Parashá Kodeshiym
Vayikra (Levítico) 19:1 - 20:27
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Seréis kodeshiym (santos), porque Yo Yahuah Elohaykem soy Kadosh (santo), así inicia la porción de la Torah. Pareciera una demanda difícil, pues el pueblo de Yashar’el debe imitar o comportarse como la haría Yahuah, algo que a simple vista parece imposible.
El término Kodeshiym (santos) ha sido mal interpretado y usado inadecuadamente, pues la mayoría de las personas al escuchar este término piensan en alguien que nunca se equivoca, que ora todo el día, o que es de fuera de este mundo. Pero realmente el término se refiere a ser “apartados”, separados (ser diferentes, lo opuesto a ser común).
Ahora bien, si continuamos la lectura del capítulo, podremos notar que nuestro Elohiym nos dice de manera detallada como vivir, cómo acercarnos a Él, cómo relacionarnos con otros, cómo debemos alimentarnos, cómo conducirnos en nuestra vida sexual, y aun, cómo sembrar semillas en la tierra.
Podríamos decir que los mandamientos descritos allí, abarcan en gran parte, los asuntos prácticos de la vida diaria que cada uno de nosotros enfrenta. Es hermoso ver que Yahuah tiene cuidado de cada área de nuestra vida y de su Creación, mostrándonos de qué manera debemos ser diferentes.
Hoy, nuestra sociedad ha deslegitimado, o más bien, deformado las palabras dadas por nuestro Creador, ya que hay quienes consideran que pretender vivir bajo el estándar de la Toráh es “anticuado”.
De la misma manera, el cristianismo ha dado por abolidas las instrucciones provistas por Yahuah, torciendo el significado de las palabras del Mashiaj, cuando dijo claramente que no había venido a abolirlas.
Por tal razón, resulta importante y prioritario que nos esforcemos por vivir dentro de este marco de "santidad"; y digo “nos esforcemos” porque el Mashiaj Yahusha declaró:
Mattithyahu (Mateo) 7:13-14
Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la destrucción, y muchos son los que entran por ella; Pero estrecha es la puerta, y dificultoso el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.
Así que, si hemos sido santificados por la palabra de Yahuah, y si profesamos que Él es nuestro Elohiym, no podemos vivir por fuera del cerco de sus instrucciones (Toráh); tengamos en cuenta, que este es un camino ascendente.
Por tal razón, procuremos no bajar nuestro estándar de justicia, sabiendo que cada vez que logramos avanzar en obedecer aquello que se nos ha encomendado, vamos fortaleciéndonos interiormente y vamos ejerciendo dominio propio.
Pensemos en cómo nos estamos conduciendo en ésta vida con respecto a lo que Yahuah ha dicho; es bueno evaluarnos para así saber en qué nos hemos desviado y poder hacer los correctivos necesarios para volver al camino. No te desanimes.
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