2 Baruk (Baruc) 29 - 32

29

Y él, respondiendo me dijo: “Lo que aconteciere entonces, sucederá a toda la tierra; por lo tanto, todos los que viven lo experimentarán. 2 Porque en ese tiempo protegeré solo a aquellos que se hallan en esos mismos días en esta tierra. 3 Y sucederá, cuando se cumpla todo lo que debía suceder en esos lugares, que entonces Ha’Mashiaj comenzará a revelarse. 4 Y Behemoth será revelado de su lugar y el Leviathán ascenderá del mar; esos dos grandes monstruos que creé en el quinto día de la creación, habrán sido preservados hasta ese tiempo y entonces serán de alimento para todos los que son dejados. 5 La tierra también dará su fruto diez mil veces y en cada vid habrá mil ramas, y cada rama producirá mil racimos, y cada racimo producirá mil uvas, y cada uva producirá un kor de vino. 6 Y los que estén hambrientos se regocijarán; además, también contemplarán maravillas cada día. 7 Porque saldrán vientos de delante de mí para traer cada mañana la fragancia de frutas aromáticas, y al final del día las nubes destilarán el rocío de la salud. 8 Y en ese mismo tiempo sucederá que el tesoro del maná volverá a descender desde lo alto, y comerán de él en esos años, porque estos son los que han llegado a la consumación del tiempo.

30

Y sucederá después de estas cosas, cuando se cumpla el tiempo de la llegada de Ha’Mashiaj, que volverá en la gloria. 2 Entonces todos los que hayan dormido con la esperanza en él, se levantarán de nuevo. Y acontecerá en ese momento que se abrirán los tesoros en los que se conserva el número de las almas de los justos y saldrán; y una multitud de almas de un mismo pensamiento se verá reunida, y el primero se regocijará y el último no será entristecido. 3 Porque ellos saben que el tiempo del que se dice ser la consumación de los tiempos, ha llegado. 4 Pero las almas de los impíos, cuando contemplen todas estas cosas, se consumirán aun más, 5 porque sabrán que su tormento ha llegado y su perdición ha venido”.

31

Después de estas cosas, sucedió que fui al pueblo y le dije: 2 “Reunid­me a todos vuestros ancianos y les hablaré”. Y todos se reunieron en el valle del Qidrón. 3 Y respondí y les dije: “Oye, oh Yashar’el y te hablaré; escucha, oh simiente de Ya'aqov, y te instruiré. 4 No te olvides de Tsiyón, sino recuerda la angustia de Yerushaláyim. 5 Por que, ¡mira! Llegan los días en que todo lo que es, se convertirá en presa de la corrupción y será como si no hubiera sido.

32

Pero en cuanto a ti, si preparas tu corazón, para sembrar en él los frutos de la Toráh, te protegerá en ese momento en el que ‘El Elohiym sacudirá toda la creación. 2 Porque después de un poco de tiempo, el edificio de Tsiyón será sacudido para que pueda ser construido de nuevo. 3 Pero ese edificio no permanecerá, sino que después de un tiempo será destruido de nuevo, y permanecerá desolado hasta el tiempo previsto4 Y luego debe ser renovado en gloria, y perfec­cionado para siempre. 5 Por lo tanto, no debemos sentirnos tan angustiados por el mal que ha venido ahora, como por lo que está por venir. 6 Porque habrá una prueba mayor que estas dos tribulaciones cuando ‘El Elohiym renueve su creación. 7 Y ahora, no os acerquéis a mí por unos días, ni me busquéis hasta que yo venga a vosotros”. 8 Y sucedió que cuando les hube hablado todas estas palabras, yo, Baruk, seguí mi camino, y cuando la gente me vio salir, alzaron la voz, se lamentaron y dijeron: 9 “¿Baruk, para dónde te vas, lejos de nosotros, abandonándonos como un padre que abandona a sus hijos huérfanos, y se aleja de ellos?”