Parashá Vetsot Ha'Brajá | Devariym 33:1 - 34:12
Haz click aquí parael texto completo de la Parashá (porción) de esta semana.
Devariym 33 puede ser considerado un capítulo profético, porque no solo describe con precisión las características de la tribus de Yashar'el, sino que anuncia la misión que cada tribu llevaría a cabo. Ahora bien, la única tribu que no se menciona es la de Simeón, pues tal parece que tras haber participado en el asunto de Baal-Peor y conforme a las palabra de Ya'akov al morir, esta tribu perdió relevancia y finalmente fue absorbida por las otras.
La bendición-profecía más relevante es la otorgada a Yosef desde el versículo 13 hasta el 17; y esto nos debe conducir a una importante reflexión: Nada de lo que habría de suceder en el futuro bajo el liderazgo de los descendientes de Yosef, a saber: el exilio de las 10 Tribus, su esparcimiento por todo el mundo, su pérdida de identidad, su mezcla con las demás naciones y su posterior restauración fueron cosas sucedidas al azar. Yahuah no improvisa, ni fue tomado por sorpresa.
Siendo esta una característica de nuestro Padre Eterno, nosotros como hijos suyos y miembros del Reino de los Cielos, hemos de desarrollarla también. Lamentablemente, la condición acelerada de la vida presente, pareciera no darnos oportunidad para planear, tanto las cosas del día a día, como la vida en sí; y terminamos viviendo improvisadamente lo cual se refleja en diferentes áreas de nuestras vidas; por ejemplo saltando de un trabajo a otro, de una actividad a otra, de una relación a otra, de una religión a otra, y esto nos puede suceder hasta en el internet y las redes cuando damos vistazos a uno y otro video. Terminamos agotados, confundidos y con una sensación de vacío y frustración, porque al final del día no hemos realizado nada verdaderamente productivo.
La gran lección es seguir el modelo que se nos muestra en este capítulo; no vivir al azar convirtiéndonos en víctimas de otros o de las circunstancias, sino buscar el rostro de Yahuah y encomendar a Él nuestros planes y nuestro caminar diario; si hacemos lo que nos corresponde, que es vivir conforme a Sus Instrucciones (Toráh), entonces todo lo que escapa de nuestro control Él lo conducirá.
Hoy podemos dar testimonio de la exactitud con la que las palabras de Moshéh se cumplieron con el paso de los años y de las generaciones, porque Usted y yo, que ahora marchamos por este Camino, no podemos sino reconocer la fidelidad de Yahuah a sus promesas y a su pacto. El Creador no improvisa; no lo hagamos nosotros tampoco.