Este el primero de una serie de estudios cuyo propósito será profundizar en el conocimiento de los mandamientos o mitzvot que se hallan en la Toráh.
El Cristianismo post iglesia primitiva, después de la muerte de los apóstoles, año 100 d. C. se separó de sus raíces hebreas. Este divorcio se consolida al publicarse las primeras ediciones del Nuevo Testamento en griego, y cometerse un error de traducción que las versiones griegas hacen de la palabra hebrea TORÁH, la cual teniendo un abanico de significados, fue traducida indistintamente con el término único NOMOS, y que finalmente fue traducido a nuestras Biblias como LEY. Ver gráfico:
No podemos pasar por alto que los autores de la Bíblia en su mayoría eran judíos, cuyos pensamientos fueron predominantemente gobernados por la cultura hebrea de la cual procedían, y sin lugar dudas, ellos usaron esta influencia al momento de escribir. Pero la profunda ignorancia del contexto hebreo (historia, cultura) que influenció el nacimiento del Nuevo Testamento, distorsionó el verdadero significado de la palabra Toráh y sus derivados. Así que, cuando estos hacían mención en sus escritos de la SHEBA’AL PEH, o de las TAKANOT, quienes tradujeron y plasmaron los escritos en griego, simplemente tradujeron el único término NOMOS/LEY; dejándonos así a millas de distancia de la verdadera intención de los autores. Consecuentemente, cuando el lector en nuestros días va al texto, y se topa con la palabra LEY, piensa que el autor se refiere a la Toráh escrita de Elohiym. Y debo añadir, que para conocer el significado real de la palabra NOMOS, “LEY”, al leer el Brit Hadasháh (Nuevo Testamento), es necesario poseer un conocimiento más minucioso del Tanaj, y de la Toráh en sí misma.
A este desconocimiento se debe que muchos hoy consideran que la Ley de Elohiym, es una carga pesada de llevar, o es una maldición, o incluso que procurar observarla, es sinónimo de caer de la gracia de Elohiym.
Pero echemos un vistazo al significado de estos 5 términos que se derivan de la palabra Toráh:
- SHEBA’AL PEH: Literalmente, "que está en la boca", la Ley Oral, son aquellas supuestas leyes, estatutos e interpretaciones legales que no fueron registradas en los Cinco Libros de Moshéh, y que supuestamente fueron entregada por Yahuah a Moshéh y fueron reservadas solamente para los ancianos de Israel, los cuales para hacer uso de ella crearon un sistema complejo y estricto de ordenanzas legalistas y reglas compuestas por Takanót y Ma’asiym. Es la interpretación libre de los rabinos sobre la Toráh escrita de Moisés (She-Bi-Khtav) desarrollada por ancianos tradicionalistas que con el tiempo se establecieron como ordenanzas y decretos para cercar y proteger la Toráh. Hoy es conocida como TALMUD.
Ejemplos de SHEBA’AL PEH
Gálatas 2:14 – 4:10; 5:3 – Romanos 10:1-3 – Mateo 15:1-7
- MA’ASIYM: Esta palabra se traduce como obras, pero dentro del contexto de la halajáh judía (interpretación de la Toráh) tiene un significado más profundo. Son los precedentes rabínicos que se tornaron Ley para Israel. Cuando la Toráh no tiene la respuesta específica para algún asunto, se observa el comportamiento de un gran rabino, se toma como precedente, y nadie tiene autoridad para ir contra lo que dijo o hizo un rabino anterior. De allí en adelante es Ley.
Ejemplos de MA’ASIYM
Gálatas 1:14; 2:4 - Romanos 3:28; 10:3 – Mateo 15:1-6
- TAKANOT: Cuando los Ma’asiym se tornan costumbres y prácticas, con el transcurrir de los años obtienen un carácter legislativo para la nación judía, finalmente se transforman en Takanáh o Takanot (plural), es decir, mandamientos que se originan de una tradición. Es un sistema de agregados culturales y tradiciones que vienen de los padres del judaísmo conservador tradicional buscando una justicia basada en sus proprias leyes, y no en la Toráh de Yahuah.
Ejemplos de TAKANOT
Gálatas 2:21; 3:11; 4:4; 4:21; 5:18 – Romanos 3:21; 4:13-15; 9:31
- MUKTZEH MAASET: Es una palabra hebrea que significa "separado" o "apartado", se refiere a ciertas leyes creadas por los rabinos sobre artículos que aunque se pueden tocar, no se pueden mover o manipular durante Shabbat. Algunos extienden esta prohibición al manejo real de estos artículos. La halajáh define varias categorías de objetos o sustancias que se "dejan de lado" en Shabbath, así como varias instancias permitidas para mover estos diversos elementos muktzeh. Por ejemplo, no se puede manejar dinero, piedras, ramitas; no se puede tocar fósforos, ni encender un reproductor de DVD o presionar un botón en el elevador en Shabbath, ya que estos artículos son muktze.
Ejemplos de MUKTZEH MAASET
Gálatas 3:2 – Romanos 3:20-28 – Colosenses 2:20-23
- SHE-BI-KHTAV: Literalmente, la Toráh que está por escrito. Son las instrucciones entregadas por Yahuah al pueblo de Yashar'el en el monte Sinaí oralmente, y luego a Moshéh en dos tablas de piedra y durante la peregrinación de Israel en el desierto. Es la Toráh escrita.
Ejemplos de SHE-BI-KHTAV
Mateo 5:17- Romanos 2:15; 7:12 – Gálatas 3:17; 5:14
Entonces, en la perspectiva judía, la Toráh es un conjunto de instrucciones que poseen dos caras, en otras palabras, para los judíos existen 2 Toráh. La SHE-BI-KHTAV (Toráh Escrita) y la SHEBA’AL PEH (Toráh Oral). Además, los sabios de Israel alegan que la Tradición Oral surge como resultado de la transmisión, que comenzó en el Monte Sinaí cuando Yahuah dió a Moshéh las tablas de la Ley, y afirman que también Yahuah daría una Toráh oral que no sería revelada al pueblo sino solo a los líderes. Sin embargo, veamos qué dice la Escritura al respecto:
Yahusha (Josué) 8:34-35
Luego leyó את todas las palabras de la Toráh, las bendiciones y las maldiciones, conforme todo lo que está escrito en el cefer de la Toráh. 35 No hubo una sola palabra de todo lo que Moshéh ordenó, que Yahusha no leyese delante de toda la asamblea de Yashar’el, tanto a las mujeres y los niños, como a los extranjeros que moraban con ellos.
Finalmente, es muy importante que cuando leamos la segunda parte del libro (Nuevo Testamento), concienzudamente nos preguntemos: ¿A cual Toráh, ‘nomos-Ley,’ se refiere el autor en este pasaje? y teniendo en mente que las Escrituras no se contradicen, y que la segunda parte del libro debe coincidir con la primera (Tanaj), podremos sacar nuestras propias conclusiones. Bendiciones y hasta una próxima entrega.
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