Parashá Nitsaviym Devariym (Deuteronomio) 29:10 - 30:20
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Nitsaviym (Estáis en presencia)
Tú y yo estamos incluidos en la porción de esta semana, cuando Moshéh le recuerda al pueblo de Yashar’el el pacto que Yahuah hizo con ellos; también les dice:
Devariym (Deuteronomio) 29: 14-15
No solo con vosotros corto este pacto y este juramento; ciertamente con el que está aquí con nosotros hoy delante de Yahuah Elohaynu, y también con el que no está aquí con nosotros hoy.
¡Si! tú y yo hacemos parte de ese pacto porque somo Yashar’el, ya que fuimos injertados a través del Mashiaj Yahusha, cuando decidimos seguirle, un gran privilegio y un tesoro que debemos cuidar.
En esta porción se nos advierte:
Devariym (Deuteronomio) 29:18
No sea que haya entre vosotros varón o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se desvíe hoy de Yahuah Elohaynu, para ir y servir al את elohai de estas naciones; no sea que haya entre vosotros una raíz que produzca hiel y ajenjo...
Quienes estamos retornando a este camino de la Toráh, debemos estar muy despiertos y prestar mucha atención para no deslizarnos ante las dificultades que podamos encontrar para hacer toda la instrucción declarada por Yahuah. Ya que es nuestra vida y nuestra bendición, hoy es muy fácil volver atrás en un mundo totalmente contrario, el cual se presenta “atractivo”, que nos hace pensar que es imposible obedecer a nuestro Padre, que presiona para que seamos como todos los demás, es decir “comunes”.
Cuidémonos de no ser absorbidos o asimilados en medio de la cultura que vivimos pensando “no importa si no hacemos como esta escrito en la Toráh, al fin y al cabo Yahuah sabe que es para El", basándonos en nuestra propia opinión, adaptando las celebraciones paganas como para Elohiym, cayendo en el engaño de nuestros propios deseos, como les sucedió a nuestros Padres cuando se mezclaron.
Te invito a hacer un alto en el camino, una introspección y a revisar nuestra vida bajo el lente de la Toráh; ella es nuestro espejo para que podamos hacer verdadero arrepentimiento y nos volvamos a Yahuah con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma, si es que nos hemos desviado; y que sirva de preparación para las Fiesta o Santas Convocaciones que se aproximan.
Recuerda y no te dejes engañar:
Devariym (Deuteronomio) 30:11
Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy, no está encubierto de ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: “¿quién subirá por nosotros al cielo y nos lo traerá, para que lo escuchemos y lo cumplamos?” Ni tampoco está al otro lado del mar, para que digas: “¿quién pasará por nosotros el mar y nos lo traerá, para que lo escuchemos y lo cumplamos?” Sino que la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
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