Y el dirigente de la sinagoga respondió con indignación, porque Yahusha había sanado en el Shabbath, y dijo a la gente: “Hay seis días en los que el hombre debe trabajar en ellos, por tanto venid y sed sanados, mas no en el Shabbath.” 15 Entonces, Adonai le respondió, y dijo: “¡Hipócrita! ¿Acaso cada uno de vosotros en el Shabbath, no desata a su buey, o a su asno del establo, y lo lleva a beber? 16 ¿Y no debe esta mujer, siendo una hija de Avraham, a quien Satanás ha atado estos dieciocho años, ser liberada de esta atadura en el Shabbath?” 17 Y cuando dijo estas cosas, todos sus adversarios se avergonzaron; y toda la gente se regocijó ante todas las cosas gloriosas que hacía.
18 Luego dijo: “¿A qué se parece el Reino de Elohiym, y a qué le compararé? 19 Es como un grano de mostaza, que un hombre tomó y lo echó a su jardín, y creció, y se convirtió en un gran árbol; y las aves del cielo anidaron en sus ramas.” 20 Y de nuevo dijo: “¿A qué compararé את el Reino de Elohiym? 21 Es como levadura, que una mujer tomó, y la escondió en tres medidas de harina, hasta que todo se hubo fermentado.” 22 Y pasaba por todas las ciudades y aldeas, enseñando mientras viajaba hacia Yerushaláyim. 23 Entonces, uno le dijo: “Adonai, ¿Son pocos los que se salvan?” Y les dijo:
24 “Esforzaos para entrar por la puerta estrecha; porque os digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. 25 Una vez el adoniy de la casa se levante y cierre la puerta, los que estáis afuera comenzaréis a tocar a la puerta, diciendo: ¡Adonai, Adonai, ábrenos! Responderá y os dirá: ‘No conozco de dónde sois’. 26 Y empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido en tu presencia, y has enseñado en nuestras calles’. 27 Mas dirá: ‘Os digo, no conozco de dónde sois; alejaos de mí, vosotros hacedores de iniquidad’. 28 Habrá llanto y crujir de dientes, cuando veáis a את Avraham, a Yitsjaq, a Ya`aqov y a את todos los profetas en el Reino de Elohiym, y vosotros seáis arrojados fuera. 29 Y vendrán desde el este, y desde el oeste, desde el norte, y desde el sur, y se sentarán en el Reino de Elohiym. 30 Y he aquí, hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos.”
31 El mismo día llegaron unos de los parashiym, diciéndole: “Sal y vete de aquí, porque Herodes te matará.” 32 Y les dijo: “Id y decid a aquella zorra: “He aquí, echo demonios, y efectúo sanidades hoy y mañana, y al tercer día habré consumado mi obra. 33 Sin embargo, debo seguir hoy, mañana, y al día siguiente, porque no es posible que un profeta muera fuera de Yerushaláyim.
Yojanon (Juan) 10:22-42
22 Era entonces en Yerushalayim la Fiesta de Janukkah; era invierno 23 y Yahusha andaba por el Templo, en el Portal de Shalomah. 24 Entonces lo rodearon los yahudiym y le dijeron: “¿Cuánto más nos harás dudar? Si tú eres Ha’Mashiaj, simplemente dinos.” 25 Yahusha les respondió: “Os lo dije y no creísteis; las obras que hago en nombre de mi Padre, dan testimonio de mí. 26 Mas no creéis porque no sois de mis ovejas, como os lo he dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz y las conozco y me siguen; 28 y yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie las arrancará de mi mano. 29 Mi Padre, que me las dio, es superior a todos; y nadie las puede arrancar de la mano de mi Padre. 30 Yo y mi Padre somos yajad.” 31 Entonces los yahudiym de nuevo tomaron piedras para apedrearlo. 32 Yahusha les respondió: “Os he mostrado muchas buenas obras de mi Padre; ¿por cual de ellas me apedreáis?” 33 Los yahudiym le respondieron diciendo: “Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú siendo hombre, te haces את Elohiym.” 34 Yahusha les respondió: “¿No está escrito en las Escrituras: ‘Yo dije:
vosotros sois elohiym?’
35 Si llamó elohiym, a quienes fue dada la Palabra de Elohiym, y la Escritura no puede ser quebrantada, 36 ¿decís a aquel, a quien el Padre ha santificado y enviado al mundo: ‘Tú blasfemas’, porque dije que soy el Hijo de Elohiym? 37 Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; 38 pero si las hago, aunque no me creáis, creed en las obras; para que sepáis y creáis que el Padre está en mí y yo en Él.” 39 Por tanto, procuraron de nuevo arrestarlo, pero él se escapó de sus manos, 40 y de nuevo partió hacia el otro lado del Yardán, al lugar donde por primera vez Yahujanon bautizó y permaneció allí. 41 Y muchos acudieron a él y decían: “Yahujanon no hizo ninguna obra poderosa, mas todas las cosas que habló de este hombre eran verdad.” 42 Y muchos creyeron en él allí.
Beha'alotja
PARASHÁ: Bemidbar (Números) 8:1 - 12:16
CAPÍTULO 8
1 HABLÓ Yahuah a ‘El-Moshéh, diciendo: 2 “Habla a ‘El-Aharón, y dile: ‘Cuando enciendas las lámparas, las siete lámparas alumbrarán al frente de את la menoráh. 3 Y así lo hizo Aharón; él encendió las lámparas hacia adelante de la menoráh, como Yahuah había ordenado a את Moshéh. 4 Esta era la hechura de la menoráh, de oro labrado desde su tallo hasta sus flores, una obra labrada, según el modelo que Yahuah había mostrado a את Moshéh. Así hizo את la menoráh.’”
5 Y habló Yahuah a Moshéh, diciendo. 6 “Toma a los את Leviyiym de entre los hijos de Yashar’el, y purifícalos. 7 Así harás con ellos para purificarlos: Rociarás agua de purificación sobre ellos, que hagan pasar navaja por todo su cuerpo, que laven sus vestidos, y así se purificarán. 8 Luego tomarán un novillo con su minjáh, harina selecta mezclada con aceite, y tomarás otro novillo para la ofrenda por el pecado. 9 Traerás a את los Leviyiym ante el Tabernáculo de la asamblea, y reunirás a את toda la asamblea de los hijos de Yashar'el, 10 y presentarás a את los Leviyiym ante Yahuah, y los hijos de Yashar’el pondrán את sus manos sobre los Leviyiym. 11 Entonces Aharón presentará a את los Leviyiym ante Yahuah como una ofrenda de los hijos de Yashar'el, para que cumplan את el ministerio de Yahuah. 12 Los Leviyiym את pondrán sus manos sobre las cabezas de los novillos, y presentarás את uno como ofrenda por el pecado y את el otro como ofrenda de humo ascendente a Yahuah, para hacer expiación por los Leviyiym. 13 Luego harás estar en pie a את los Leviyiym delante de Aharón y delante de sus hijos, y los ofrecerás como ofrenda a Yahuah. 14 Así separarás a את los Leviyiym de entre los hijos de Yashar’el; y los Leviyiym serán míos. 15 Después de eso, los Leviyiym entrarán para cumplir el ministerio del את Tabernáculo de la asamblea; y tú los limpiarás y los presentarás como ofrenda. 16 Porque entre los hijos de Yashar’el, ellos son enteramente dedicados a mí, en lugar de todo aquel que abre matriz. Los he tomado para mí en lugar de los primogénitos de todos los hijos de Yashar’el. 17 Porque todos los primogénitos de los hijos de Yashar’el son míos, hombres y animales. El día que hice morir a todos los primogénitos en la tierra de Mitsrayim, los santifiqué para mí. 18 He tomado a את los Leviyiym en lugar de todos los primogénitos de los hijos de Yashar’el. 19 Y he dado a את los Leviyiym como un presente a Aharón y a sus hijos de entre los hijos de Yashar'el, את para que cumplan el ministerio de los hijos de Yashar'el en el Tabernáculo de la asamblea, para hacer expiación por los hijos de Yashar'el; y para que no haya plaga entre los hijos de Yashar'el, cuando se acercaren los hijos de Yashar'el al Santuario.” 20 Entonces Moshéh, Aharón y toda la asamblea de los hijos de Yashar’el procedieron con los Leviyiym, de acuerdo con todo lo que Yahuah había ordenado a את Moshéh acerca de los Leviyiym; así hicieron con ellos los hijos de Yashar’el. 21 Los Leviyiym fueron purificados y lavaron sus vestiduras. Y Aharón los presentó como ofrenda delante de Yahuah; e hizo Aharón expiación por ellos para purificarlos. 22 Después de esto, los Leviyiym entraron את al Tabernáculo de la asamblea ante Aharón y ante sus hijos, como Yahuah había ordenado a את Moshéh acerca de los Leviyiym; así hicieron con ellos.
23 Habló Yahuah a Moshéh, diciendo: 24 “Esto es lo concerniente a los Leviyiym. Desde los veinticinco años en adelante, entrarán a prestar servicio en el Tabernáculo de la asamblea. 25 Y a los cincuenta años dejarán de prestar su servicio. No servirán más. 26 Sin embargo, podrán ministrar con את sus hermanos en el Tabernáculo de la asamblea, para hacer la guardia, y no harán ningún servicio; así harás con los Leviyiym en cuanto a sus obligaciones.”
CAPÍTULO 9
1 HABLÓ Yahuah a ‘El-Moshéh en el desierto de Ciynai, el primer mes del segundo año después de su salida de la tierra de Mitsrayim, diciendo: 2 “Que los hijos de Yashar’el guarden también את el Pecaj en su tiempo señalado. 3 En el décimo cuarto día de este mes, por la tarde lo guardarás en el tiempo señalado, conforme a todos sus estatutos y conforme a todas sus ordenanzas, lo guardarás. 4 Entonces Moshéh habló a los hijos de Yashar’el, para que guardaran el Pecaj. 5 Y guardaron את el Pecaj el día catorce del primer mes por la tarde, en el desierto de Ciynai; conforme a todo lo que Yahuah había ordenado a את Moshéh, así también hicieron los hijos de Yashar’el.
6 Hubo algunos varones, que estaban impuros por causa de un hombre muerto y no pudieron guardar el Pecaj ese día, y vinieron ante Moshéh y Aharón aquel día. 7 Y aquellos hombres le dijeron: “Nosotros estamos impuros por el cadáver de un hombre, ¿por qué seremos impedidos de traer את una ofrenda ante Yahuah en su tiempo señalado entre los hijos de Yashar'el?” 8 Y Moshéh les dijo: “Quedaos quietos, y oiré lo que Yahuah ordenará acerca de vosotros.”
9 Y habló Yahuah a Moshéh, diciendo: 10 “Habla a los hijos de Yashar'el, diciendo: ‘Si alguno de vosotros o de vuestra descendencia fuere impuro por causa de un cadáver, o estuviere lejos de viaje, guardará el Pecaj para Yahuah; 11 a los catorce días del segundo mes al atardecer lo guardarán, y lo comerán con matstsah y hierbas amargas. 12 No dejarán nada de él para la mañana, ni quebrarán hueso alguno de él. Conforme a todas las ordenanzas del Pecaj lo guardarán. 13 Pero el que estuviere limpio y no estuviere de viaje y se abstuviere de guardar el Pecaj, tal persona será cortada de entre su pueblo, porque no trajo la ofrenda de Yahuah en su tiempo señalado. Tal persona llevará su pecado. 14 Y si morare con vosotros un extranjero, y guardare el Pecaj para Yahuah, conforme la ordenanza del Pecaj y conforme sus leyes, así lo hará. Una misma ordenanza tendréis, tanto para el extranjero como para el natural.’”
15 El día en que את el Tabernáculo fue levantado, la nube cubrió את el Tabernáculo, la tienda del testimonio. Y desde el anochecer hasta la mañana, había sobre el Tabernáculo como la apariencia de fuego. 16 Así fue continuamente. La nube lo cubría de día y de noche la apariencia de fuego. 17 Y cada vez que la nube era alzada del Tabernáculo, los hijos de Yashar’el partían, y en el lugar donde la nube paraba, allí los hijos de Yashar’el acampaban. 18 Al mandato de Yahuah, los hijos de Yashar'el partían, y al mandato de Yahuah ellos acampaban. Mientras la nube posaba sobre el Tabernáculo, ellos descansaban en sus tiendas. 19 Cuando la nube posaba muchos días sobre el Tabernáculo, entonces los hijos de Yashar’el guardaban את la ordenanza de Yahuah, y no partían. 20 Así sucedía; cuando la nube posaba unos días sobre el Tabernáculo, conforme al mandato de Yahuah, ellos moraban en sus tiendas, y conforme al mandato de Yahuah, partían. 21 Así sucedía; cuando la nube posaba desde la tarde hasta la mañana, y si la nube se alzaba por la mañana, entonces ellos partían. Fuere de día o de noche, cuando la nube se alzaba, ellos partían. 22 O pasados dos días, o un mes, o un año, mientras la nube reposara sobre el Tabernáculo, permaneciendo sobre él, los hijos de Yashar'el se quedaban en sus tiendas y no partían, sino cuando se alzaba, ellos partían. 23 Al mandato de Yahuah, descansaban en sus tiendas y al mandato de Yahuah, partían guardando את la ordenanza de Yahuah, como lo había mandado Yahuah por medio de Moshéh.
CAPÍTULO 10
1 HABLÓ Yahuah a ‘El-Moshéh, diciendo: 2 “Hazte dos trompetas de plata. Las harás de una pieza entera maciza, las cuales te servirán para convocar a la asamblea y para hacer partir את a los campamentos. 3 Y cuando las tocaren, toda la asamblea se reunirá contigo a la entrada del Tabernáculo de la asamblea. 4 Si sonare una trompeta, entonces los príncipes, jefes de millares de Yashar’el, se congregarán ante ti. 5 Cuando hicieres sonar alarma, los campamentos que se encuentran en las partes del este, avanzarán. 6 Cuando hicieres sonar alarma por segunda vez, los campamentos que se encuentran en el lado sur, partirán. Tocarán alarma para sus partidas. 7 Pero para congregar la asamblea את tocarás, pero no darán alarma. 8 Los hijos de Aharón, los sacerdotes, tocarán las trompetas. Las tendréis como estatuto perpetuo por vuestras generaciones. 9 Cuando vayas a la guerra contra el enemigo que te oprime en vuestra tierra, tocarás alarma con las trompetas; y seréis recordados delante de Yahuah Elohaykem, y seréis salvados de vuestros enemigos. 10 Asimismo en el día de vuestra alegría, en vuestros días solemnes, y en el comienzo de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestras ofrendas de humo ascendente, y sobre los sacrificios de vuestras ofrendas de paz; para que os sean por memorial delante de vuestro Elohiym. Yo soy Yahuah Elohaykem.”
11 Aconteció el día veinte del segundo mes, en el segundo año, que la nube fue alzada del Tabernáculo del testimonio. 12 Y los hijos de Yashar'el emprendieron sus jornadas desde el desierto de Ciynai y la nube posó en el desierto de Pa’ran. 13 Así emprendieron su viaje por primera vez, de acuerdo con el mandato de Yahuah por medio de Moshéh.
14 El estandarte del campamento de los hijos de Yahudáh, según sus ejércitos, marchó en primer lugar. Y Najshon, hijo de Ammiynadav, estaba sobre su ejército. 15 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Yisshakar, estaba Nethan'el hijo de Tsu'ar. 16 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Zevulún, estaba Eliy’av, hijo de Jelon. 17 Entonces el Tabernáculo fue desarmado; y los hijos de Gershon y los hijos de Merari se adelantaron, llevando el Tabernáculo.
18 El estandarte del campamento de Re’uven avanzó de acuerdo con sus ejércitos, y sobre su ejército estaba Eliytsur, hijo de Shedey’ur. 19 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Shim’on, estaba Shelumiy’el, hijo de Tsuriyshaddai. 20 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Gad, estaba Elyacaf, hijo de De'u’el. 21 Y los qohathiym se pusieron en marcha transportando el Santuario. Y entretanto ellos llegaban, los otros armaban את el Tabernáculo.
22 El estandarte del campamento de los hijos de Efráyim avanzó de acuerdo con sus ejércitos; y sobre su ejército estaba Eliyshama, hijo de Ammiyhud. 23 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Menashsheh estaba Gamliy’el, hijo de Pedahtsur. 24 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Binyamiyn estaba Aviydan, hijo de Gid`oniy.
25 A la retaguardia de todos los campamentos, avanzó el estandarte del campamento de los hijos de Dan, según sus ejércitos, y Ajiy'ezer, hijo de Ammiyshaddai estaba sobre sus ejércitos. 26 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Asher estaba Pag'iy’el, hijo de Okran. 27 Sobre el ejército de la tribu de los hijos de Naftaliy estaba Ajiyra, hijo de Eynan. 28 Este era el orden de marcha de los hijos de Yashar’el según sus ejércitos, cuando partían.
29 Moshéh dijo a Jovav, hijo de Re'u'el Midyaniy, suegro de Moshéh. Estamos partiendo hacia el lugar del cual Yahuah dijo: “Os lo daré.” Ven con nosotros y te haremos bien, porque Yahuah ha hablado bien con respecto a Yashar'el. 30 Y él le dijo: “No iré; sino que partiré a mi propia tierra y a mi parentela.” 31 Y él dijo: “Te ruego no nos dejes, por cuanto tú conoces donde debemos acampar en el desierto, y serás para nosotros en lugar de ojos. 32 Y si vinieres con nosotros, cuando Yahuah hiciere bondad con nosotros, lo mismo haremos contigo.”
33 Ellos partieron de la montaña de Yahuah camino de tres días y el Arca del Pacto de Yahuah fue delante de ellos camino de tres días, buscando un lugar de descanso para ellos. 34 Y desde que salieron del campamento, la nube de Yahuah estaba sobre ellos de día. 35 Y acontecía que cuando el Arca avanzaba, Moshéh decía: “Levántate, Yahuah, que tus enemigos sean dispersados; y que los que te aborrecen huyan delante de ti.” 36 Y cuando ella se detenía, decía: “Vuelve ¡Oh Yahuah! a los millares de Yashar’el.”
CAPÍTULO 11
1 ACONTECIÓ que el pueblo comenzó a quejarse a oídos de Yahuah, y lo oyó Yahuah. Esto disgustó a Yahuah y se encendió su ira; y el fuego de Yahuah ardió entre ellos, y consumió a aquellos que estaban en las partes más extremas del campamento. 2 El pueblo clamó a Moshéh y cuando Moshéh oró a ‘El-Yahuah, el fuego se apagó. 3 Y él llamó el nombre de aquel lugar Tav`erah, porque el fuego de Yahuah ardió entre ellos.
4 Y a la multitud que estaba mezclada entre ellos le vino un gran apetito, y los hijos de Yashar’el también lloraron otra vez y dijeron: “¡Quién nos diera a comer carne! 5 ¡Nos acordamos את del pescado que libremente comíamos en Mitsrayim, y de את los pepinos, את los melones, את los puerros, את las cebollas y את los ajos! 6 ¡Pero ahora nuestra alma está seca! ¡No hay nada, aparte de este manná ante nuestros ojos!” 7 Y el manná era como semilla de culantro y su color como el color del bedelio. 8 El pueblo se esparcía y lo recogía, lo molía en molinos o lo trituraba en un mortero. Lo cocía en sartenes o hacía de él pasteles, y su sabor era como el sabor del aceite fresco. 9 Cuando caía el rocío sobre el campamento de noche, el manná descendía sobre él.
10 Entonces Moshéh escuchó את que el pueblo lloraba por sus familias, cada uno a la entrada de su tienda; y la ira de Yahuah se encendió en gran manera y Moshéh también estaba disgustado. 11 Entonces Moshéh dijo a ‘El-Yahuah: “¿Por qué has afligido a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante tus ojos, que pones את sobre mí la carga de todo este pueblo? 12 ¿Acaso he concebido yo את a todo este pueblo? ¿Los he engendrado, para que me digas: ‘Llévalos en tu seno, como lleva la nodriza את al que mama, a la tierra que juraste a sus padres’? 13 ¿De dónde tengo yo carne para dar a todo este pueblo? Pues lloran ante mí, diciendo: ‘Danos carne para que comamos.’ 14 No puedo soportar את a todo este pueblo solo, porque es demasiado pesado para mí. 15 Si así has de את tratar conmigo, te ruego que me des muerte, si he hallado gracia ante tus ojos y no me dejes ver mi desgracia.”
16 Y Yahuah dijo a Moshéh: “Reúneme setenta varones mayores de Yashar’el, que tú sabes que son líderes del pueblo y jefes sobre ellos. Tráelos al Tabernáculo de la asamblea, y que esperen allí contigo. 17 Entonces descenderé y hablaré allí contigo. Tomaré del Ruaj que está sobre ti y lo pondré sobre ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, para que no la lleves tú solo. 18 Dirás al pueblo: ‘Santificaos para mañana, y comeréis carne; porque habéis llorado a los oídos de Yahuah, diciendo: ¿Quién nos dará carne para comer? Pues ciertamente nos iba bien en Mitsrayim. Por eso Yahuah os dará carne y comeréis. 19 No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días; 20 sino hasta un mes entero, hasta que salga por vuestras narices, y os sea repugnante, por haber despreciado a את Yahuah que está entre vosotros, y habéis llorado ante Él, diciendo: ¿Por qué salimos de Mitsrayim?’” 21 Y Moshéh dijo: “Seiscientos mil de a pie es el pueblo entre el cual yo estoy; y tú has dicho: ‘Les daré carne, para que coman todo un mes.’ 22 ¿Se degollarán para ellos los rebaños y las manadas para satisfacerlos? ¿O se את juntarán todos los peces del mar para que les baste?”’ 23 Y Yahuah dijo a Moshéh: “¿Se ha acortado la mano de Yahuah? Ya verás si se cumple mi palabra o no.”
24 Moshéh salió y le dijo al pueblo את las palabras de Yahuah, y reunió a los setenta varones de los ancianos del pueblo, y los hizo estar alrededor del Tabernáculo. 25 Entonces Yahuah descendió en una nube y le habló, y tomó del Ruaj que estaba sobre él, y se lo dio a los setenta líderes. Aconteció que cuando el Ruaj reposó sobre ellos, entonces profetizaron y no cesaron. 26 Pero habían quedado dos de los hombres en el campamento. El nombre de uno era Eldad y el nombre del otro, Meydad sobre los cuales reposó el Ruaj. Y estaban entre los convocados pero no habían ido al Tabernáculo, y profetizaron en el campamento. 27 Y corrió un joven, y le dio aviso a Moshéh, y dijo. “Eldad y Meydad están profetizando en el campamento.” 28 Entonces Yahusha, hijo de Nun, siervo de Moshéh desde su juventud, respondió y dijo: “Mi adoniy Moshéh, ¡prohíbeselos! 29 Y Moshéh le dijo” ¿Tienes celos por causa mía? ¡Quisiera Elohiym que todo el pueblo de Yahuah fuesen profetas, y que Yahuah pusiera את su Ruaj sobre ellos! 30 Y Moshéh regresó al campamento; él y los líderes de Ya-shar’el.
31 Y salió un viento de Yahuah, que trajo codornices del mar y las dejó caer cerca del campamento, como un día de camino por un lado, y un día de camino del otro lado, alrededor del campamento, a casi dos codos de altura sobre la superficie de la tierra. 32 El pueblo estuvo de pie todo el día, toda la noche y todo el día siguiente recogiendo את codornices. El que reunió menos, juntó diez hómeres. Y las tendieron todas alrededor del campamento. 33 Pero mientras la carne todavía estaba entre sus dientes, antes de ser masticada, la ira de Yahuah se encendió contra el pueblo, y Yahuah hirió al pueblo con una plaga muy grande. 34 Y llamó את el nombre de aquel lugar, Qivrot Hat-Ta’avah, porque allí sepultaron את al pueblo codicioso. 35 Y de Qivrot Hat-Ta’avah, el pueblo partió a Jatseroth; y habitó en Jatseroth.
CAPÍTULO 12
1 MIRYAM y Aharón hablaron contra Moshéh a causa de la mujer kushiyth con quien se había casado, pues se había casado con una mujer kushiyth. 2 Ellos dijeron: “¿Acaso habla Yahuah solamente a través de Moshéh? ¿No ha hablado también a través de nosotros?” Y Yahuah lo escuchó. 3 (Pero Moshéh era muy manso, más que todos los hombres que estaban sobre la faz de la tierra), 4 y repentinamente Yahuah habló a ‘El- Moshéh, a ‘El-Aharón y a Miryam: “Salid vosotros tres al Tabernáculo de la asamblea.” Y los tres salieron. 5 Y Yahuah descendió en la columna de nube, se paró a la entrada del Tabernáculo y llamó a Aharón y a Miryam. Y ambos salieron. 6 Entonces Él dijo: “Escuchad ahora mis palabras: Cuando haya profeta entre vosotros, Yo Yahuah me daré a conocer en visión y le hablaré en sueño. 7 Pero no así a mi siervo Moshéh, quien es fiel en toda mi casa. 8 Con él hablaré boca a boca, claramente y no en dichos oscuros; y contemplará la apariencia de Yahuah. ¿Por qué pues, no temisteis hablar contra mi siervo Moshéh?” 9 Entonces la ira de Yahuah se encendió contra ellos; y se fue. 10 Y la nube se apartó del Tabernáculo; y he aquí, Miryam se volvió leprosa, blanca como la nieve. Aharón miró a Miryam y he aquí, estaba leprosa. 11 Aharón dijo a Moshéh: “Ay, mi adoniy, te ruego que no nos cargues este pecado, por el cual hemos obrado neciamente y con el que hemos pecado. 12 No sea ella como el que nace muerto, que al salir del vientre de su madre, su carne ya se ha consumido a medias.” 13 Entonces Moshéh clamó a ‘El-Yahuah, diciendo: “¡Sánala ahora Oh ‘El, te lo suplico!”
14 Dijo Yahuah a Moshéh: “Si su padre le hubiese escupido en el rostro, ¿no debería llevar su vergüenza por siete días? Que permanezca siete días fuera del campamento y después sea admitida nuevamente.” 15 Estuvo pues Miryam fuera del campamento por siete días, y el pueblo no partió hasta que trajeron nuevamente a Miryam. 16 Después, el pueblo partió de Jatseroth y acamparon en el desierto de Pa’ran.
HAFTORÁH: Zakaryahu (Zacarías) 7:1-10
CAPÍTULO 7
1 ACONTECIO en el cuarto año del rey Dareyavesh, que vino la Palabra de Yahuah a Zakaryahu, el cuarto día del noveno mes, Kislev; 2 cuando ellos habían enviado a la Casa de ‘El a Shar'etser y a Regem Melek y a sus hombres, a implorar delante de את Yahuah, 3 y a preguntar a los sacerdotes que estaban en la casa de Yahuah Tseva’oth y a los profetas, diciendo: “¿Debemos llorar y apartarnos en el mes quinto como lo hemos hecho todos estos años?
4 Entonces la Palabra de Yahuah Tseva’oth vino a mí diciendo: 5 “Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y os lamentasteis en el quinto y séptimo mes estos setenta años, ¿acaso ayunabais para mí? ¿Era por mí? 6 Y cuando comisteis y bebisteis, ¿no comisteis y bebisteis para vosotros mismos? 7 ¿No deberíais haber escuchado את las palabras que Yahuah proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Yerushalayim estaba habitada y era próspera así como las ciudades a su alrededor, cuando también el Neguev y la llanura estaban habitadas?”
8 Entonces vino la palabra de Yahuah a Zakaryahu diciendo: 9 “Así habla Yahuah Tseva’oth, diciendo: Impartid juicio verdadero y mostrad misericordia y compasión cada cual con את su hermano. 10 No oprimáis a la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su hermano.”
BESORÁH: Luqas (Lucas) 17:11 - 18:14
CAPÍTULO 17
11 Y sucedió que estando en camino hacia Yerushaláyim, pasó por en medio de Shomeron y Galiyl. 12 Y entrando en una aldea, se encontró con diez leprosos, que se pararon a distancia. 13 Y alzaron sus voces y dijeron: “¡Yahusha, Rabbi, ten misericordia de nosotros!” 14 Y cuando los vio, les dijo: “Id y mostraos ante los sacerdotes.” Y sucedió que mientras iban, fueron limpiados. 15 Y uno de ellos, cuando vio que fue sanado, se regresó y con gran voz alabó a Elohiym; 16 y se postró de cara ante sus pies, dándole gracias; era un shomeroniy. 17 Y Yahusha respondiendo dijo: “¿No fueron diez los limpiados? y ¿dónde están los nueve? 18 ¿No hubo nadie que volviera a dar gloria a Elohiym, más que este extranjero?” 19 Y le dijo: “¡Levántate y sigue tu camino! Tu fe te ha sanado.”
20 Y cuando le fue preguntado por los parashiym: “¿Cuándo habrá de venir el Reino de Elohiym?” les respondió y dijo: “El Reino de Elohiym no viene con señales; 21 tampoco dirán: ‘¡Mirad, aquí está o allá!’ Porque he aquí, el Reino de Elohiym está entre vosotros.” 22 Y dijo a los talmidiym: “Vendrán días cuando desearéis ver uno de los días del Hijo de A’dam, y no lo veréis.” 23 Y os dirán: ‘¡Miradlo aquí!’ O: ‘¡miradlo allá!’ no vayáis, no los sigáis; 24 porque como el relámpago resplandece desde un extremo hasta el otro bajo del cielo, así también será el Hijo de A’dam en su día. 25 Mas primero, es necesario que padezca muchas cosas, y que sea rechazado por esta nación. 26 Y tal como fue en los días de Noaj, así será en los días del Hijo de A’dam; 27 comían, bebían, se casaban y se daban en matrimonio, hasta el día en que Noaj entró en el arca, y llegó el diluvio y los destruyó a todos. 28 Igualmente sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y edificaban; 29 pero el mismo día en que Lot salió de Cedom, Yahuah hizo llover fuego y azufre desde el cielo, y los destruyó a todos. 30 De la misma manera será en el día en que el Hijo de A’dam sea revelado. 31 En aquel día el que esté en la terraza, y tenga sus cosas en la casa, no baje a tomarlas; y así mismo, el que esté en el campo, no regrese. 32 Acordaos de la mujer de Lot. 33 El que busque salvar su vida la perderá; y el que pierda su vida la conservará. 34 Sucederá, os digo, que dos estarán en una cama; uno será recibido y el otro dejado; 35 sucederá que dos estarán profesando la Verdad por igual; uno será recibido y el otro dejado; 36 sucederá que dos estarán en el campo; uno será recibido y el otro dejado.” 37 Ellos respondieron y le dijeron: “¿Dónde Adonai?” Y les dijo: “Donde sea que esté el cuerpo, allí se juntarán las águilas.”
CAPÍTULO 18
1 Y LES refirió una parábola respecto de que deben orar siempre y no desfallecer, 2 diciendo: “Había un juez en una ciudad, que no tenía temor de Elohiym, ni respetaba a hombre. 3 Y había una viuda en esa ciudad que vino a él diciendo: ‘Hazme justicia ante mi adversario’; 4 y no lo hizo por algún tiempo, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no tengo temor de Elohiym, ni respeto a hombre, 5 mas porque esta viuda me molesta, la vindicaré, no sea que me desgaste con su continuo venir’.” 6 Y Adonai dijo: “Oíd lo que el juez injusto dice. 7 Y ¿No vindicará Elohiym a sus propios elegidos, que le claman día y noche, aunque se tarde? 8 Os digo que les hará justicia prontamente. Sin embargo, cuando el Hijo de A’dam venga ¿encontrará fe en la tierra?” 9 Y le dijo esta parábola a unos que se consideraban justos a sí mismos, y despreciaban a otros: 10 “Dos hombres subieron a orar al Templo; uno era parashiy y el otro publicano. 11 El parashiy, puesto en pie oró para sí: ‘Elohiym, te agradezco que no soy como otros hombres, extorsionadores, injustos, adúlteros, o como este publicano; 12 ayuno dos veces en el Shabbath y את doy diezmos de todo lo que poseo’. 13 Y el publicano, parado a la distancia, no quería ni levantar sus ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: ‘Elohiym ten misericordia de mí, pecador’. 14 Os digo que este hombre regresó justificado a su casa, mas no el otro; porque todo el que se exalte a sí mismo, será humillado; y el que se humille, será exaltado.”