Bereshit (Génesis) 44:1 - 44:17
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Soñar no cuesta nada. ¿O sí?
Seguramente todos conocemos la frase: "Soñar no cuesta nada", y la usamos cuando alguien alrededor nuestro expresa sus anhelos. Y lo que queremos decir con eso, es que la realidad es muy diferente y muchas veces lograr tales anhelos tiene costos altos y dolorosos, como le sucedió a Yosef, el hijos de Ya`akov.
Es probable que esos "sueños" que hayamos tenido y que nos parecen imposibles, tengan su origen en Yahuah nuestro Padre; quizás Él esté tratando de expandir nuestra capacidad de proyectarnos y aunque tales cosas puedan parece imposibles..., bueno ¡miremos el caso de Yosef!
Contra todas las posibilidades humanas, él fue conducido por un camino que desde todo punto de vista era desfavorable. Yosef ni siquiera trató de hacer que sus sueños se hicieran realidad; probablemente ni los entendió en su momento; es más por el camino que le tocó transitar hasta antes de ser gobernador de Mitsrayim (Egipto), ni siquiera vemos que él haya visto sus desgraciadas circunstancias como parte del cumplimiento de aquellos sueños de grandeza que tuvo cuando niño.
La gran lección que nos enriquece y que debe motivar nuestra esperanza hoy, es que si somos íntegros viviendo conforme a la verdad que hemos de Yahuah, Él hará que las circunstancias, aunque al presente nos parezcan miserable y amargas, tengan un final provechoso.
Yosef no estuvo asistiendo a la iglesia, o a la sinagoga, o estudiando todos los días los pergaminos de... ¿de qué? ¡No había pergamino! Lo único que tenía eran las palabras y modelos que su padre Ya`akov, y seguramente su abuelo Avraham, le habían inculcado cuando niño. Eso le fue suficiente para mantener una carácter de integridad y rectitud total, aun cuando tuvo grandes tentaciones sexuales en su juventud.
Sí. Lo que Yahuah busca, son corazones fieles, más que sabios y muy bien educados en teología. Recordemos... ¿acaso Shalomah (Salomón) no pidió sabiduría y le fue dada sin medida? Sin embargo, ¿de qué le sirvió?. No diga que la sabiduría sea mala, sino que no es la respuesta. Yahuah busca personas con un corazón como el de Yosef: que son fieles a la verdad que han recibido.
En este tiempo de Jánuca, te invitamos a re-dedicar tu vida a Yahuah y a renovar tu compromiso con Yahusha nuestro Mashiaj. Vivamos como lo hizo Yosef.
Shalom!
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